El paquete económico
Abogado
Resulta que el Ejecutivo ha enviado a los legisladores el llamado paquete económico 2011 y antes de conocerlo, ya lo empiezan a resentir miles y miles de acomplejados causantes, miembros de los grupos juveniles llamados la generación de los “ninis” (ni estudian ni trabajan) y asombrados integrantes del pueblo de México que consideran falto de cordura, el asignar en ese paquete más de 3 mil millones pesos a los partidos políticos.
Los juarenses esperamos que los diputados y diputadas federales por nuestra ciudad, así como los senadores por el estado, tomen su papel de defensores de este atribulado pueblo que por ley les corresponde, abandonen en un rincón la apatía y empiecen mediante discursos encendidos y reflexiones maduras, a dejar con la boca abierta a sus compañeros de Cámara luchando porque en la Ley de Ingresos, los organismos comerciales o empresariales reciban los beneficios de dejar sin efecto leyes tan absurdas como el IETU, las multas horrendas y espeluznantes del IMSS, la reducción de las tasas del ISR del 30 al 27 por ciento y los estímulos indispensables para reactivar la economía no sólo de esta frontera sino de todas las fronteras con el vecino país del norte.
Es necesario que se fijen diputados y senadores chihuahuenses la meta de que en el presupuesto de gastos o egresos, se hagan reducciones drásticas en las fuertes sumas que como sueldos perciben los funcionarios de primer, segundo y tercer nivel del gobierno federal que son una sonora cachetada para los escasos ingresos que tiene el común de la gente y que sientan una sola vez en su vida, un gesto solidario con el pueblo al cual gobiernan. Desde luego, deben empezar por los propios legisladores y reducir sus dietas que de tales no tienen sino el nombre y que acompañadas por los gastos de representación son un monumento a la injusticia distributiva.
Es verdaderamente notable cómo el famoso paquete económico, produce en todos los ámbitos un silencio que aterra, precisamente porque es el anticipo de que los vicios de siempre renovados, ponen en circulación gastos sin motivo como por ejemplo los 17 mil millones de pesos que lleva gastados el gobierno federal en comunicación, y que en su mayoría se dedican a justificar todo lo oficial, quedando con enormes agujeros históricos las medidas concretas para obtener la seguridad ciudadana, sin la debida justificación de partidas hechas con criterios disparatados, tales como movilizar la fuerza pública, sin un plan lógico de resultados.
El paquete económico despierta las defensas a ultranza de los legisladores del partido del Presidente; las oposiciones manifiestas de la izquierda y la dividida opinión de los tricolores unos a favor y otros en contra. Sin embargo, se habla hasta rabiar que no se aumentarán los impuestos, sólo para ganar espacios en los medios, pero no se entrelazan con las votaciones que siempre son a favor de que los gravámenes sean aumentados y muchos de ellos de manera inconstitucional.
Como se ha dicho que nuestro país es una tierra de instituciones, cuando los impuestos en criterio de miles de causantes sean personas físicas o morales, son faltos de proporcionalidad y equidad, muchos de ellos acuden a la institución del Juicio de Amparo y fueron notorios más de mil amparos interpuestos en nuestra frontera contra el IETU que fueron negados por la Suprema Corte.
A propósito de la Corte, jamás se ha sabido cuál es el criterio por el cual los señores magistrados de ese cuerpo perciben elevadísimos sueldos y prestaciones que son inequitativos en relación con los del común de la gente. Es tan austera la Corte que nadie se atreve a discutirle nada y posiblemente se tenga razón cuando realizan las interpretaciones legales, pero sucede que sus sueldos no se los pagan los extraterrestres sino los juarenses, chihuahuenses y mexicanos y a lo menos que se tiene derecho es que públicamente se diga cuáles son los criterios para que se les asignen esos extraordinarios ingresos. El paquete puede y debe modificarse.
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