domingo, 4 de agosto de 2013

“Los chuchos pactaron privatizar PEMEX”



SINEMBARGO/Alejandro Sánchez
Sin rodeos, el Senador Manuel Bartlett dice que es necesario combatir la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto, pero no encuentra los pies ni cabeza del PRD. “Ese grupo dominante [Jesús Ortega y Jesús Zambrano] también apoyó en 2008 la reforma petrolera de Felipe Calderón, a la que se redujo la Reforma Energética, para empezar a abrirle la puerta a las transnacionales”, afirma.
En la oficina de Manuel Bartlett Díaz, político que estuvo casi 50 años en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hay una pila de libros que acaba de mandar a editar con el título Estrategia urgente en defensa de la nación para combatir la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto. Pero ahora como aliado de la izquierda nacional, no encuentra los pies ni cabeza del Partido de la Revolución Democrática (PRD) como instituto opositor que impida la restauración eterna de su ex partido.
La tarde de la conversación con Bartlett Díaz, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, aparecía en los periódicos aparentemente indignado por la propuesta energética de Peña Nieto que prevé modificar la Constitución para darle paso a la inversión extranjera.
–“Los Chuchos” [Zambrano y Jesús Ortega] no son ningunos ingenuos. Acordaron privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex) con Peña Nieto en el Pacto por México.
Insiste en la malicia que ve en la principal corriente del PRD y saca otros elementos para que nadie se trague el cuento de la indignación.
–Ese grupo dominante también apoyó en 2008 la reforma petrolera de Felipe Calderón, a la que se redujo la Reforma Energética, para empezar a abrirle la puerta a las transnacionales –asegura el coordinador del Partido del Trabajo (PT) en el Senado y sabe que los partidos chicos necesitan forzosamente al PRD.
También recuerda que Manlio Fabio Beltrones, como coordinador del PRI en el Senado, y Emilio Gamboa, como coordinador en la Cámara de Diputados (quienes siguen en el poder pero de manera invertida: Gamboa en el Senado y Beltrones en Diputados), fueron piezas determinantes para sacar adelante el proyecto de Calderón.
–Inclusive la reforma que se aprueba en 2008 es una manipulación grotesca de Beltrones porque al estar tomada la tribuna por algunos legisladores de izquierda para impedir su aprobación, implementa una estrategia de amordazamiento para que no se proyecte el debate en los medios.
El Senador que en 2000 buscó la candidatura presidencial por el PRI, da más información que no le hacen creer que tanto Zambrano como el líder moral de éste, su tocayo Ortega, desconocían el terreno al que estaban entrando al comprometerse con Los Pinos.
Batlett Díaz, quien trae puesta una camisa azul cielo de manga larga sin corbata (su pelo está teñido de canas, pero a sus 77 años se conserva bien), dice que en noviembre de 2011, aún como precandidato Peña Nieto, habló por primera vez de cambiar la Constitución para abrir el sector energético durante un foro en la Cumbre de Negocios de Querétaro.
También asegura que si bien es cierto que en su campaña presidencial no volvió a hablar del tema, el diario estadunidense The Wall Street Journal reveló hacía dónde apuntaba el plan de Peña Nieto para ir por petróleo en aguas profundas.
“La idea es que compañías privadas compartan con el Estado los riesgos de desarrollar reservas de energía cada vez más complejas, como depósitos de crudo en aguas profundas, al permitirles producir crudo y gas a través de acuerdos de gananciascompartidas”, publicó el diario basado en entrevistas con tres funcionarios de alto nivel del gobierno, quienes revelaron por primera vez detalles de la reforma.
El diario no fue desmentido por Los Pinos.
El punto de las ganancias compartidas es lo que provoca polarización.
Para lograrlo se requiere la eliminación del siguiente párrafo del 27 Constitucional.
“Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgaran concesiones ni contratos, ni subsistirán los que, en su caso, se hayan otorgado, y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la ley reglamentaria respectiva”.
–Aquí se va a definir muy claro quiénes están a favor de una economía nacionalista de protección a un pueblo empobrecido, y quiénes a favor de los intereses transnacionales. ¿Son de izquierda los que votaron en el 2008?- se pregunta Manuel Bartlett, quien en sus años de gloria política manejó las secretarías de Gobernación al lado de Miguel de la Madrid y la de Educación Pública con Carlos Salinas de Gortari de quien reniega en toda la conversación.

