Por Carlos Retes
@ReporteRetes
Estamos a un año del “accidente” que casi le cuesta la elección al presidente impuesto de México, Enrique Peña Nieto del Partido Revolucionario Institucional. Para todos fue sorprendente que las muestras de repudio y militancia por la causa social se dieran en una de las universidades privadas más acomodadas del país: la Universidad Iberoamericana. Los jóvenes estudiantes de la Iberoamericana increparon al entonces candidato Peña, en una presentación de campaña en el auditorio principal de su campus, con preguntas que incomodaron y ridiculizaron al tardo candidato de Televisa. Su fascismo voraz, exhibido al referirse con soltura y bravuconería a su brutal represión a los habitantes de San Salvador Atenco, como gobernador del Estado de México en mayo 2006, serviría como la pólvora que desataría la ira del estudiantado y obligaría al candidato a buscar refugio en los baños públicos del campus universitario para después abandonar las instalaciones por la puerta trasera entre gritos de “asesino” y “Atenco no se olvida”.
Al día siguiente la consigna de la cúpula PRIista fue la de “apagar la llamarada de petate”, bien saben los PRIistas que es muy peligroso prender la mecha de la rebelión juvenil. El autoritario Pedro Joaquín Coldwell, haciendo gala de su vena diazordazista, acusó a los estudiantes de ser unos “porros” y “acarreados” al servicio de facciones políticas contrarias a la candidatura del “Golden Boy” Peña Nieto. Esa fue la llamarada incontrolable que hizo de #Yosoy132 un movimiento que unió a todos los universitarios del país en contra del candidato del salinismo, el candidato de la violación de derechos humanos, el candidato de los pactos “abajito del agua” con Emilio Azcárraga, el candidato de los robos millonarios en la administración de Montiel, el candidato de la telecracia y el Grupo Atlacomulco.
Desde sus inicios el movimiento de estudiantes, en su mayoría de universidades públicas, se impuso como la única fuerza que podría revertir, meses antes de la elección, el circo mediático de Televisa y su imposición de un mediocre político de segunda línea para convertirlo en presidente de México. Ya en la primera Asamblea General celebrada en las islas de la UNAM se percibía un espíritu combativo de toda la juventud en contra de la continuación del modelo neoliberal que ha empobrecido hasta la inanición a más del 60% de los mexicanos y ha puesto al país al servicio de los grandes capitales extranjeros y sus cúpulas financistas. Las estructuras de poder temblaron; la televisión, la radio, la prensa tenían la consigna de desmantelar el movimiento a como diera lugar: una elección comprada estaba en riesgo.
Como es bien sabido, el PRI es experto en infiltración y desmantelamiento de movimientos sociales. Para ello se sirven de la intimidación, el dinero, la “captación de talentos” y otras medidas extremas (recordemos a los muertos de 1968). Estemos claros, el movimiento 132 siempre tuvo el impulso necesario para romper con el status quo impuesto por una democracia burguesa que nos ha querido anestesiar de las injusticias, el saqueo financiero, el empobrecimiento del campo y la narcotización de la política con las jeringas de la “libertad”, la “prosperidad” y un “futuro promisorio” que “mueve a México”. Es precisamente el discurso contestatario de #Yosoy132 el que preocupó al PRI y al gobierno fallido de Acción Nacional, la dupla partidista que busca afianzar el proyecto neoliberal en México. Surgió la consigna de infiltrar al movimiento estudiantil por cualquier medio necesario. Para ello se sirvieron de una pseudo-universidad que es más bien un “instituto tecnológico” (léase: ‘tecnocrático’), el ITAM; cuna de ilustres personajes como: Felipe Calderón Hinojosa (genocida del pueblo mexicano), Juan Molinar Horcasitas (Guardería ABC), Alonso Lujambio (ideólogo PANista ultra-conservador), Luis Téllez Kuenzler (caso Purificación Carpinteyro), Ernesto Cordero Arroyo (narco-lavador financista ahora presidente del Senado), Georgina Kessel (ex Secretaria de Energía de FCH que buscó vender soberanía energética de México a la Shell y British Petroleum), Emilio Lozoya Austin (actual presidente de PEMEX que busca su privatización y venta a empresas extranjeras), Luis Videgaray Caso (Secretario de Hacienda y principal operador de Peña), por mencionar a algunos de los ITAMitas más sonados en las últimas dos administraciones. En general, podemos pensar en el ITAM como una fábrica de tecnócratas al servicio del salinismo y su proyecto neoliberal-privatizador. Es curioso que una universidad como el ITAM haya tenido un interés desmedido por un movimiento que entre sus principales consignas se encontraba el anti-neoliberalismo; un modelo político-económico enseñado en sus aulas por egregios personajes como el ex secretario de Hacienda del salinismo Pedro Aspe y el doctrinario ultra-neoliberal de la Universidad de Chicago Isaac Katz Burstin (cuyas alucinaciones friedmanianas pueden ser leídas con regularidad en el periódico El Economista).
