sábado, 19 de febrero de 2011

Estalla conflicto Slim vs Televisa


Grupo Carso decide suspender su publicidad en la televisora
La decisión costará a la empresa de Azcárraga 1.5% de sus ingresos totales
Según los consorcios, se trata de un diferendo “por tarifas de los anuncios”
Telmex, Telcel, Sanborns, Sears, entre las firmas que no se promoverán
Desde el pasado martes se interrumpieron las negociaciones, según fuentes


Roberto González Amador

Periódico La Jornada
Sábado 19 de febrero de 2011, p. 28
El grupo de empresas propiedad del magnate Carlos Slim Helú, entre ellas Teléfonos de México y Telcel, dejó de anunciarse en las estaciones de Televisa, la principal televisora del país. La decisión escaló la disputa entre los dos principales consorcios de telecomunicaciones, sector altamente redituable en términos económicos y de poder político.

Ambos grupos económicos aseguraron ayer que se trata de una diferencia económica en torno a tarifas publicitarias. Sin embargo, los mercados accionarios de México y Nueva York, en los que cotizan las acciones de las dos compañías, no reflejaron en lo inmediato algún efecto de la disputa. Los títulos de Televisa que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cerraron este viernes con una ganancia de 2.37 por ciento. Los de Telmex repuntaron 2.46 y los de América Móvil, la compañía de telefonía celular de Slim, avanzaron 0.96.

Reacción de los mercados

La BMV, en la que las empresas de Slim aportan poco más de un tercio del valor total del mercado, cerró este viernes con una ganancia de 0.79 por ciento.

“No hubo acuerdo entre el Grupo Carso y Televisa respecto de las tarifas para este año”, declaró a este diario un vocero del empresario Carlos Slim. Televisa quiso subir el costo de la publicidad más allá de la tendencia de los últimos años, aseguró. Según información obtenida por La Jornada, la negociación entre ambas empresas se interrumpió el martes pasado. “Habrá diálogo, pero no está el horno para bollos”, comentó una fuente de la telefónica.

Entre las compañías que dejaron de anunciarse en Televisa están: Teléfonos de México, Telcel, la cadena de tiendas y restaurantes Sanborn’s y las filiales del Grupo Financiero Inbursa.

La parte sustancial de la mercadotecnia que hace el grupo de empresas de Slim tiene que ver con la prestación de servicios telefónicos móvil (Telcel) y fijo (Telmex), así como de conexión a internet a través de Prodigy. En particular las de telefonía móvil e Internet representan dos de las áreas de mayor dinamismo en el mercado de telecomunicaciones en México.

Una fuente de Televisa dijo a este diario que donde no hubo acuerdo fue en la negociación por anticipado del paquete de anuncios del grupo de empresas de Slim para este año. Es usual en el mercado publicitario que las empresas contratan por anticipado sus pautas de anuncios.

En 2010, la empresa de Emilio Azcárraga Jean facturó por concepto de publicidad unos 900 millones de pesos a las compañías de Slim, según una cifra corroborada ayer a este diario por una fuente de la televisora. Esa cantidad representa 1.5 por ciento de sus ingresos totales, que el año pasado fueron de 57 mil 856.8 millones de pesos, y alrededor de 4 por ciento de la facturación en televisión abierta.

Reporte en The Wall Streer Journal

El anuncio sobre la decisión de las firmas de Slim lo hizo Alonso de Angoitia, vicepresidente de Televisa, en una conferencia con analistas realizada este viernes en la que presentó los resultados de la televisora en 2010. También ayer, el diario estadunidense The Wall Street Journal publicó la primera información sobre este tema.

La decisión de Slim de no publicitar a sus empresas en la televisora ocurrió en la misma semana en que Televisa solicitó a la Comisión Federal de Competencia (CFC) que investigue una posible violación por parte de Teléfonos de México a su título de concesión emitido en 1991, que no considera la posibilidad de que preste servicios de televisión restringida.

En la demanda ante el organismo antimonopolio, Televisa cuestiona la asociación entre Telmex y Dish, empresa proveedora de servicios de televisión por cable, propiedad en parte del empresario Joaquín Vargas, presidente de MVS Multivisión.