Manuel Bartlett, durante la entrevista. Foto: Rebeca Argumedo, SinEmbargo
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Bartlett Díaz empezó a encontrarle todos los defectos al PRI después del salinato. Y tras ser derrotado por Francisco Labastida en la contienda interna del PRI por la candidatura presidencial se convirtió en la piedra en el zapato de la fracción de su propio partido en el Senado, puesto que ganó después de ese proceso único en su tipo en 70 años.
–Hace muchos años estoy en contra de la derechización del PRI. En el Senado formamos bloques en contra de esa derechización de Jackson y su gran cerebro electrónico: Gamboa. Nos opusimos. Estuvimos en contra de la privatización eléctrica. Como presidente de la comisión de Puntos Constitucionales en la Cámara de Senadores dictaminamos en contra una iniciativa de Ernesto Zedillo para privatizar todo el sector eléctrico y luego en el tema de petróleos.
–Ahora que vuelve a ser tema, da la impresión que es la gran oportunidad para unificar a las izquierdas empezando por el propio PRD y también discutir cómo modernizar a Pemex. ¿No lo ve así? –se le pregunta.
–Parece que es la gran oportunidad para que las izquierdas se unan, basadas en su principal principio ideológico. Pero usted conoce a los individuos. Da desaliento. La izquierda no tiene compostura.
De este lado de la línea ahora, en el que quizá jamás pensó estar, sobre todo cuando levantaba el teléfono rojo de Bucareli para conversar con el Presidente Miguel De la Madrid, habla de su ex partido como un monstruo avasallador que se mueve fácil, sin oposición de por medio.
–Cualquiera puede decir: Yo soy de izquierda y me subo al pacto. Pero allí hay temas muy importantes. Lo que se ha aprobado son todas las recetas de la derecha propuestas literalmente por la OCDE.
–Encabezados por Jesús Zambrano, perredistas como Cuauhtémoc Cárdenas, Marcelo Ebrard y legisladores, así como Miguel Mancera, se reunieron para evaluar propuestas.
–Zambrano dijo que todos piensan igual, que hay total unidad de la izquierda. Luego Ebrard criticó el Pacto. Habría que analizar con detalle.
–¿Y Cárdenas?
–Los ejes que dice que son el proyecto del PRD son muy sencillos.
–¿Qué le falta a ese planteamiento?
–Le falta una reconstrucción total de Pemex y un cambio de política
–¿Propuesta rebasada?
–Está muy light. Aquí de lo que se trata es de una posición clara, definitiva, frontal, eso es lo que va a definir a los personajes.
–Manuel Camacho Solís, su ex compañero en el PRI y ahora en el PT dice que Ebrard debe asumir el liderazgo para afrontar al peñismo.
–Yo platiqué con Camacho sobre la Reforma Energética y la idea es muy clara: estamos en contra de la reforma constitucional y de la desnacionalización del petróleo.
Bartlett, un ex estudiante en universidades extranjeras de París, Londres, y la UNAM, llegó al Senado después de una marcha de miles de personas en defensa de la electricidad con Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador, quien siempre había visto a Bartlett como parte de la “mafia” que le robó al ingeniero la presidencia de la República en el 88. Sin embargo, había sido el propio Andrés Manuel quien había pedido al PT abrirle un espacio en foros callejeros. “A partir de entonces hubo un total acercamiento ideológico con Andrés Manuel y un total alejamiento del PRI de Salinas”, contó en la conversación con SinEmbargo como quien abre paréntesis en un texto para aportar otra idea y después regresar al tema principal.
–¿Usted cree que a López Obrador se le acabó el tiempo y debe dar oportunidad a otros liderazgos jóvenes como dice Camacho Solís?
–¿Estamos en contra de la Reforma Energética de Peña Nieto? ¿Sí? Pues órale. ¿Es el campeón de esa lucha nacionalista Ebrard? –vuelve a mencionar el apellido de Marcelo como acentuando la E–: pues órale. ¡Que bueno! ¿Se le pasó su tiempo a López Obrado? Nada más que aquí no estamos discutiendo quien es el candidato a la Presidencia hombre. Lo que vamos a discutir es si estos nos entregan o no como nación a los intereses extranjeros.
Y continúa con la respuesta:
“Entonces quién va a ser el líder en el dos mil quién sabe qué. No, ahorita –dice y golpea en la mesa–. Yo los quiero ver. Yo respeto mucho a Camacho, hay que leer su artículo en El Universal y leer el mío. Hay coincidencias. Pero hay que medir las palabras, ¿no?
–Parecía decidido a Ebrard en su reaparición.
-¿Ebrard va a ser el paladín el defensor? Pues que bueno, ¿se necesitan gentes jóvenes, bueno medio jóvenes, o menos viejos? –dice y suelta risas como suele a serlo en gran parte de la conversación aún cuando se hable de su pasado priista–. ¡Claro! Se necesita que Ebrard salga. ¡Bienvenido! Que salga. Pero la estrategia que están planteando no es tomar una bandera y salir a defender puntos, sino ir a un referéndum.
–Un plebiscito, ya considerado en la ley, pero que no está reglamentado, ¿no?
–Ya presentaron su iniciativa para que se reglamente.
–¿Cuál es el primer paso entonces para a defender el petróleo?
–Tomar acciones.
–¿Cómo?
–Con toda claridad. Aquí está la nuestra –dice y enseña su libro que en el subtema dice:Política energética para que México sea potencia económica en el siglo XXI, coordinador por él y en el que participan cinco expertos en la materia, en el que se plasman esquemas alternos que permitan modernizar el sector sin permitir que las empresas extranjeras.
–En eso da la impresión de que el PRD sólo dice no, sin tener una propuesta contundente que diga cómo modernizar el sector entonces.
–La del PRD es la de Cárdenas. Se envuelven en la protección de Cárdenas: Allí está esa es la reforma, esa es la que hay- dice engrosando la voz y haciendo muecas. Ellos van por el referéndum. Ya tienen su proyecto.
–¿Que debería hacer cada uno de esos perredistas?
–Andrés Manuel ya citó al Zócalo, el día 8 ellos dijeron que se iban a movilizar. Habría que ver –dice como retando a ver qué hará todos los que piensan igual y si es que el tema energético en verdad puede separarse de las intenciones rumbo al 2018.

