lunes, 26 de abril de 2010

La inaceptable seguridad aceptable...

 • La propuesta indecorosa de Bill
• La lucha intestina del PRI
No hay arte más exquisito, mi estimado, que el arte del engaño. Explosivo inicio de semana con los mismos frentes abiertos, cuyos focos rojos tintinean enloquecidos en el tablero del gymboree (con minúsculas) presidencial recorriendo por completo el espectro político, social y de seguridad.
Porque para seguir documentando el optimismo del chisguete discursivo federal, nada como atestiguar que la “ridícula minoría” pone en jaque al (des)gobierno de Felipe Calderón que atina a decir desde Acapulco (among all places), con ese tacto político que ya es sello de la casa, que no descansará hasta que México tenga estándares de “seguridad aceptables”.
Chingón.
La divertida duda ronda no sólo en la razón (de la sinrazón) del lamentable uso del término, tomando en cuenta que los sugestivos estándares mostrados en casi 41 meses de tiradero danzan desde el 2006 en el techo del 0.56%, haiga sido como haiga sido, sino que el timing de la original palabrería ocurre justo cuando en Estados Unidos el tema de la descontrolada ola de violencia desencadena una serie de medidas que traen molesta jiribilla para Washington, que considera el desmadre en su patio trasero como inaceptable.
Y como la incontinencia verbal ataca y contraataca, nada como las declaraciones de Bill Clinton y su atractiva propuesta de que México desarrolle un esquema de cooperación similar al implementado en Colombia para luchar contra la organizada delincuencia, como si en la actualidad la mentada Iniciativa Mérida no fuera una simpática copia del Plan Colombia tropicalizado para Región 4, yes?
Y encarrerado, Mr. Clinton se fue sin escalas a etiquetar a la “ridícula minoría” como un problema casi sin solución, advirtiendo que es virtualmente imposible que acabemos (¿kimosabi?) con todos los enemigos; es algo dificilísimo de hacer. Necesitamos un Plan integral que vaya más allá de la ayuda a México para que se defienda mejor, afirmando además que el esquema de combate no puede apostarle todo al éxito de la confrontación militar.
Luego entonces, mi estimado, el cadáver de Bucareli, Fernando Gómez Mont, atajó sin diplomacia alguna la propuesta indecorosa de Bill al señalar que los Estados Unidos deberían asumir con vergüenza ser el principal consumidor de drogas en el mundo, abriendo un capítulo más en el largo libro de confrontación bilateral en este delicado rubro que continúa develando el poder de la infiltración, de la corrupción, del control y de la organizada estrategia ante el desorganizado y fallido esquema implementado por the usual federal suspects en la guerrita de Calderón.
La misma que enciende las alarmas en el tablero electoral que de por sí no necesita más chispas para calentar los ánimos que suben la temperatura de la política nacional y enrarece la vía de los acuerdos legislativos, donde los tiempos marcan el deadline para la aprobación de importantes reformas cuyos estupendos arreglones pasan, of course, por la vía del futuro electoral. Ahí tiene, amable lector, el cándido botoncito de la Ley de Medios, que no deja de ser conmovedor
Aunque lo primero, es lo primero. Y la prioridad para los partidos políticos es una sola: la victoria con márgenes importantes en las entidades que van a elecciones este 4 de julio. Porque ahí comienza el accidentado camino rumbo al 2012, que hace escala el año próximo en el terruño de Peña Nieto y en el interior de la jauría tricolor, my friend, suenan velados los tambores para marcar los territorios de su propia guerra intestina. La misma que también los hace predecibles.
Tan predecibles que Sor Beatriz, que ha regalado joyas como la que las alianzas le hacen los mandados al PRI, no oculta ni disimula esa curiosita ambición de ser el factótum en esa disputada mesa priista que contará con los protagonistas de las victorias electorales, que ya se cuelgan como “carros completos” en medio de un espectacular jaloneo entre el PRI y la PANdilla en el poder (del no poder)… que por mucho tiene sugestivo parque.
Parque, my friend, que nadie se confunda, utilizará sin duda alguna. Sobre todo porque también en el rebaño azul se mueven las aguas electorales que pasan por la elección de sus consejeros adelantada para hacer un atinado control de posibles daños en la arena del 4 de julio…
gomezalce@aol.com

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