México.- Reveladora la crónica política del prestigiado periodista Jorge Fernández Menéndez cuando escribe sobre la fastuosidad con que el gobernador de Chihuahua, César Duarte festejó su cumpleaños a todo costo.
Música, mariachi, rostros del espectáculo dando lo mejor de sus artes, comida y bebida hasta el amanecer fueron los medios para que el gobernador pudiera transmitir su gusto de estar al frente de la entidad, así sea una de las más violentas del mundo.
Ese menú se los regaló a sus amigos del poder, a los otros a los que gobierna les regaló su devoción por Dios y les pidió sumarse a él.
Frente a más de 10 mil fieles asistentes a la misa, el gobernador ofreció perdón a Dios “por todo lo sucedido en el pasado en Chihuahua” y agregó, “yo, César Duarte Jáquez, por este medio me consagro a mí mismo, a mi familia, a mi servicio público en la sociedad. Pido al Sagrado Corazón de Jesús que escuche y acepte mi consagración, que me ayude a la intercesión del Inmaculado Corazón de María, le entrego a Dios y a su divina voluntad todo lo que somos, todo lo que tenemos en el estado de Chihuahua...” Luego comenzó la comilona.
No cabe duda que para esta, su fiesta personal, Duarte se preparó con una buena dosis de proverbios bíblicos para entregar Chihuahua a Dios y de paso, dejar tranquila su conciencia.
Lo que no dijo es que atrás de estos conceptos hay una guardada intención de seguir doblegando al pueblo por la vía de la palabra de Dios.
Se ve que mucho aprendió de Eclesiástico, 10:4 y 10:5 donde se establece “El Señor gobierna el país y le manda al hombre que necesita”. O “En las manos del Señor está la suerte del país; él mandará al hombre que hace falta en el tiempo oportuno”.
En Romanos 13:1, 13:2, 13:3 y 13:4:5 también se ve el pensamiento aplicado de César.
En ellos se habla que “Todos se sometan a las autoridades que nos dirigen, porque no hay autoridad que no venga de Dios, y las que existen han sido establecidas por Dios”.
En otra parte advierte: Por eso, el que se rebela contra la autoridad se pone en contra del orden establecido por Dios, y el que se resiste prepara su propia condenación.
Duarte por lo que se ve es de los personajes que viven en otro mundo y pretenden vender su devoción a los pobres pero se olvida que Dios lo puede castigar por andar jugando con él.
Y si no, le convendría que leyera lo que dice Exodos 20:17 en donde el texto sagrado advierte que no debe tomarse en vano el nombre de Yavé, tu Dios, porque Yavé no dejará sin castigo a aquel que toma su nombre en vano.
Como se ve, este festejo tiene mucho fondo y trasfondo político e incluso espiritual pero como dice el proverbio popular, allá él.
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