“Si Ebrard va a tomar la bandera pues se le está haciendo tarde, si esperan un referéndum pues ya va a ser expofacto”. Foto: Rebeca Argumedo, SinEmbargo
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Es difícil entrevistar por primera vez a Bartlett y no decir nada del supuesto fraude del 88, año en que estaba al frente de Gobernación, aún cuando en todo este tipo ha dado su versión sobre la legendaria versión de “se cayó el sistema”.
La leyenda dice: “Después de que llegaban los primeros resultados de la elección que daban una clara ventaja a Cuauhtémoc Cárdenas sobre Carlos Salinas cuando se cayó el sistema”. Ante esa versión ha dicho que el resultado oficial de los votos no se hacía mediante una computadora, sino como se sigue haciendo ahora de manera manual y voto por voto, en cada casilla y ante los representantes de todos los partidos. La hoja de resultados firmada por todos se pega en la puerta de la casilla. Ese es el único dato que vale, no lo que aparezca en las computadoras.
Se le dice que hay un tema viejo.
–Me vas a preguntar de hace 30 años –ataja, pero la acepta de bueno humor.
–¿Salinas llegó limpiamente?
–Por qué sacas esa conclusión. Llegó en un pacto mafioso con el PAN. ¿A quién le interesa que no se sepa lo que pasó allí?, pues a Salinas. Yo he demostrado con la ley en la mano que la entonces Comisión Federal Electoral nunca calificó esa elección. Organizó las elecciones en miles de casillas, distrito y no ese proceso. Antes de irse las actas Salinas firma un pacto con el PAN porque quedó en tercer lugar con Manuel Clouthier.
Agrega: “Ellos no querían a Cárdenas sino a Salinas y ese pacto fue la traición de Salinas a sus principios: se comprometió a apoyar en muchas cosas al PAN como gubernaturas. El PAN cumplió facilitó la presidencia de Salinas. Y Zedillo gobernó seis años con el PAN; Fox gobernó seis años con el PRI y Calderón gobernó seis años con el PAN y hoy Peña Nieto gobierna con el PAN”.
Pero dice que la actual realidad es peor porque ahora el PRI también gobierna con una parte del PRD.
–¿A la izquierda, al PRD, no le pasa de alguna manera lo que al PAN? ¿Qué en medio de la Reforma Energética están sus luchas internas?
–En el PAN la disputa no es ideológica. Es por el bono de 400 millones. Pero ya Ernesto Cordero dijo que apoyará a Madero.
–En el PRD las crisis han sido por posiciones.
–El PRD es eterno en esos problemas. Hay conglomerado de tribus y contradicciones. Eso sí, hasta ahorita “Los Chuchos” son hegemónicos: han votado todo lo del Pacto a favor como en 2008 con la Reforma Energética de Calderón. Hay otros que no piensan así, que necesitan que se les vea, ¿no?
–¿Ebrard?
–Si Ebrard va a tomar la bandera pues se le está haciendo tarde, si esperan un referéndum pues ya va a ser expofacto –expresa y suelta una risa picara.
–¿El PRI gobernará sin oposición?
–-Podríamos tener esperanzas, nunca se deben de perder. Yo quisiera tener pláticas con panistas que no estén de acuerdo, o que estudien para estar o no de acuerdo porque no conocen nada. Quisiera ver más perredistas aquí levantándose a condenar esta entrega del capital extranjero. Ahorita está la comisión permanente pero por allí podrían empezar.
–¿Y qué pasa con los movimientos en la calle?
–Que la gente debe salir a la calle. Y preguntarse por qué quieren privatizar si es de la nación. ¿Dónde está el pueblo? Hay que vencer la desinformación permanente, hay que salir a la calle claro, porque la democracia es la gente.
Bartlett se declara un verdadero opositor.
“Nosotros estamos en la oposición de verdad y estamos con López Obrador”.

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