Podríamos pensar que se trataba del despertar de jóvenes acomodados ITAMitas que se unían por primera vez a la lucha histórica por la justicia social y el respeto a la dignidad del hombre, lo cual habría significado la rebelión interna en el seno del templo doctrinal neoliberal por excelencia. Por el contrario, el continuo sabotaje del movimiento por parte de los rostros más visibles ITAMitas dentro de 132 nos hace pensar que sus intenciones no tuvieron ni una triza de nobleza. Recordemos por ejemplo, la auto-asumida vocería en medios de comunicación de Antonio Attolini, estudiante de Ciencia Política de aquél instituto y cercano a las huestes de Carlos Salinas de Gortari vía su comparsa Jorge M. Galván, ferviente militante PRIista y comodín de Luis Videgaray.
Jorge M. Galván es un ITAMita, miembro del Partido Revolucionario Institucional, quien trabajó como operador del “ectivismo” (jóvenes operadores del PRI que buscan hacer carrera política denigrándose) en su natal Morelia, Michoacán (aquí se le puede ver en campaña:http://www.sdpnoticias.com/nacional/2012/10/25/circulan-fotografia-de-panelista-de-sin-filtro-ondeando-bandera-del-pri). Muy al inicio del movimiento #Yosoy132, como parte de una estrategia de distracción y confusión, el PRIista Jorge M. Galván dio esta entrevista en TV Azteca con Katia D’Artigues intentado desterrar el “anti-peñismo” de #YoSoy132, siguiendo la consigna de la cúpula ITAMita. (Aquí la entrevista:http://www.azteca.com/capitulos/katia360/111989/jorge-m-galvan—).
Véase también:
Tanto Galván como Attolini pertenecen ahora a la nómina de Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa. Lo que evidencia que detrás de esta estrategia de “continencia” se encontraban las altas cúpulas de la televisora fundada en 1951 por el infame Emilio Azcárraga Vidaurreta, el patriarca del clan Azcárraga: una familia que gusta autodefinirse como “soldados del PRI”.
Ahora sabemos que el ITAM presionó para que las protestas de #Yosoy132 no tuvieran lugar afuera del CEN del PRI (como habría sido natural) sino a las afueras de Televisa San Ángel (un terreno amigable donde podrían montar una “protesta espontánea”) y al hacerlo cambiaron por completo el enfoque del movimiento de lucha social hacia uno de “concientización ciudadana” y “anti-monopolios”. Attolini fue la pieza clave, desde un inicio, para posicionar esta versión “descafeinada” del movimiento estudiantil, cambiando consignas como “¡Peña, la Ibero no te quiere!”, “¡Atenco no se olvida! y “¡Peña, asesino!” por delicadezas como “¡Internet para todos!” y “¡Propuestas antes que protestas!”. Cabe señalar que el primer posicionamiento del colectivo #Yosoy132 fue hecho, de manera tramposa, por Antonio Attolini a las afueras de Televisa San Ángel y, curiosamente, no se menciona ni una sola vez el nombre del entonces candidato del PRI, y quien sería impuesto en la presidencia, Enrique Peña Nieto.
