Yunes, Ampudia y el botín Destacado
Índice Político
Francisco Rodríguez
Resultó toda una sorpresa política que, en agosto de 2012, el gobernador Javier Duarte de Ochoa invitara a Enrique Ampudia Mello como subsecretario de Gobierno en el estado de Veracruz. Durante más de dos décadas, Ampudia y Miguel Ángel Yunes Linares habían cosechado una amistad que se sublimó en complicidad. En el ISSSTE calderonista fueron el número dos y el uno, respectivamente. ¿Significaba, acaso, un puente de plata tendido por Duarte a su contrincante Yunes, en las elecciones del 2010?
Nada de eso. Ampudia y Yunes ya estaban distanciados. La brecha se amplió todavía más cuando en un periódico local del que parece ser copropietario-- Yunes mandó a publicar la transcripción de una conversación telefónica en la que Ampudia le avisaba de su nuevo cargo y, por supuesto, se ponía a sus órdenes. Una cortesía política, nada más.
Tras ello, Ampudia se sintió doblemente traicionado. Por el espionaje telefónico de Yunes, primero. Y, luego, porque éste balconeó la ubicación, en el extranjero, de sus hijos, lo que, dijo, ponía en riesgo su seguridad.
Luis Velázquez, colega periodista veracruzano, tilda la breve gestión de Ampudia en el gabinete de Duarte de Ochoa poco más de un año-- como un fracaso. Y señala que el primero de ellos fue la llamada telefónica a Yunes:
Fracasó incluso desde el primer día, cuando desde la misma oficina hablara por teléfono a su amigo y jefe durante 20 años, Miguel Ángel Yunes Linares, para decirle que ahí estaba a sus órdenes.
Y como Yunes estaba en Nueva York por un pendiente médico, todavía le dijo, nostálgico y cariñoso: De corazón le pido que a su regreso me dé la oportunidad de saludarlo y platicar (Notiver 20, 06, 2012).
Aun cuando, claro, y nada más para tapar el ojo al macho, declaró a Yunes un hombre peligroso, de igual manera como Vicente Fox declarara a Andrés Manuel López Obrador en aquellos días de la campaña presidencial de Felipe Calderón.
¿DÓNDE QUEDÓ EL DINERO?
El real distanciamiento entre Miguel ángel Yunes Linares y Enrique Ampudia Mello surge en 2010, después de que Jesús Villalobos López encargado del despacho en la dirección general del ISSSTE-- le informó a Yunes que el dinero que, por prácticas corruptas, se obtuvo de uno de los contratos celebrados por la Dirección de Tecnología y Desarrollo Institucional, mismo que pretendía utilizar para su campaña algo así como 300 millones de pesos-- ya se lo había entregado a Enrique Ampudia.
Pero Ampudia negó haber recibido tal dinero.
¿Quién se lo quedó? ¿Villalobos ahora inhabilitado por una peccata minuta--, para hacer realidad aquello de que cuando el gato no está, los ratones se echan a retozar?
¿De verdad el ladrón que robó al ladrón fue Ampudia Mello?
No se sabe. Lo que sí es sabido es que Miguel Ángel Yunes nunca recupero ese dinero.
Por este hecho, fue que Yunes Linares impulsó la ratificación como director general del Instituto a Jesús Villalobos y no a Enrique Ampudia, como lo habían acordado inicialmente.
Posteriormente, Villalobos López pretendió que la entonces directora jurídica, Edna Barba y Lara, realizara gestiones para cubrir las irregularidades cometidas en diversos contratos.
Pero después de una calurosa discusión ella se ausentó por un mes de su oficina y posteriormente renunció.
Asimismo, Jesús Villalobos pretendió que el director de Tecnología y Desarrollo Institucional, Jorge Enciso Martínez, realizara acciones fuera de norma en diciembre de 2010-, sin embargo éste no accedió a modificar diversos contratos fantasmas que involucraban a esa dirección, situación que lo obligó a renunciar.
Cabe mencionar que actualmente, Enciso Martínez, es asesor en materia de seguridad social de Alfonso Cepeda Salas, miembro propietario en la Junta Directiva del Instituto, por el SNTE. Cepeda Salas es colaborador cercano de Juan Díaz de la Torre, presidente del sindicato magisterial.
Los contratos suscritos en materia de tecnología de la información, pues, representaron un negocio lucrativo para Miguel Ángel Yunes.
Aunque no haya recuperado todo el dinero que obtuvo por esas prácticas de corrupción.
Y es que, ladrón que roba a ladrón
Índice Flamígero: El ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino, no cesa en su campaña de denuncias en contra de la corrupción de Miguel Ángel Yunes, sin que las autoridades federales hagan algo al respecto. Durante mayo y junio acusó a quien fuera director del ISSSTE, de acumular, de 2006 a 2012 más de 6 millones de dólares en cuatro cuentas bancarias del extranjero. Con copias de algunos de los supuestos estados de cuenta de Yunes, Espino Barrientos aseguró que la suma de dinero podría ser aún mucho mayor. Esto no se trata de estados de cuenta de todos los meses de estos cinco años, sino tan solo de algunos, por lo que esos 6 millones de dólares son solo la punta del iceberg. Ni están todas las cuentas ni creemos que sean todos los bancos. El ex panista exhibió copias de depósitos según los cuales casi 3 millones de dólares fueron ingresados a las cuentas de Yunes Linares tras perder los comicios de 2010, en que fue abanderado panista, según nota del diario El Universal.
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