viernes, 3 de mayo de 2013

Hubo varios destrozos, robo y saqueo de oficinas, reportan empleados de rectoría


De la alegría pasaron al enojo al comprobar que los encapuchados se llevaron sus cosas
No creo que fueran estudiantes, señala un trabajador; revisan que no falten sellos de la UNAM
Emir Olivares Alonso
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de mayo de 2013, p. 15
En el regreso a las actividades cotidianas en la torre de la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), algunos empleados transitaron de la alegría por recuperar su espacio de trabajo a la frustración y el enojo, al corroborar la ausencia de muchas de sus pertenencias, archivos de trabajo y otros materiales con los que contaban.
La mañana de ayer, el edificio principal de la máxima casa de estudios retomó la normalidad en sus labores, después de 12 días de que un grupo de jóvenes con los rostros cubiertos mantuvo tomado el edificio en demanda de la reinstalación de varios estudiantes expulsados del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan, y en rechazo a la actualización de los planes y programas de estudio en ese subsistema de bachillerato.
Luego de que autoridades universitarias y los inconformes llegaran a un acuerdo –resolviendo que a partir del próximo 9 de mayo se instalará una mesa de diálogo sobre la reforma en el CCH–, la mañana del miércoles se logró la desocupación de rectoría, y ayer los trabajadores retornaron a sus actividades cotidianas.
Casi con el amanecer, los 800 empleados de rectoría empezaron a llegar a su espacio habitual de labores. El inicio de la jornada adentro del edificio era festivo: sonrisas y bromas entre algunos, aunque no faltaron los que iban retrasados.
El ambiente de camaradería transmutó para muchos al darse cuenta de que en sus oficinas había algunos destrozos y, para algunos, pérdidas materiales, monetarias o de algún artículo con historia personal que guardaban en sus cubículos. Los empleados reportaron ante algunos representantes de los medios de comunicación esas pérdidas, aunque por temor, en la mayoría de los casos pidieron que sus nombres no se den a conocer.
Un empleado del primer nivel de la torre, con más de 25 años de antigüedad laboral en la máxima casa de estudios, detalló que la medalla que recibió por más de cinco lustros de servicio a la UNAM no aparece, al igual que muchos documentos importantes de sus archivos.
“Tengo más de 25 años trabajando en la universidad y mi medalla (conmemorativa) se la llevaron. Saquearon la oficina de mi jefa; se llevaron planes de estudio y estamos revisando que no nos falten sellos, que son muy importantes para los estudiantes. Da mucho coraje, porque yo vine algunas veces y había gente que los defendía (a quienes mantuvieron la ocupación). Decían: ‘Compañeros, apoyemos’. ¿Pero, para esto, para saquear, para robar? Son una bola de rateros”, comentó.
Una empleada relató que una de sus compañeras dejó en una gaveta bajo llave varios objetos de aprecio personal, y este jueves al regresar habían desaparecido. No se vale; esos artículos eran muy importantes para ella, quizás no son tan costosos, pero significaban algo.
Algunos otros trabajadores prefirieron no emitir comentarios. ¿Qué tal si me meto en problemas? Lo que le puedo decir es que hay muchos destrozos y dejaron mucha suciedad. Reportaron que ayer había trabajos de limpieza y restauración en algunos pisos.
Otra trabajadora de la Dirección General de Administración Escolar afirmó: se llevaron computadoras y objetos personales. A mí me dejaron sin computadora, violaron una caja fuerte. Creo que quienes ocuparon las instalaciones actuaron con saña; no creo que sean estudiantes, porque si lo fueran no habrían actuado de esa manera.
Al mediodía, el rector de la UNAM, José Narro Robles, se reunió con los empleados de la torre para darles las gracias por el apoyo y por su compromiso con la casa de estudios al continuar con su trabajo en sedes alternas.

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