“Manifestación del ITAM en Televisa San Ángel”:http://youtu.be/tg34-KMSCKs
Podemos notar un secuestro y una redirección del discurso hacia la terminología tecnocrática y la cultura política burguesa, en la adopción de términos como: <<plena competencia>>, <<periodismo objetivo>>, <<espacio de deliberación>>, etc.
En palabras del propio Attolini:
“Buscamos oxigenar el debate político de este país con propuestas, en esto que llamamos un espacio de deliberación. Para eso es necesaria la apertura de los medios, que estos informen en espacios de plena competencia. Que la radio no sea censurada, que los periódicos sean objetivos con lo que reportan. Que se reconozca al internet como herramienta del cambio social. Por eso nos juntamos hoy estudiantes de varias universidades, con visiones distintas, pero con una inquietud en común: lo sucedido en la Universidad Iberoamericana el pasado 11 de mayo sirve como chispa de un movimiento que pretende tener una profundidad sin precedentes: ¡seamos el cambio que México necesita!”
En un discurso soso y tibio, que bien podría haber sido redactado en el escritorio de algún dirigente juvenil PRIista, Attolini vira completamente, en cuestión de tres minutos, el discurso original de #Yosoy132 hacia las coordenadas del “activismo”, opacando así las consignas contestatarias en la Universidad Iberoamericana.
Compárese con:
“Peña, la Ibero no te quiere!” http://youtu.be/VCa1QwwwF6s
“¡Atenco no se Olvida! ¡Fuera, Fuera!” http://youtu.be/-olyeBnyZkI
“Peña se encierra en el baño” http://youtu.be/6mYLjiP35zs
“Visita de Peña Nieto a la Ibero” http://youtu.be/Bkw9OSelEss
En este último link se puede ver el resumen de noticias de Milenio de ese 11 de mayo de 2012, donde un supuesto estudiante de la Universidad Iberoamericana defiende y apoya la visita de Peña a “su universidad”, así lo muestra en pantalla el noticiero Milenio de Grupo Televisa:En realidad se trata de Alejandro Sanders Villa, estudiante del ITAM e infiltrado de la campaña de Peña dentro del campus de la UIA. Este es el mismo faraute que aparecería horas después en un video propagandístico de la campaña PRIista que intentaba recuperar algunas migajas de la credibilidad destrozada del candidato después de la tunda verbal que le dieron los estudiantes de la Iberoamericana. Dicho video fue penosamente eliminado de la red una vez que se descubriera el tremendo teatrito con los cachirules ITAMitas, tal cual lo reportó Sin Embargo (http://www.sinembargo.mx/14-05-2012/233855).Paris Piñera (arriba), el otro cachirul ITAMita que se hizo pasar por estudiante de la Iberoamericana. Se comprueba que el ITAM no es una institución que presuma de inculcar valores éticos a sus alumnos.