En esa asociación, Telmex participa sólo como intermediario para que los usuarios de Dish puedan pagar la suscripción por medio del recibo telefónico.

La petición de Televisa se hizo a casi dos años de que la CFC autorizó que Echostar y Multivisión integraran una sociedad para constituir Dish México, la primera empresa de televisión de paga que ofreció a los usuarios tarifas más bajas a las que entonces tenían Sky o Cablevisión, ambas empresas de Televisa. Actualmente Dish tiene 2.6 millones de suscriptores.
La empresa de Azcárraga Jean argumenta que la sociedad puede ir más allá de un contrato comercial para efectos de cobranza de un servicio, y sería parte de una sociedad mediante la cual Telmex estaría participando en el negocio de la televisión restringida, área de actividad que no está considerada en el título de concesión de 1991, emitido después de la privatización de la compañía, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

El argumento de la televisora para presentar la demanda fue rechazado por Telmex en un desplegado publicado el pasado miércoles y jueves en varios periódicos –incluido La Jornada–. En ese documento, la telefónica asegura que no participa de manera directa o indirecta en el capital social de Dish. Añade: “en el futuro podríamos participar directamente en una inversión conjunta con Dish México, en caso de que sea aprobada por las autoridades correspondientes, como Telmex ha comunicado reiteradamente en sus reportes bursátiles”.

De acuerdo con lo establecido en la cláusula cuatro del título de concesión de Telmex que se dio a Slim en 1991, la empresa está impedida para ofrecer servicios de video, que en el mercado se dan como televisión. El interés del empresario por entrar a ese mercado responde a que como resultado de la evolución tecnológica y reformas legales, desde hace tres años sus competidores pueden ofrecer televisión por cable, Internet y telefonía fija, el llamado triple play, que es el negocio del futuro en telecomunicaciones. Actualmente, Telmex es la única compañía telefónica que opera en México que tiene prohibido vender el servicio de tv en cualquiera de sus modalidades.

Más allá de la última disputa legal o del limitado efecto económico en Televisa por el retiro de las empresas de Slim como anunciantes, entre ambos consorcios existe una añeja disputa en la que de diferentes maneras se han involucrado las dos últimas administraciones federales panistas.

En el sexenio de Vicente Fox, el entonces secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz –ahora presidente en México de la filial de la española Telefónica– se opuso a que fuera modificado el título de concesión de Telmex para que pudiera participar en la industria televisiva. En favor de la modificación se pronunciaba Pedro Cerisola, ex directivo de Telmex y entonces secretario de Comunicaciones y Transportes.

“Nos quiere destruir”

Ya en esta administración, Slim aseguró que una propuesta del mandatario Felipe Calderón buscaba “destruir” a Telmex. La revelación fue hecha por la revista New Yorker, uno de los medios de referencia en Estados Unidos (una nota al respecto fue publicada por La Jornada el 28 de mayo de 2009). Según la revista, el presidente Felipe Calderón y Luis Téllez, su ex secretario de Comunicaciones, ofrecieron a Slim eliminar la restricción legal para que Telmex participe en el mercado de televisión a cambio de que permita a sus competidores usar –a bajo costo– la infraestructura de la telefónica en las zonas más rentables del país. Después de una tensa reunión de más de dos horas en la residencia oficial de Los Pinos, Slim rechazó la propuesta con el argumento de que aceptarla sería destruir a Telmex.

Televisa se siente amenazada por la entrada de Slim a la televisión, lo cual es una buena noticia para la competencia, dijo entonces a la revista Rafael del Villar, quien es uno de los comisionados de Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y que estuvo presente en la reunión entre Calderón, Téllez y Slim, realizada en marzo de 2008. El 6 de mayo de 1999, Carlos Slim Helú se convirtió en el tercer mayor accionista de Televisa, al adquirir 24 por ciento de su capital en 500 millones de dólares. Slim aportó recursos frescos en un momento en que la televisora enfrentaba un elevado costo por su deuda. La transacción permitió a Azcárraga consolidarse como accionista de control, posición que no tenía asegurada tras la muerte de su padre. Slim se comprometió a venderle sus títulos y a secundar sus decisiones mientras permaneciera como accionista.

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