SIMFEROPOL, Ucrania/KIEV.- Una arrasadora mayoría de los votantes en la región ucraniana de Crimea respaldó el domingo unirse a Rusia, dijo la agencia estatal de noticias rusa RIA, mientras Moscú desplegaba tropas en la zona del Mar Negro en un conflicto que ponía a prueba la capacidad diplomática de Occidente.
Alrededor de un 93 por ciento de los crimeos -que en su mayoría hablan ruso y tienen fuertes vínculos culturales con la ex Unión Soviética- votaron por sumarse a Rusia, dijo RIA citando sondeos a boca de urna tras el cierre de la votación a las 1800 GMT.
Otra agencia de noticias rusa, Interfax, dijo que la participación de los crimeos en el referéndum superó el 80 por ciento.
Alrededor de un 93 por ciento de los crimeos -que en su mayoría hablan ruso y tienen fuertes vínculos culturales con la ex Unión Soviética- votaron por sumarse a Rusia, dijo RIA citando sondeos a boca de urna tras el cierre de la votación a las 1800 GMT.
Otra agencia de noticias rusa, Interfax, dijo que la participación de los crimeos en el referéndum superó el 80 por ciento.
En una crisis entre Oriente y Occidente que tensó las relaciones casi al nivel de la Guerra Fría, Kiev dijo que el aumento de tropas rusas en la región del Mar Negro es una "grosera violación" de un tratado internacional y anunció planes para armar y entrenar a 20.000 miembros de una nueva Guardia Nacional para defender el país.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo a Moscú que Washington no aceptará el resultado del referéndum.
La Casa Blanca también advirtió a Moscú que enfrentará sanciones, mientras que los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, que tiene importantes lazos comerciales con Rusia, decidirán el lunes en Bruselas sobre posibles medidas similares.
Sin embargo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, rechazó las acusaciones occidentales de que el referéndum es ilegal y dijo que el mismo respeta la voluntad del pueblo crimeo.
Igualmente, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó que concordó con Estados Unidos en la búsqueda de una solución a la crisis a través de una reforma constitucional.
En Kiev, el primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, amenazó con graves consecuencias a los políticos crimeos que convocaron al referéndum y afirmó que los "cabecillas" separatistas querían destruir la independencia ucraniana "bajo la cobertura de tropas rusas".
Los gobernantes pro europeos de Kiev, que llegaron al poder tras la caída el mes pasado del presidente pro ruso Viktor Yanukovich tras levantamientos populares contra su mandato, han sido tan impotentes como los gobiernos occidentales para impedir el referéndum o la acumulación de fuerzas rusas en territorio ucraniano.
DOS OPCIONES
Los 1,5 millones de votantes de Crimea tenían dos opciones: unirse a Rusia o dar a su región -que es controlada por políticos pro rusos- el derecho amplio de determinar su propio camino y escoger relaciones con quien quiera, incluyendo a Moscú.
El conteo final de votos se conocerá en uno o dos días.
Rusia tiene derecho a mantener fuerzas en la península del Mar Negro, incluyendo a su base naval en el puerto de Sebastopol, en virtud de un tratado firmado después de que Ucrania obtuvo la independencia en 1991 tras el derrumbe de la Unión Soviética.
Sin embargo, el ministro de Defensa interino de Ucrania, Ihor Tenyukh, acusó a Moscú de ir mucho más allá que un límite acordado sobre la presencia de tropas, que dijo que ascendía a 12,500 para el 2014.
"Desafortunadamente, en un período muy corto de tiempo, estos 12,500 han aumentado a 22,000. Esta es una grosera violación de los acuerdos bilaterales y es prueba de que Rusia ha traído ilegalmente a sus tropas al territorio de Crimea", comentó.
Más tarde, Tenyukh dijo que los Ministerios de Defensa de Kiev y Moscú habían declarado una tregua hasta el 21 de marzo, período durante el cual las fuerzas rusas -que han arribado en bote y helicópteros- no tocarían las instalaciones militares ucranianas.
Muchos crimeos esperan que la unión a Rusia les genere mayores salarios y los haga ciudadanos de un país capaz de reafirmarse a sí mismo en la escena mundial.