Pero Attolini, a pesar de ser el personaje más visible en las cámaras de televisión, no es el artífice de la infiltración neoliberal sino sólo su vocero. Como es ya un “modus operandi” de la escuela salinista de hacer política, se necesitó de un operador tras bambalinas que orquestaría una estrategia de comunicación favorable al candidato PRIista siempre bajo la apariencia de un discurso contestatario. El artífice de la infiltración neoliberal del ITAM y la relativamente exitosa campaña de “moderación” del #Yosoy132 es un personaje que lleva por nombre Tevye de Lara, ITAMita y emisario del ex canciller Jorge G. Castañeda Gutman, uno de los halcones de extrema derecha más “ilustres” de la escena política nacional, cercano a su vez a la C.I.A., el Departamento de Estado de EE.UU. y otros organismos “civiles” (léase: golpistas) patrocinados por la tesorería norteamericana, como el Institute for Peace y el American Endowment for Democracy. La relación entre Castañeda Gutman y De Lara la exhibimos el Dr. Alfredo Jalife-Rahme y este servidor en redes sociales (y así desarticulamos la campaña de desprestigio que estaba siendo perpetuada por un grupúsculo con afiliaciones con el gobierno israelí; motivo de una próxima investigación). De Lara responde también a las directrices de otro obscuro personaje, Rafael Fernández de Castro, una de las vacas sagradas más “ilustres” del ITAM, fundador del Departamento de Estudios Internacionales en esa universidad y el único mexicano que figura como parte de la mesa directiva del Council of Foreign Relations (CFR) el brazo ideológico-académico de la Comisión Trilateral (Trilateral Comission). El objetivo de ambas organizaciones es la exportación del modelo neoliberal-privatizador a todos los hemisferios del mundo. Entre los ideólogos del CFR se encuentra Francis Fukuyama, el famoso neo-conservador norteamericano de origen japonés que pregonaba el “fin de la historia” y la hegemonía del modelo político y social de E.U. por sobre cualquier otro sistema en el orbe. Recordemos también que Fernández de Castro fue el principal “asesor” de Felipe Calderón Hinojosa y de Vicente Fox en sus desastrosas políticas exteriores en 12 años de PANismo. FCH a su vez apoyó a Peña en las pasadas elecciones aun cuando no era el candidato de su partido (pero sí de su política de “guerra contra el narco”). Fernández de Castro financia la revista neoliberal “El Globalista”, una publicación del ITAM dirigida por De Lara y encaminada a vender el proyecto financierista neoliberal y la idea de “América del Norte” como una región integrada económica, política y culturalmente (la venta de la soberanía nacional de México).
Esta es la “formación” doctrinaria que prevalece en el ITAM y de la cual tanto Attolini, como Galván y De Lara, así como los demás voceros del 132 en el ITAM siguieron al pie de la letra. Es por consigna de esta cúpula neoliberal que se dieron a la tarea de iniciar la Asamblea Local 132 en el ITAM y cambiar de inmediato las consignas y los objetivos del movimiento hacia una versión aparentemente “rebelde” pero que se circunscribía al horizonte ideológico del sistema neoliberal mexicano (léase: salinismo). La principal misión de estos neoliberales de nueva generación fue la de desviar la atención del movimiento sobre la figura y la candidatura de Enrique Peña Nieto, el actual presidente impuesto de México. Para ello idearon un nuevo discurso, alejado de cualquier impacto político real, un discurso abstracto, clasemediero, comodino, propio de una mentalidad pequeño-burguesa, un discurso atractivo tanto para Televisa como para TV Azteca (no por nada la aparente apertura al #Yosoy132 de ambas televisoras mientras se tratase de voceros del ITAM). Recordemos que la única universidad del movimiento #Yosoy132 que no se opuso a la candidatura de Peña fue el ITAM (ver: http://www.eluniversal.com.mx/notas/849772.html) en un momento donde la abstención, por contexto, significaba apoyo directo. En particular la tarea de De Lara fue la de introducir un discurso que se remitía a las categorías liberal-capitalistas de <<competencia real>>, <<antimonopolios>>, <<concentración de mercado>> (ver:http://www.eluniversal.com.mx/notas/849983.html) y otros recursos retóricos neoliberales que disfrazados de un aparente afán democratizador sirven de justificación y continuidad al sistema neoliberal, desviando la atención de las demandas originales del 132: la justicia social y la lucha contra la imposición de Peña y el PRI y su confabulación con Televisa.
