Jesús Ernesto Chávez Castillo, El Camello. Foto: David Deolarte |
CHIHUAHUA, Chih. (apro).- En una corte de El Paso, Texas, Jesús Ernesto Chávez Castillo, El Camello, detenido en julio de 2010, confesó haber participado en al menos 800 asesinatos, entre ellos los de las 15 víctimas de la masacre en Villas de Salvárcar, el 31 de enero de ese año.
Actualmente El Camello es testigo protegido en Estados Unidos en el juicio que se sigue contra Arturo Gallegos Castrejón, acusado del homicidio de tres personas relacionadas con el Consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez.
En ese proceso, Chávez Castillo confesó que trabajaba para Los Aztecas o Barrio Azteca –al servicio del Cártel de Juárez– y cuyo líder en la ciudad fronteriza era Gallegos Castrejón.
De acuerdo con información publicada por El Diario de El Paso, Texas, el testigo protegido aseguró que aquél dio la orden para asesinar a Lesley Ann Enríquez, empleada de la sede diplomática, con tres meses de embarazo, y a su esposo Arthur Redelf, oficial del Sheriff de El Paso, el 13 de marzo de 2010.
Ese día también fue asesinado Alberto Salcido Ceniceros, cuyo vehículo fue presuntamente confundido con el de los Redelf cuando los tres salían de una fiesta infantil ese día.
Durante la audiencia del juicio oral que inició el pasado martes 4, el fiscal Jorge González Nicolás dijo que cuentan con pruebas de que Gallegos Castrejón dio la orden por radio para asesinar a la pareja y a Salcido Ceniceros, esposo de otra empleada del consulado.
La Fiscalía anunció que presentarán grabaciones de audio y video para sustentar el caso, así como a exintegrantes de Los Aztecas o Barrio Azteca que han confesado cientos de delitos.
Aquel 13 de marzo de 2010, la familia Redelf circulaba en una camioneta Toyota Ray 4 blanca, modelo 2009, con placas de circulación del estado de Texas. En el momento del ataque la unidad se impactó con otros dos vehículos en la avenida Francisco Villa y bulevar Bernardo Norzagaray.
Chávez Castillo, extraditado a Estados Unidos en 2010, año en el que la violencia en Juárez alcanzó los mayores índices, aseguró que él se encargaba de cometer secuestros y extorsiones, y de distribuir droga en la colonia Rancho Anapra, una de las más lastimadas de esa frontera.
Según el testigo protegido, recibió órdenes de atentar contra la funcionaria consular y su esposo, porque ella facilitaba los trámites para obtener visas a integrantes del Cártel de Sinaloa.
El Camello destacó que la mayoría de los integrantes de Los Aztecas son reclutados en penales de Estados Unidos por los mismos internos. Una vez que son deportados, añadió, se integran al grupo para delinquir.
Además de Chávez, en el caso han testificado un oficial de la Border Patrol y un joven de 19 años que se encontraba en uno de los vehículos contra los que chocó la pareja estadunidense cuando fue acribillada.
El Diario detalló que en el asesinato de las personas relacionadas con el Consulado están involucrados 35 sujetos, 25 de los cuales se han declarado culpables y uno más se suicidó en prisión.
En el mismo proceso contra Arturo Gallegos, un informante evidenció que las autoridades instalaron una red de comunicaciones que enlazaba al Barrio Azteca y al cártel de los Carrillo Fuentes con la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
A través de esa red escuchaban órdenes de asesinatos por parte del crimen organizado, indicó. Asimismo, aseguró que por lo menos en 80 ocasiones escuchó que Gallegos Castrejón ordenó ejecuciones y la decapitación e incineración de diferentes víctimas.
El informante decidió ponerse en contacto con personal del Consulado de Estados Unidos luego de la detonación de un coche bomba en Juárez, también en 2010, y fue entonces –dijo– cuando tuvo acceso a las comunicaciones entre el Cártel de Juárez y Barrio Azteca.
En el juicio se mostraron grabaciones en las que desde su casa en el fraccionamiento Paseos del Bosque, en la ciudad fronteriza, Gallegos Castrejón dictaba órdenes para cometer los delitos, entre ellos asesinatos indiscriminados de agentes de la Policía Federal.
Fue así como lo ubicaron y lo aprehendieron en noviembre de 2010.
El informante manifestó que Arturo Gallegos estaba bajo las órdenes de José Antonio Acosta Hernández, El Diego, exdirector de Seguridad Pública de Juárez, procesado en Estados Unidos por el asesinato de aproximadamente mil 500 personas,
Dicho informante se encuentra libre y vive con su familia en Estados Unidos, pese a haber participado con el grupo delictivo Los Aztecas, al que proveía de equipo táctico y era operador de la red de transmisión de radio.
Gallegos Castrejón, aprehendido junto con Carlos Rodríguez Ramírez, El 67, y Gisela Ornelas Núñez, La Maestra, también está acusado por tráfico de narcóticos y lavado de dinero.
En su declaración en una corte de El Paso, Texas, Chávez afirmó que tenía una “cuota” diaria de asesinatos como parte de una campaña “para infundir miedo entre la policía y el público” de Ciudad Juárez.
De acuerdo con un reporte de la cadena estadunidense Fox News, El Camelloafirmó que cuando llegó a 800 víctimas había dejado de contar el número de personas que había matado y que “a menudo” las decapitaba y descuartizaba “para impresionar a su jefe”, contra quien decidió testificar porque, sostuvo, era lo correcto, “ya que hice mucho mal”.
Chávez Castillo relató, asimismo, cómo Los Aztecas pasó de ser una banda basada en las cárceles de Texas a ser “asesinos a sueldo” para el Cártel de Juárez.
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