Pero otros consideran al referéndum como un robo de tierras por parte del Kremlin a Ucrania, cuyos nuevos gobernantes quieren inclinar al país hacia la Unión Europea y alejarlo de la influencia de Rusia.
Putin defendió el referéndum en una conversación telefónica el domingo con la canciller alemana, Angela Merkel, y dijo que éste cumple con la legislación internacional, incluyendo el Artículo 1 de la Carta de la ONU que establece el principio de autodeterminación de los pueblos.
La Casa Blanca advirtió a Putin que enfrentará un aislamiento internacional que perjudicará a la economía rusa.
En la ONU, 13 miembros del Consejo de Seguridad votaron el sábado a favor del borrador de una resolución que decía que el resultado del referéndum en Crimea no debía ser reconocido internacionalmente, pero Moscú ejerció su derecho a veto, mientras que China se abstuvo.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo a Moscú que Washington no aceptará el resultado del referéndum.
La Casa Blanca también advirtió a Moscú que enfrentará sanciones, mientras que los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, que tiene importantes lazos comerciales con Rusia, decidirán el lunes en Bruselas sobre posibles medidas similares.
Sin embargo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, rechazó las acusaciones occidentales de que el referéndum es ilegal y dijo que el mismo respeta la voluntad del pueblo crimeo.
Igualmente, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó que concordó con Estados Unidos en la búsqueda de una solución a la crisis a través de una reforma constitucional.
En Kiev, el primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, amenazó con graves consecuencias a los políticos crimeos que convocaron al referéndum y afirmó que los "cabecillas" separatistas querían destruir la independencia ucraniana "bajo la cobertura de tropas rusas".
Los gobernantes pro europeos de Kiev, que llegaron al poder tras la caída el mes pasado del presidente pro ruso Viktor Yanukovich tras levantamientos populares contra su mandato, han sido tan impotentes como los gobiernos occidentales para impedir el referéndum o la acumulación de fuerzas rusas en territorio ucraniano.
DOS OPCIONES
Los 1,5 millones de votantes de Crimea tenían dos opciones: unirse a Rusia o dar a su región -que es controlada por políticos pro rusos- el derecho amplio de determinar su propio camino y escoger relaciones con quien quiera, incluyendo a Moscú.
El conteo final de votos se conocerá en uno o dos días.
Rusia tiene derecho a mantener fuerzas en la península del Mar Negro, incluyendo a su base naval en el puerto de Sebastopol, en virtud de un tratado firmado después de que Ucrania obtuvo la independencia en 1991 tras el derrumbe de la Unión Soviética.
Sin embargo, el ministro de Defensa interino de Ucrania, Ihor Tenyukh, acusó a Moscú de ir mucho más allá que un límite acordado sobre la presencia de tropas, que dijo que ascendía a 12,500 para el 2014.
"Desafortunadamente, en un período muy corto de tiempo, estos 12,500 han aumentado a 22,000. Esta es una grosera violación de los acuerdos bilaterales y es prueba de que Rusia ha traído ilegalmente a sus tropas al territorio de Crimea", comentó.
Más tarde, Tenyukh dijo que los Ministerios de Defensa de Kiev y Moscú habían declarado una tregua hasta el 21 de marzo, período durante el cual las fuerzas rusas -que han arribado en bote y helicópteros- no tocarían las instalaciones militares ucranianas.
Muchos crimeos esperan que la unión a Rusia les genere mayores salarios y los haga ciudadanos de un país capaz de reafirmarse a sí mismo en la escena mundial.
Pero otros consideran al referéndum como un robo de tierras por parte del Kremlin a Ucrania, cuyos nuevos gobernantes quieren inclinar al país hacia la Unión Europea y alejarlo de la influencia de Rusia.
Putin defendió el referéndum en una conversación telefónica el domingo con la canciller alemana, Angela Merkel, y dijo que éste cumple con la legislación internacional, incluyendo el Artículo 1 de la Carta de la ONU que establece el principio de autodeterminación de los pueblos.
La Casa Blanca advirtió a Putin que enfrentará un aislamiento internacional que perjudicará a la economía rusa.
En la ONU, 13 miembros del Consejo de Seguridad votaron el sábado a favor del borrador de una resolución que decía que el resultado del referéndum en Crimea no debía ser reconocido internacionalmente, pero Moscú ejerció su derecho a veto, mientras que China se abstuvo.
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