jueves, 29 de noviembre de 2012

FMI: abrir el sector energético a la iniciativa privada será prioridad para Peña Nieto

El nuevo gobierno considera proveer las bases legales para que la IP participe en el rubro
 
El organismo recomienda elevar recaudación y reducir la dependencia de los ingresos petroleros
Víctor Cardoso y Roberto González
 
Periódico La Jornada
Jueves 29 de noviembre de 2012, p. 28
Una de las prioridades del gobierno que encabezará el priísta Enrique Peña Nieto a partir del sábado es la modificación de la legislación vigente para permitir la apertura del sector energético al capital privado, aseguró el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La nueva administración está considerando la apertura del sector de hidrocarburos a la inversión privada, a partir de proveer las bases legales para la participación del sector privado en esas áreas, sostuvo el organismo financiero internacional en un reporte de evaluación que cada año realiza el directorio ejecutivo sobre la economía mexicana y que está contemplado en el artículo IV del acta constitutiva del FMI.
Como parte de la evaluación realizada, los especialistas del FMI pronosticaron una baja en el ritmo de crecimiento económico de México para 2013, que se ubicaría en 3.5 por ciento contra 3.8 este año.
También alertaron al actual y al próximo gobiernos sobre la persistencia de riesgos derivados de la crisis económica internacional; recomendó elevar la recaudación de ingresos, reducir la dependencia de los ingresos petroleros, evitar una excesiva compresión de la inversión pública e impulsar reformas fiscales más profundas para evitar presiones en el presupuesto derivadas del envejecimiento de la población (sistemas de pensiones) y la reducción de los ingresos petroleros como porcentaje del PIB (producto interno bruto).
Para el FMI una nueva reforma energética deberá abordar los obstáculos a la inversión privada e impulsar una mayor eficiencia del sector público cuyos principales lastres se identificaron en el sobrecosto de los productos, subsidios, déficit de refinación y pasivos por pensiones.
Pero advierte que la dependencia de los ingresos petroleros (también) representa un lastre para las finanzas públicas en el largo plazo; actualmente los ingresos del petróleo representan una tercera parte de los ingresos del gobierno y, en ausencia de un aumento significativo en el volumen de producción, se prevé un descenso de 3.2 por ciento del PIB hacia 2030.
El reporte menciona que el fin de los ingresos excedentes por petróleo que tuvo México en los últimos años plantearía nuevos retos de la política fiscal y subraya la necesidad de mejorarla. Argumenta: El aumento persistente de los precios del petróleo de los últimos años permitió ampliar significativamente el gasto público, pero la convergencia entre el precio presupuestado para el petróleo y el precio real, en el futuro hará menos probable que se mantengan los ingresos excedentes, aumentará el costo de las coberturas petroleras y reducirá las probabilidades de crecimiento del gasto público.
Según los especialistas del FMI, que se reunieron con integrantes del gobierno federal, las autoridades están conscientes de que para hacer frente a las futuras presiones se requerirá aumentar los ingresos no petroleros –incluidos los recaudados por los gobiernos estatales y municipales– y una racionalización del gasto.
Los mismos representantes gubernamentales argumentaron que por el lado de los ingresos, los esfuerzos deben centrarse en el restablecimiento de un impuesto positivo sobre los precios de la gasolina, ampliar la base del impuesto al valor agregado (IVA), revisar regímenes fiscales especiales, así como impulsar ahorros significativos mediante cambios a regímenes fiscales y la racionalización de los subsidios a los combustibles y la electricidad.

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