PIA.- Las políticas de ajuste impulsadas por la Unión Europea generaron el suicidio de alrededor de 2.500 personas en Grecia en los últimos cuatros años. En medio del mutismo mediático, la tasa de quienes se quitaron la vida aumentó de modo considerable desde el 2009 como medida drástica vinculada a la negación del derecho al trabajo, la vivienda y la salud. En paralelo, el gobierno anunció el despido de 15 mil empleados públicos para cumplir con los organismos internacionales de crédito.
En el primer trimestre del corriente año más de 700 personas en situación de pobreza se quitaron la vida, lo cual supone un incremento de un 33 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2012. De todos modos, se trata de una decisión límite que sigue a una cadena que incluye carencia de alimentos, horas y horas en búsqueda de empleo que no se encuentra, ausencia de atención médica y represión policial. Entra en juego la vulneración de derechos básicos tales como la salud, la educación y la vivienda.
Grecia es el país de la Unión Europea con la mayor cantidad de personas sin trabajo. Posee una tasa de desempleo de 27,2 por ciento de desempleo, según señaló en enero la Oficina de Estadísticas de la Comisión Europea (Eurostat). A ello se le suman nuevos ajustes neoliberales encabezados por el gobierno de Adonis Samarás, quien anunció el despido masivo de 15 mil empleados públicos. La medida fue tomada en el marco de un acuerdo con la Troika financiera como condición para recibir dinero de “rescate”.
En los últimos años, la situación de los griegos se complicó aún más con la eliminación de muchas prestaciones sociales y de exenciones fiscales para familias numerosas y para otras categorías, tales como personas con discapacidad. En ese marco, también aumentaron las movilizaciones y jornadas de lucha en denuncia de las agresiones neoliberales contra el pueblo. El pasado miércoles, Día Internacional del Trabajador, los griegos llevaron a cabo la segunda huelga general del año.
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