Ciro Pérez Silva
Publicado: 23/08/2011 19:34
México, DF. En buena medida, el resultado de la elección a gobernador en el estado de México es responsabilidad de los diputados locales del PRD y del PAN que habiendo sido mayoría entre 2002 y 2008 no promovieron reforma alguna para hacer democráticos los procesos electorales en esa entidad, convinieron Bernardo Barranco, John Ackerman y Jaime Avilés.
Al participar en el foro El resultado de las elecciones en el estado de México y su eventual impacto en las de 2012, organizado por La Jornada y Casa Lamm, los ponentes coincidieron en destacar elementos como la inequidad en el gasto de campaña, que convirtió a ésta en una de las más caras en la historia de México; el uso de programas sociales para la coacción del voto y la sumisión de los órganos electorales al gobierno y al candidato priístas que sumados a la falta de interés de los legisladores por cambiar el estado de cosas, dieron como resultado “una votación que los arrolló en las urnas”.
“No obstante, el vencedor en el reciente proceso electoral a gobernador, el verdadero ganador es el abstencionismo”, aseguró Barranco, que fue cercano a 56 por ciento, sólo comparable al que se observó durante la elección de Enrique Peña Nieto, agregó.
Tanto Ackerman como Avilés coincidieron además en que la misma estrategia que utilizó el tricolor en el estado de México la va a reproducir en la elección presidencial de 2012. Ackerman destacó la campaña de encuestas “que parecían anticipar un resultado que no se alteró ni siquiera con la campaña de los candidatos del PRD y del PAN” y consideró que por el mismo camino se avanza con la figura de Enrique Peña Nieto hacia 2012.
Al abrir la ronda de intervenciones, Bernardo Barranco resumió un extenso análisis que realizó el grupo que integra Dictamen Ciudadano de Observación Electoral en el que hizo referencia a múltiples factores que definieron el resultado. Desde la focalización en la entrega de recursos y programas sociales, “que se entregaban casi de manera personalizada y caso por caso” a los posibles votantes, hasta el uso desmedido de recursos económicos “que nunca conoceremos” pero que hicieron de la campaña del PRI, una de las más costosas en la historia.
Los tres ponentes puntualizaron también que el candidato del PRD, Alejandro Encinas, debe realizar un ejercicio de autocrítica, ya que inició la campaña con niveles de popularidad y conocimiento superiores a los de los candidatos del PRI, Eruviel Ávila y del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, “ventaja que se diluyó en el camino”.
De su parte, Jaime Avilés estableció que a la vista de los resultados, parecería no ser suficiente el que en 2012 se puedan vigilar todas las casillas para defender el voto, en tanto que Barranco mencionó en este sentido que la sociedad y los propios partidos no contaron con los elementos suficientes para plasmar en un documento legal el cúmulo de irregularidades que distinguieron a la elección en el estado de México y que previsiblemente se reproduzcan a mayor escala en la elección presidencial.
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