| ene 14, 2014 |
Francisco Torres / La Voz de Michoacán. (Imagen: Enrique Castro).
La mañana de este martes, la comunidad de Antúnez, municipio de Parácuaro, se levantó de luto por el fallecimiento de dos civiles, un guardia comunitario y un menor de edad, quienes fueron asesinados tras un llamado de alerta para evitar el desarme de los guardias comunitarios, lo que agobió a toda la población.
La mañana de este martes, la comunidad de Antúnez, municipio de Parácuaro, se levantó de luto por el fallecimiento de dos civiles, un guardia comunitario y un menor de edad, quienes fueron asesinados tras un llamado de alerta para evitar el desarme de los guardias comunitarios, lo que agobió a toda la población.
En el pueblo no hay presencia de militares y los guardias no han depuesto las armas, la consigna es que no se retirarán de sus puestos de vigilancia hasta que les entreguen las cabezas de los principales controladores del crimen organizado que tienen asolada la región, por lo que no están dispuestos a ceder el terreno.
En casa de uno de los fallecidos, que respondía a nombre de Rodrigo, poco a poco transita la gente del poblado a dar el pésame; Rodrigo no era guardia comunitario, era un joven de 26 años que se dedicaba al corte de limón, de papaya y de plátano, pero que tras la advertencia del desarme de los guardias comunitarios, el pueblo entero acudió a protestar, después de un momento elementos militares abrieron fuego contra civiles y fue ahí donde falleció.
La madre de Rodrigo en su dolor no pide justicia, ella clama porque regrese la paz y porque haya trabajo suficiente para los trabajadores.
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