El aparato comunicacional oficialista mexicano recibió gustoso esta interpretación mañosa de la movilización estudiantil, loándola con adjetivos de elogio como una expresión “moderna”, “democrática”, “juvenil” en “a favor de la transparencia en los medios de comunicación”. Quién podría negar el daño que Televisa, TV Azteca y los periódicos serviles al gobierno han hecho al pueblo de México con su uso mafioso del espectro radioeléctrico y su adoctrinamiento de 24 hrs. que tiene adormecido al pueblo de México. Sin embargo la lucha social no se reduce a exigir medios objetivos y honestos o a denunciar las prácticas del infame Emilio Azcárraga Jean y su narco-televisora. La lucha social en México es radical y de fondo, es contra un sistema que empobrece al 99% de los mexicanos mientras un 1% se enriquece por el secuestro de la plusvalía del obrero (hay obreros de corbata también, dicho sea de paso). #Yosoy132 nació con el repudio a la represión del pueblo por el Estado (San Salvador Atenco) no por cualquier tipo de “concentración de mercado” ni “democratización de medios” u otro slogan de suavidad pequeño-burguesa, aceptable para la clase dirigente. Así es como el ITAM buscó crearse una imagen pública de liderazgo dentro del 132 para después explotarla a su antojo a favor del PRI, en momentos de grave crisis para el Partido Revolucionario Institucional, en vísperas de las elecciones del 2 de julio de 2012. Con cada aparición de Antonio Attolini en los medios de comunicación, se le confeccionó el liderazgo de facto del movimiento, un liderazgo que no tenía ninguna correspondencia dentro de la Asamblea General, un liderazgo falso, cosmético, impuesto mediáticamente siguiendo exactamente la misma fórmula que impuso en la presidencia a Peña.
Como parte de la estrategia de “aplacamiento” difundieron también en medios de comunicación la idea de que los fundadores del movimiento #Yosoy132 se encontraban en las universidades privadas y que habían sido rebasados por las acciones “anarquistas” y “desorganizadas” de las universidades públicas, quienes buscaban denigrar el mensaje “original” del 132 y se empecinaban en “radicalizarse” y desconocer a Enrique Peña Nieto como presidente de México. Quien mejor se sinceró al respecto fue la vocera del ITAM Gisela Perez de Hacha, sobrina del PANista Manuel Clouthier (ver: http://www.noticieroaltavoz.com/?p=49156) quien afirmó sin ningún tapujo que en el 132 había una clara división entre los “activos” y los “de masa”.Perez de Hacha ocupa, tramposamente (y bajo comisión), la narrativa de un movimiento “original” a favor de la “transparencia en los medios de comunicación” que fue “radicalizado” por las universidades públicas. Escribe en Animal Político lo siguiente:
“Al bloque al que pertenecía mi escuela, el ITAM, lo voy a llamar el bloque de “los activos”. En mi percepción, todas las actividades sustanciales del movimiento salieron por la coordinación de este grupo de personas.”
“El bloque de “los de masa” fueron quienes precisamente abrieron la puerta a Atenco y al SME.”
Recordemos que es precisamente la brutalidad policial y la represión de EPN en San Salvador Atenco lo que inicia el fuego de #Yosoy132.
(Para el texto completo ver: “La democracia de #YoSoy132:http://www.animalpolitico.com/blogueros-blog-invitado/2012/09/19/la-democracia-de-yosoy132/#axzz2Swei6oX9).
Una vez consumada la imposición de Enrique Peña Nieto, la estrategia de comunicación cambió una vez más, ahora para evitar a toda costa la movilización de #Yosoy132 en contra del fraude y la imposición. Attolini fue el primero a salir en medios (ni más ni menos que en Televisa) para iniciar la campaña de “rechazo” al desconocimiento del IFE. En entrevista con Carlos Loret de Mola, él mismo otro ITAMita y un “periodista” conocido por montar y orquestar notas en horario estelar, se le escucha decir: (para ver la entrevista: http://youtu.be/hkn0bmvL0c4)
“Nosotros en el ITAM no estamos en contra de Peña Nieto sino a favor de la rendición de cuentas, a favor de eliminar la corrupción, a favor de las investigaciones con apego a derecho.”
Y refiriéndose a Enrique Peña Nieto:
“El señor es padre de familia, compañero,amigo. Él, como ente político y ahora como el que será prácticamente, inevitablemente, el titular del poder ejecutivo tiene naturalmente, en un orden democrático sano, que soportar crítica constructiva de parte de un colectivo que se ha asumido como contrapeso.”
