El director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco. Foto: Germán Canseco |
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- En la matanza de 22 personas en Tlatlaya existe una “intención evidente de encubrimiento” consideró José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch.
En entrevista para Noticias MVS primera emisión, dijo: “nos pareció, desde el primer minuto, muy sospechosa la descripción de los hechos”, en referencia a la versión oficial que sostiene que se trató de un enfrentamiento entre militares y presuntos delincuentes.
Vivanco destacó que si no hubiera sido por una testigo de los hechos e investigaciones de medios de comunicación nacionales e internacionales, la muerte de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México, no hubiera dado un giro, y no habría ocho militares consignados en este momento por las presuntas ejecuciones extrajudiciales.
El funcionario de Human Rights Watch lamentó que la CNDH no haya intervenido hasta ahora en el caso.
Ahora dijo, la Procuraduría General de la República, señaló, tiene la tarea de esclarecer los hechos e individualizar a los responsables de la muerte de 22 personas.
proceso.com.mx publicó ayer que un teniente y 24 soldados que presuntamente participaron en la masacre de Tlatlaya, ocurrida la madrugada del 30 de junio en la comunidad mexiquense de San Pedro Limón, fueron presentados al Juzgado Sexto Militar, de los cuales ocho fueron ingresados a la prisión del Campo Militar Número 1, acusados de delitos relacionados con la disciplina castrense.
Al respecto, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) emitió un comunicado en el que confirmó la consignación de siete elementos de tropa y un oficial quienes fueron puestos a disposición, sin precisar su graduación, adscripción ni arma.
Los cargos que se les fincaron fueron desobediencia, e infracciones a deberes militares en el caso del teniente.
Los 17 soldados restantes se encuentran a la espera de resolver su situación jurídica.
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