Caracas. Fuerzas antimotines tomaron el domingo por asalto una plaza de Caracas epicentro desde hace más de un mes de manifestaciones contra el presidente socialista Nicolás Maduro, en medio de una ofensiva para apagar los focos de protesta.
Los guardias nacionales irrumpieron en la Plaza Altamira con medio centenar de motocicletas, provocando la estampida de unas 500 personas que protestaban en el lugar. Reporteros de Reuters vieron como una decena de manifestantes eran detenidos.
Uno de ellos hizo el signo de la victoria con ambas manos mientras se lo llevaban en una moto. Otro gritó "¡Auxilio!"
Maduro había dado el sábado un ultimátum a los opositores que se reúnen desde comienzos de febrero en la Plaza Altamira, donde todos los días al caer la noche algunos jóvenes arrojan piedras y cócteles molotov contra la policía.
Al menos 28 personas han muerto en choques e incidentes en las peores protestas de la última década en Venezuela.
Y Maduro dijo el domingo que despejaría también otros focos de manifestaciones en la nación miembro de OPEP.
"En las próximas horas vamos a seguir liberando territorios que estaban tomados por los guarimberos", anunció, utilizando la expresión venezolana para los manifestantes que bloquean calles.
El asalto de la Plaza Altamira ocurrió después de una marcha de la oposición para protestar contra lo que consideran como una injerencia del gobierno cubano en las fuerzas armadas venezolanas.
Varios miles de personas habían marchado pacíficamente en la mañana del domingo hacia el aeropuerto militar de La Carlota en Caracas, pero las fuerzas de seguridad les cortaron el paso.
Algunos se dirigieron entonces a la Plaza Altamira, bastión de la oposición en un barrio afluente de la capital.
Poco antes del anochecer los militares usaron un cañón de agua para dispersar a los manifestantes e inundaron la plaza de gas lacrimógeno.
De pronto, unas 50 motocicletas irrumpieron a toda velocidad en la plaza desde varias direcciones entre las nubes de gas.
Mientras unos militares revisaban bares de la plaza en busca de manifestantes escondidos, otros despejaron una avenida bloqueada con basura y escombros.
Maduro acusa a la oposición de querer sembrar el caos para provocar un golpe de Estado, un plan en el que, asegura, está involucrado el gobierno de Estados Unidos.
Algunos manifestantes piden la renuncia de Maduro, a quien responsabilizan por la inflación de 57 por ciento anual, la inseguridad y la falta de productos básicos como la leche.
"Una de las razones por las que estoy marchando es que no hay comida", dijo Pedro Pérez, un jubilado de 64 años que participó en la protesta de la mañana. "Duro hasta cinco o seis horas en una cola para comprar dos paquetes de harina", señaló
Pero tras seis semanas de protestas, el gobierno de Maduro no parece tambalearse.
Además de los muertos, los choques dejaron unos 300 heridos y unos mil 500 detenidos, un centenar de ellos todavía en manos de la policía.
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