Pancho Villa
30 de Marzo, 2010
Al parecer comienzan a verse los efectos de la terrible traición que el gobernador Enrique Peña Nieto les recetó a muchos de los mejores y más poderosos aliados, en sus afanes por conquistar la candidatura del PRI a la Presidencia de la Republica… El viernes de la semana pasada, el Gordo Duarte, candidato del PRI a gobernador por el Estado de Veracruz, recibió un mensaje muy claro y lleno de calor jarocho, que suponemos fue entregado a su jefe y padrino, el gobernador espiado y ofendido Fidel Herrera.
El PRI le fue ofrecido como platillo para que Fidel Herrera se lo coma y disfrute a partir de su salida como gobernador en unos meses, y que sea él quien maneje la campaña de Peña Nieto a la Presidencia de la Republica en el 2012. Así como lo leen, la presidencia de PRI le fue ofrecida al gobernador Fidel Herrera a cambio de bajarle a su encabronamiento e indignación por haber sido grabado en sus conversaciones telefónicas y videograbado en sus fiestas privadas por un grupo de agentes financiados por la Secretaria de Seguridad Pública del Estado de México y cuyos archivos y expedientes se encuentran en la etapa final de una averiguación en poder de la PGR.
¿Se sentará a negociar y aceptará el ofrecimiento el gober ofendido y nos demostrará cómo se les enseña en el PRI comer mierda y sonreír? Muy pronto lo sabremos y se los platicaremos. La pregunta que salta al aire es: ¿Cómo le hará Peña Nieto con el encabronamiento del grupo encabezado por el Diputado Emilio Chaufet, de que les parece absurdo y exagerado esta oferta al gobernador de Veracruz, porque dicen que Fidel no manda ni en su casa?
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