Extrasensorial
Mala percepción
En NL, microgóber
Legiones de pederastas
Julio Hernández López
Ayer se mencionaba aquí que “la crisis nacional ha entrado a terrenos paranormales” y hoy Felipe Calderón insiste en sus teorías extrasensoriales en busca de convencer a los mexicanos de que la violencia en México es más bien un asunto de “percepciones”. Triste situación de un declarante que ya antes había usado la misma explicación fallida y ahora, agotada la cartuchera oratoria, sale con el refrito de las estadísticas que, según eso, demuestran que en otros países hay más muertos en relación con su número de pobladores y vuelve, obseso, a la carga contra Brasil porque a este país le va bien y a nosotros no, a pesar de los números mágicos que Felipe blande para demostrar, dice él, que allá hay más asesinatos y delitos, y que además son fregaderas que se hayan ganado el Mundial y las Olimpiadas.
Mientras Felipe levita, comandos imaginarios de traficantes de éter producen alucinaciones colectivas en Reynosa, donde los mexicanos que no quieren hablar bien de México desataron una campaña de infundios para aparentar que durante dos horas las principales vialidades urbanas habían sido bloqueadas por las fuerzas armadas del narcogobierno real que dice Calderón que es virtual. Regalo dorado para los gringos con afanes intervencionistas que acantonados en la frontera suman evidencias para justificar la toma de control en curso, pero el parasicólogo FC prefiere pelear contra molinos de texto y arremeter contra la revista que calificó a México de Estado fallido meses atrás, cuando las cosas aún no llegaban ni a la mitad de la catástrofe actual.
El microgobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, también combate las visiones equivocadas de las mayorías. Por ejemplo, niega con vehemencia que un enfrentamiento entre militares y narcos en el municipio de China le hubiera impedido cumplir a plenitud con el ritual de vigilancia que había programado para convencer a los ciudadanos de que tramos carreteros de esa entidad son un peligro para los viajeros. Lo cierto, dice el mandatario empequeñecido, es que él ya había decidido retirarse del lugar de los hechos mucho antes de que se celebrara allí un festival de disparos. Los que se quedaron fueron reporteros y otros acompañantes en esa gira organizada para verificar la “carretera segura”. Unos 45 minutos después de que el oportuno mandatario se había retirado del lugar comenzó una balacera a unos metros del restaurante Los Ahijados, donde semanas atrás ya se había producido otro enfrentamiento entre militares y delincuentes.
Los roles trastocados han llegado al propio ámbito del presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, que ha criticado al gobierno federal que maneja al partido con el que ha hecho alianzas muy impugnadas. “Es inconcebible que el Estado mexicano permita que el crimen organizado tome avenidas, exija cuotas e instale retenes, cuando esto es un atentado a la legalidad de la República”, expresó Ortega en boletín de prensa, listo para continuar con su gira de acoplamientos con César Nava, el personero de quien hoy maneja a sus pistolas el Estado permisivo del que se queja el siempre congruente Chucho.
Otra fábrica de ilusiones está en plena producción. La empresa de manipulaciones llamada Iglesia Católica SA ha montado una obra de pasiones oscuras que pretende sacar a flote algunos de los múltiples casos de pederastia clerical que su historia registra pero dejando a salvo a la plantilla gerencial actual que formó parte del entramado de complicidades del pasado que ahora se pretende juzgar de manera aislada. Benedicto 16 no quiere saber gran cosa de lo mal hecho por el cardenal Ratzinger, al igual que ahora la cúpula de los legionarios de Cristo pretende desmarcarse con hipocresía de su máximo jefe ahora en desgracia, el muy reprobable Marcial Maciel. Ya el administrador actual de la franquicia en picada, Álvaro Corcuera, ha asomado al foro para decirse apenado por lo hecho por su personalísimo hacedor y para buscar que se le conceda a esa orden apestada la conmiseración que en su momento el alto mando legionario no tuvo para los jóvenes abusados y para quienes en su momento denunciaron públicamente esas atrocidades que en su momento los directivos religiosos, empresariales y políticos amafiados calificaron de mentiras, inventos, calumnias, percepciones... (igual que ha sucedido con el cardenal mexicano Norberto Rivera, a quien se ha acusado con insistencia de haber protegido a depredadores sexuales infantiles con sotana; en ese terreno, el jefe del catolicismo mexicano puede presumir que ha llegado a niveles papales, pues ayer se anunció que un ciudadano de Estados Unidos acusa al propio pontífice alemán de dar protección a sacerdotes sabidamente abusadores. Las cosas andan tan mal en el negocio católico que el representante de la marca en México, Christopher Pierre, habló ayer de la necesidad de ir pensando en refundaciones).
Astillas
Nada avala a la gobernadora de Yucatán en su polémica compra sobrevaluada de una parte de los terrenos donde se asienta la zona arqueológica de Chichén Itzá. Como nueva rica, Ivonne Ortega se ha mostrado caprichosa y estrafalaria en el uso de esos escenarios, al grado de que planea la construcción de un proyecto “cultural” en esa zona que sería una especie de Disneylandia con vestigios arqueológicos. Promotora de espectáculos comerciales e impulsora de pesaje de boxeadores en esos lugares, la gobernadora debería explicar primero las razones del abultado precio que pagó por esos predios y el destino que pretende darles… ¿Cuándo comenzarán las multas y castigos a los políticos chatarra, Genomma Lab partidistas, que prometen soluciones milagrosas a los problemas nacionales?… Los asuntos estudiantiles de nota roja (Ciudad Juárez, Tec de Monterrey, becados de Durango) entran en receso por vacaciones y se espera que el simple paso del tiempo y la aparición de nuevos escándalos ayude a relegarlos. ¿Quién se acuerda ya del estruendo inmoral de los convenios de intercambio de votos legislativos fiscales por impedir alianzas perreánicas en el estado de México?…
¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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