Escrito por Jorge Meléndez Preciado el 09 abril 2014 a las 2:55 pm en Sociedad
La propuesta de leyes reglamentarias en Telecomunicaciones parecía que iba tranquila a su aprobación, ya que la mayoría en la Cámara de Senadores la tiene el PRI y sus satélites, incluyendo a varios panistas. Afortunadamente, todo parece que dará un vuelco, no sabemos de qué tamaño pero nada favorable a la dupla Televisa-Enrique Peña Nieto.
Conocemos que para aprobar este tipo de iniciativas se hacen foros a modo. Posibilitando que algunos discrepantes participen con el objeto de darle color al asunto y taparle el ojo al macho. Pero la mayoría son los de siempre: allegados al poder aunque tengan algunas discrepancias. Ahora también fue así, algo que viene desde José López Portillo, siguió con Miguel de la Madrid –con quien se propusieron cambios que todavía se esperan– y continuó en las siguientes administraciones federales.
En la más reciente “consulta” se invitó básicamente a empleados de las televisoras y la telefonía, quienes intercambiaron berrinches y reclamos. Sólo unos cuantos pusieron el cascabel al gato: Jesús Robles Maloof (Internet Libre para Todos), María Elena Meneses (Amic) y Clara Luz Álvarez (Observatel). Los tres plantearon una serie de limitaciones existentes, censuras y regresiones, entre otras que la secretaría de Gobernación volvería a ser la gran censora, ahora incluso en terrenos como Internet.
Los legisladores, especialmente Javier Lozano, encargado de la comisión que lleva a cabo dichos encuentros, parecían felices. Incluso este mal panista y pianista regañó a Francisco Hernández Juárez, líder de los telefonistas, por estar muchos años al frente del sindicato respectivo.
Afuera, se empezó a organizar la sociedad en un Foro por la Comunicación Democrática, el cual sesionará el viernes 11 a las 11 horas en el Teatro de la Ciudad. Pero también, algunos más entusiastas hicieron manifestaciones y hasta reaparecieron los miembros del movimiento #YoSoy132 (Sin embargo, 6 de abril).
Dos analistas: José Antonio Álvarez Lima y Sergio Aguayo, estuvieron en desacuerdo con las propuestas oficiales (Animal Político). El ex director de Radio Educación anotó que en el caso de las radios sociales “la ley no refleja las intenciones de mejorar la competencia y democratizar los medios. Más bien las condena a la pobreza o la desaparición al prohibirle, en los hechos, los patrocinios y sugerirles que busquen donaciones o los usuarios paguen cuotas”. Mientras que Aguayo apuntó: “las propuestas de Enrique Peña Nieto son un grave retroceso”. Y concluyó: “En un marco más amplio es otro ejemplo de las ambivalencias del Presidente. Quiere cambiar al país pero controlando las transformaciones para fortalecer a la presidencia”.
Hasta aquí, todo parecía una rebelión de los inconformes que siempre han luchado por una comunicación seria y una información no controlada por unos cuantos, pero resulta que los miembros del Instituto Federal de Telecomunicaciones, quienes habían permanecido silenciosos, de repente se rebelaron.
Los siete integrantes hicieron 16 observaciones, entre ellas, que dicha agrupación vigile los tiempos máximos de comercialización y publicidad infantil, la certeza para que no se proceda a la suspensión judicial sobre los fallos del Instituto, que haya apego a la Constitución en la definición de preponderancia, que los derechos de usuarios y audiencia tengan mecanismos de certeza y poder intervenir en la llamada propiedad cruzada.
En síntesis, que no se les haga a un lado, que puedan vigilar correctamente una serie de cuestiones, que no se les revoquen sus funciones y que intervengan en asuntos básicos.
Es cierto, el lenguaje es un cuanto sibilino, como anotó en Facebook acertadamente el doctor Raúl Trejo Delarbre, pero que hay una ola que se viene levantando en contra de lo que durante años han sometido a sus designios a los ciudadanos, es indudable.
Días antes, por cierto, el canal TVC, que se fundó en 2008, antes de Televisa Deportes, fue bajado del cable porque la compañía de Azcárraga Jean vio que les ganaban de todas- todas, no obstante que la primera empresa tiene un presupuesto limitado. Y seguramente porque no quieren más sorpresas rumbo al Mundial de Brasil.
Esta medida hizo que TVC perdiera un millón y medio de suscriptores, pero aún mantienen a tres y medio millones a través de Internet y pequeñas repetidoras en la República (La Jornada, 8 de abril). Lo cual muestra que las voces de la televisión de antaño ya no le dicen mucho a los jóvenes y a diferentes espectadores que han entendido como las preferencias a equipos como el América y las falsedades respecto a la llamada selección nacional son lo común.
El grupo Gerardo Velázquez de León, Rafael Ocampo y otros periodistas logró con sus nuevas formas, tener una mayor audiencia. Algo a lo que temen los hoy llamados preponderantes que en realidad son oligopolios ligados al poder político.
La lucha por una telecomunicación diferente y el derecho a la información es una tarea común que importa para abrirle paso a la democracia.
@jamelendez44
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