domingo, 9 de noviembre de 2014

La Gaviota, compradora frecuente en Madrid

La mexicana visita con frecuencia Madrid en verdaderas jornadas de compras

No podía encontrar mejor papel a interpretar Angélica Rivera Hurtado (Méjico D.F.,1969) que el de primera dama de su país. Forma con Enrique Peña Nieto una pareja de «bien parecidos» que se lo trabaja para ir siempre de punta en blanco. No en vano, son conscientes de que «el hábito hace al monje». En su visita oficial a España hace una año, Angélica reconoció que se inspiraba en la entonces Princesa Letizia a la hora de elegir su guardarropa.
Y hace bien, porque en el pasado, más de una vez derrapó con vestidos algo exagerados, colores poco favorecedores y mezclas que rechinaban: vestidos de patchwork, mangas abullonadas como jamones de jabugo o arco iris de colores. Tras un polémico y poco adecuado posado para una revista femenina, Angélica quizás ha comprendido que no se trata de ser la más explosiva ni la más llamativa, sino de ir de acuerdo con la situación.
Modelo y luego actriz -e incluso cantante-, la llaman «La Gaviota» por su papel en un famoso culebrón mejicano de pegajoso título («Destilando Amor»). Angélica lo ha dejado todo por su actual papel internacional, una telenovela real como la vida misma. Desde que su marido asumió la Presidencia de Méjico el 1 de diciembre de 2012, Angélica ha buscado acertar en sus estilismos y para ello no ha dudado replicar algunos accesorios de Mary de Dinamarca, Catalina de Cambridge o Rania de Jordania. Pero a quién verdaderamente emula, en maquillaje, peinados, vestidos y complementos, es a Doña Letizia.
En sus viajes oficiales no ha dudado calcar los vestidos de encaje que tan de moda ha puesto la Reina de España. Incluso los escotes y mangas emulan a los de Doña Letizia: las mangas, extremadamente ceñidas solo llevan encaje, quedando semitransparentes. Los escotes son de tipo «ilusión», una especie de palabra de honor con el torso cubierto de blonda o muselina.
Los vestidos de noche y cocktail son réplicas de los modelos de la ReinaEn la toma de posesión de Enrique Peña Nieto como presidente, Angélica lució un vestido «estilo Letizia» de color gris, con encaje, manga larga y falda a la rodilla. Incluso en las fotos de familia, apareció posando medio girada, casi de perfil, una postura habitual de la Reina en los posados oficiales en grupo.
En su primera visita oficial a Francia tampoco dudó en inspirarse en el vestido rojo de mangas ceñidas tres cuartos que Doña Letizia utilizó en el posado para «¡Hola!» por sus cuarenta años. El día de la Independencia mejicana en 2013, llevó un vestido de encaje verde asombrosamente parecido a algunos de los que la Reina Letizia ha lucido en los últimos años. Era una versión más burda, realizada por Benito Santos, el costurero de Jalisco que es a Angélica lo que Felipe Varela a nuestra Reina. Cuenta Benito Santos -médico metido a modisto de misses- que Rivera cuenta con asesores de imagen que se reúnen con él de vez en cuando para proyectar la ropa de grandes viajes y ocasiones. Santos ha comenzado a tener proyección internacional y alaba la decisión de «La Gaviota» de elegir creadores mejicanos.
La cena de gala ofrecida por Don Juan Carlos y Doña Sofía al presidente de México y su esposa el año pasado fue la ocasión de ver juntas a Doña Letizia y Angélica, maestra y vasalla, que iban vestidas y peinadas como gemelas univitelinas. Doña Letizia de Varela, Angélica de Benito Santos. Una de negro, otra de azul petróleo.
En cuanto al tema de los accesorios, Angélica también apoya la moda y la joyería mexicanas. A menudo utiliza joyas de Gustavo Helguera, se peina y maquilla por Pedro Senen y Alfonso Waithsman y recurre a Santos incluso para que se invente algún zapato.
Pero Angélica no es «de piedra» y le ha podido el diseño español y las marcas internacionales que en Madrid se encuentran. Aprovechando que su hija estudia en España, ha hecho varios viajes a nuestro país, en las que ha cursado una verdadera ginkana de compras. Empezando por las visitas de rigor a Felipe Varela, para comprar o «inspirarse», ha recorrido Ortega y Gasset y Serrano de arriba abajo. Le gustan las marcas españolas, los accesorios de empresas francesas de gran reputación y la mezcla tan abundante que encuentra en algunos centros de El Corte Inglés, que supera de lejos la oferta internacional de mejores marcas presentes en «Palacio de Hierro», el gran almacén mexicano por excelencia. La copia es el mejor halago para Doña Letizia y una buena promoción para España como lugar ideal de turismo de compras.

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