Cuando se le pregunta sobre si el 132 protestará ante el fraude y la imposición de Enrique Peña Nieto y el aval del IFE, Attolini contesta:
“Protestaremos en la medida en la que el diagnóstico y los procedimientos de la elección tengan que buscar un cauce institucional: la FEPADE, la PGR y el IFE como instancia reconocida.”
Su comparsa Jorge M. Galván hace lo propio:
http://jorgemgalvan.blogspot.mx/2012/06/el-fraude-de-yosoy132.htmlY en la Televisora de Ricardo Salinas, TV Azteca, recibieron con brazos abiertos el discurso “moderado” de los voceros ITAM que alegremente declaran su ineludible reconocimiento al resultado electoral y prohíben de manera embustera el voto útil en contra de Peña Nieto. En una mojiganga televisiva bien pensada, se simula un debate entre juventudes PRIistas y el movimiento 132 (donde aparece el propio De Lara). Basta un análisis medianamente substancial para darse cuenta que la mesa la comparten seis miembros de los cuadros PRIistas, quienes en todo momento reculan de cuestionar o criticar la candidatura de Enrique Peña Nieto.Aquí el link del debate-simulación auspiciado por la presentadora de televisión Sabina Berman Goldberg, amiga de De Lara y confesa “fraude-fóbica”: http://youtu.be/AD2-FxA-zx8Obsérvense los minutos 28:45 donde prohíben el voto útil en contra del candidato del PRI y llaman abiertamente a dividir el voto en favor de Enrique Peña Nieto; y en el minuto 44:37 reafirman su intención “ineludible” de respetar el fraude del Instituto Federal Electoral. En general, la línea del programa es la de convencer al público de que no habrá fraude en las elecciones del 2 de julio (2012).
Ante la estrategia de división articulada por los estudiantes del ITAM, se logró el secuestro mediático y la bipartición de la realidad del 132: por un lado el movimiento de base social, representativo, colectivista, de lucha por la justicia social y en contra de la imposición de Enrique Peña Nieto por la confabulación Televisa-PRI; es decir, el movimiento real, el de las calles y la protesta. Por otro lado, el movimiento mediático, mercadológico, el “reality show” que confeccionó personajes carismáticos y publicitarios para el consumo de la grandes teleaudiencias. El clímax de esta telenovela social fue la “traición de Attolini”, el último capítulo (o al menos así querían acabar el guión del show) donde el gran líder de 132 se vendería a los intereses de Televisa y el movimiento quedaría oficialmente desarticulado. Cuando se habla de la “traición” de Antonio Attolini se incurre en una ingenuidad atroz; Attolini nunca fue parte de 132, no compartió la lucha ni el ideario, no tuvo un liderazgo real, se trató del seguimiento de un “script” que se redactó en las oficinas de Televisa (¿o tal vez del CEN del PRI?).A Attolini no lo compraron… lo premiaron.No cuesta trabajo imaginar que habría sido del #Yosoy132 sin la infiltración neoliberal del ITAM: habríamos presenciado un movimiento estudiantil frontal, militante y combativo en contra de la continuidad del modelo neoliberal y la imposición de Enrique Peña Nieto. Los estudiantes no se habrían prestado al circo, la maroma y el teatro impuestos por Televisa y su arlequín Attolini. El aparato comunicacional del oficialismo no habría tenido la gustosa oportunidad de retratar la movilización desde el delicado lente de las categorías pequeño-burguesas. No habría habido ambigüedad sobre el repudio a Peña. Se habría logrado una gran movilización estudiantil de vanguardia que iniciara el proceso de regresión hacia un sistema más justo e igualitario y en contra de la vorágine neoliberal. En la medida en la que, a un año del inicio del #Yosoy132, la atención se centre en la narrativa de las personalidades, las traiciones y los programas de televisión de la juventud de plástico que juega a comentar la realidad del país, la infiltración neoliberal habrá sido exitosa.
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