Enrique en el país de las maravillas

Dos Méxicos, dos realidades. Mientras el país cabalga por la senda del despeñadero, Enrique comparte con el mundo sus destrezas de ilusionista.

El tour mediático oficial nos presenta un país lleno de espectáculos, de logros y de avances.

Se aprueba la reforma laboral (¡aplausos!). Se aprueba la reforma educativa (¡aplausos!). Se aprueba la reforma en telecomunicaciones (¡aplausos!). Se aprueba la reforma para vender playas a los extranjeros (¡aplausos!). Se aprueba una nueva reforma minera (¡aplausos!). Se aprueba la reforma financiera (¡aplausos!). Se firma el pacto por México (¡aplausos!). Se arma el show de la Sedesol (¡aplausos!). Se vuelve firmar el Pacto por México (¡aplausos!). Se acuerda cumplir con lo que dice la ley (¡aplausos!). Se hace un acuerdo para cumplir el acuerdo (¡aplausos!)

El FMI aplaude a Enrique por sus privatizaciones y anuncia que habrá más. Obama aplaude la audacia de Enrique y la aprobación de tantas reformas. Las calificadoras internacionales elevan la nota al gobierno mexicano. Los voceros del régimen aplauden que las ejecuciones por mes pasaron de mil 1500 a 1499.

Pero como decíamos al principio, hay otra realidad. Muchas reformas y cero resultados. Ya el neoliberalismo mexicano acumula más de un centenar de reformas estructurales y quiere más, pues con cada una promete que habrá bonanza y prosperidad. Sin embargo, la cosa se pone peor.

De acuerdo a cifras oficiales, la inflación de este año será la más alta en un quinquenio. Del crecimiento esperado del 3.4% sólo llegaremos al 1%. La gasolina hoy en día es más cara que en Estados Unidos y, por supuesto, más cara que en Irán, Arabia Saudita, Rusia y Venezuela. La inflación general supuestamente está controlada, pero los alimentos tienen precios que andan por las nubes. Apenas hace un par de días, el tomate registró una alza de hasta 400%, las frutas y verduras, en general, subieron en un 25%, el huevo se disparó en un 20%, el chile de árbol incrementó 90% y el jalapeño 182%. En mayo aumentará el cobro de la luz para la clase media en un 8.4%. La UNAM anuncia que rechazará al 91% de los aspirantes a ingresar a esa casa de estudios y el IPN al 80%

En las calles y hogares se sigue resintiendo el desempleo, la carestía y la falta de expectativas, la ausencia de futuro. En los monederos de las amas de casa, en la mesa de las familias, no se reflejan las festejadas reformas.

Y mientras tanto... Enrique sigue en el país de las maravillas.

Twitter: @martibatre
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