Hace 18 años, a sus 39 de edad, Alejandro Encinas fue candidato del PRD a la gubernatura del estado de México. Todavía con aquel invencible priísmo y sin la reforma electoral de 1996 que hizo más equitativas las elecciones, el PRI, con Emilio Chuayffet como abanderado, arrasaron con 62.36% de los votos, mientras el panista Luis Felipe Bravo Mena obtuvo el 17.82%. Alejandro Encinas alcanzó 8.7% de los sufragios, en esa la última elección de aplanadora priísta.
Más de una década después, en las presidenciales de 2006, la alianza que estará postulando a Encinas a la gubernatura obtuvo el primer lugar en la entidad con Andrés Manuel López Obrador como candidato (quien apoya la campaña de Encinas), al sumar 2 millones 469 mil 093 votos; el PAN fue segundo con 1 millón 771 mil 515 sufragios, y el PRI-PVEM tercero, con 1 millón 33 mil 110 votos.
Por tal histórico, Encinas no duda en que la alianza PRD-PT-Convergencia tiene posibilidades de ganar la gubernatura del Edomex el próximo 5 de julio, y más porque la historia reciente, afirma, “nos demuestra que en tres ocasiones en que la izquierda ha ido unida le hemos ganado al PRI en el estado de México”.
La entrevista con Encinas se efectuó en el marco de la “segunda gira por la lealtad” de Andrés Manuel López Obrador por Edomex.
Vemos que su oferta es traer los logros de sus gobiernos en el DF. ¿Es así?
Indudablemente retomamos las experiencias de los gobiernos exitosos de la izquierda, que los mejores éxitos se han obtenido en el DF, desde el gobierno del ingeniero (Cuauhtémoc) Cárdenas (1997-1999), y por supuesto las experiencias con Andrés (Manuel López Obrador, 2000-2005), con Marcelo (Ebrard, actual gobernante) y con un servidor. Pero también retomando las experiencias propias del Edomex. Los compromisos que estamos asumiendo son específicos por municipio, atendiendo su problemática regional, sus características económicas, productivas. Y así va a ser a lo largo de la campaña. En realidad es un programa de gobierno ya territorializado a nivel municipal.
¿Qué garantías le dan al electorado de cumplir?
Son dos mecanismos y ya lo hemos hecho. El más importante es darle el marco legal a muchos de los programas de carácter social. Tiene que elevarse a nivel de ley la pensión de adultos mayores, la gratuidad en los servicios médicos y los medicamentos, la entrega de útiles y uniformes escolares. Y otros son resultados de políticas directas del gobierno con los recursos que hay de sobra en la entidad. Esta es la entidad que tiene más recursos presupuestales tiene del país; tiene más recursos que el DF y sin embargo, no solamente no se distribuye territorialmente de manera equitativa, sino que no atiende y menos resuelve los problemas sociales.
Hace 18 años fue candidato a la gubernatura, ¿qué ha pasado en la entidad?
Creo que de ser el estado con el mayor crecimiento poblacional, lamentablemente se ha polarizado mucho la condición social. Es un estado con una profunda desigualdad social. Aquí residen los hombres más ricos del país y en contraste tenemos zonas de marginación y pobreza urbana que no tienen comparación en el resto del país, con niveles similares a países profundamente marginados. Creo que el mayor problema es el de la inequidad, de la enorme desigualdad, y aunque sí ha habido obra pública, ésta no ha impactado necesariamente en la población.
Ve usted corrupción en el gobierno actual, que tiene 148 mil millones de pesos de presupuesto...
Indudablemente, y tiene que ver con una fórmula inequitativa de distribución a nivel nacional. Pero por supuesto yo no voy a regatearle recursos al estado. Lo importante es que estos 148 mil millones de pesos dejen de utilizarse para salarios altos de los funcionarios, para campañas de promoción mediática y se aterricen fundamentalmente a atender la pobreza y la desigualdad en la entidad.
Sobre su residencia, sin duda va a ser algo que le pregunten de manera insistente. ¿Cómo está el asunto?
Tengo residencia en el estado de México desde 1979, en Texcoco, aunque ahora vamos a venirnos hacia la capital del estado. Los documentos los he de presentar al momento del registro, pero debo enfatizar que la legislación del Edomex contempla que la residencia no se pierde con el cambio de domicilio cuando se cumple una función oficial, y fue el caso de cuando estuve en el gobierno del DF.
¿Entonces no ve que habrá problemas en la entidad?
Es un asunto que va a ser político y jurídico. Insisto, yo tengo residencia desde 1979, creo que ligeramente superior a la que tuvo Mario Ramón Beteta (1987) y su Jus Ranchi (calificativo irónico por el concepto Jus Soli, que significa el derecho para gobernar el lugar donde se nació, aunque en realidad se sabía que Beteta usaba sólo a veces el rancho para descansar en fines de semana y no vivía ahí), y con eso obtuvo la residencia, obtuvo un registro. Ahí sentaron jurisprudencia, hay que recordar el asunto.
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