P
ara la derecha y los partidos que la representan, las relaciones con Estados Unidos no son un reto: están en favor del sometimiento porque creen que así aseguran sus intereses. En cambio, el ala progresista debe inventar una respuesta original y realista, y actuar con valentía si no quiere resignarse a que el país se vuelva un protectorado.
Tenemos una relación muy difícil con EU, por razones históricas y las grandes diferencias entre nuestra cultura y nuestra forma de ser. Las trayectorias de ambos países son distintas y convergentes a la vez. La geografía nos las impone, pero podemos transformarlas para bien de los dos. Un obstáculo es la manía de acusarlos de nuestros males y olvidar la responsabilidad que nos corresponde. En EU vive una comunidad de casi 20 millones de mexicanos que busca la prosperidad que no encuentra aquí, y cuyo peso allá es cada vez mayor. Puede volverse decisivo en la política.
He conversado con David Brooks (corresponsal de La Jornada en NY), y él coincide conmigo en que el ala progresista debe cambiar su enfoque. Se podría hacer una amplia agenda, y bastarían unos ejemplos:
Debemos conocer a fondo y no inventar la realidad de EU. Es un error creer que la sociedad y el aparato político actúan en una sola dirección. Existen muchas contradicciones, y las instituciones obligan a una transparencia infinitamente mayor que la que tienen los asuntos públicos en México. Los procesos de toma de decisión pueden ser observados; esto podría significar el aprovechamiento de importantes ventajas.
Es inexplicable la falta de un buen análisis en temas clave. El TLCAN, por ejemplo, tiene carácter instrumental en favor de la expansión del capital trasnacional. Debemos entender este principio para medir costos y beneficios, y para orientar el debate.
Quizás nuestra mayor debilidad es la incapacidad de identificar y establecer acuerdos con sectores que pudieran simpatizar con nuestras propuestas de centro-izquierda, con tal de que no sean antiestadunidenses. Podríamos tener aliados poderosos en los sectores liberales y progresistas en la defensa de las políticas abusivas de los grandes grupos oligárquicos, tanto al norte como al sur de la frontera. No hay proyecto alguno serio para crear alianzas o acuerdos políticos con ONG, personajes, sectores del partido demócrata, organizaciones sindicales. Podemos trabajar en EU y crear una red poderosa en la lucha contra los monopolios, la defensa de la democracia electoral, la regulación de los bancos para evitar fraudes, el respeto a los derechos humanos, a las libertades civiles y al problema migratorio, el mayor en lo político y humano de la relación bilateral.
Twitter: @ortizpinchetti
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