El Universal
Viernes 24 de abril de 2009
fernando.martinez@eluniversal.com.mx
Los niños estaban en el estrado tocando sus instrumentos mientras sus padres y profesores los escuchaban. Era el festival de música de la casa Veerkamp, realizado en el Palacio de la Música de la colonia Roma; de repente, algunos se percataron que el techo empezó a crujir y dieron la alerta para abandonar el auditorio.
Los asistentes al evento en el 269 de la calle Durango, dudaron y algunos empezaron a salir, lo que evitó una tragedia mayor. Sin embargo, el tiempo no fue suficiente y no acababan de evacuar cuando el techo les cayó encima. Varias toneladas de vigas y el polvo lo cubrieron todo.
El saldo fue de 12 lesionados que tuvieron que recibir atención en un hospital por fracturas, luxaciones o descalabrados; y 19 más, atendidos en el lugar, se les vino encima una gran cantidad de polvo y escombro.
“Estábamos en un festival de niños y se escuchó un estruendo en la sala de música. Nos asustamos y la maestra de ceremonias nos dijo: ‘Calma, no pasa nada, yo me hago responsable’; otro joven dijo: ‘No, no, no se salgan, por favor siéntense’; en ese momento se nos vino todo el techo”, explicó María Eugenia López.
Fue un profesor de música de nombre Fausto quien, comenta, oyó el estruendo y evacuó en segundos el lugar y cuando miró hacia atrás, vio que ya no estaba el auditorio.
Durante la espera afuera del Hospital Durango, donde fueron trasladadas sus dos hermanas que tuvieron que recibir suturas en la cabeza, María Eugenia López relata que los niños se salvaron porque estaban en el estrado, contrario a lo que declaró el secretario de Protección Civil del Distrito Federal; Elías Moreno Brizuela, acerca de que habían sido evacuados a tiempo.
“Yo volteé arriba y vi que la viga venía hacia a mí y me agaché entre las dos vigas y quedó un huequito y fue como me salvé”, agregó.
Eran 150 los asistentes al festival, entre quienes estaban aproximadamente 20 niños.
“Se cayó el techo poco a poco y alcanzamos a salir”, dijo Josefina Méndez cuando abandonaba el lugar en auto con su familia.
“Se escuchó un fuerte estruendo, no sabía qué había pasado, me asomé a la ventana de la academia de música y vi mucho polvo, oía gritos y vi a una persona que estaba atrapada entre los escombros, se le veía la cabeza y un brazo, me dijo: ‘Ayúdame’, pero no podía hacer nada”, relató Yolanda Rojas, una vecina de un edificio aledaño.
El bombero segundo Alan Ramírez, detalló: “Cuando llegamos nosotros ya habían sacado a todas las personas y no podíamos ingresar por abajo y tuvimos que escarbarle por arriba; es un área de 250 metros cuadrados. Se supone que estaban echando cascajo de una construcción aledaña y es lo que vence la losa”.
De acuerdo con Moreno Brizuela, en el techo se habían colocado materiales de construcción para remodelar e impermeabilizar, lo que representaba un peso extra.
Los perros especializados en buscar personas enterradas rastrearon el lugar y hasta el cierre de esta edición no se reportaba algún hallazgo.
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