miércoles, 29 de julio de 2020

Calderón fiel a su golpismo, ahora demanda el derrocamiento de Maduro.



Asistió  un encuentro sobre Venezuela con la ultraderecha latinoamericana y pidió "detener la pandemia del populismo".
Calderón parecía el comandante "Borolas" con su traje militar ...

El ex presidente Felipe Calderón se olvidó por un momento de los posibles entuertos derivados del caso Lozoya en México y protagonizó un encuentro remoto con otras figuras de la política de la región en donde se pidió una "rebelión" del pueblo venezolano para voltear a Nicolás Maduro.

La reunión, titulada "El caso Venezuela como amenaza" y transmitida por Facebook, fue moderada por Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri y, en una muestra de confianza del ex presidente a su antigua funcionaria, la actual presidenta del partido que fundó, el centro-derechista PRO

Además de Calderón, participaron los ex presidentes Andrés Pastrana (Colombia), y Jorge Quiroga (Bolivia). No faltaron los opositores venezolanos: Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas y el diputado Richard Blanco.

Patricia Bullrich es la ministra más repudiada del régimen de Mauricio Macri que arruinó a la Argentina.

"Esto se arregla de una sola manera: la rebelión del pueblo contra las dictaduras. Acá tiene que haber una rebelión de afuera, como los 50 países que reconocieron a un gobierno alternativo y de adentro, porque las dictaduras no pueden generar otro mecanismo que no sea la rebelión. Esa rebelión es la única legítima y aceptada por las constituciones", indicó Bullrich.

"Conocemos bien el cuento de que 'no dejen pasar la primera porque después viene la segunda, la tercera y la cuarta' y cuando te querés acordar ya estás dentro de la dictadura", agregó Bullrich, que de ese modo sugirió que Alberto Fernández busca ese final para la Argentina. Calderón también sugirió que Andrés Manuel López Obrador "sigue los pasos" de Maduro y pidió detener la "pandemia del populismo".

Curiosamente, el mismo día en que la líder del PRO salió a hacer estas declaraciones, el represente especial para Venezuela del Departamento de Estado de Estados Unidos, Elliott Abrams, festejó la posición de la delegación del Gobierno argentino en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que Argentina alertó sobre la violación de los derechos humanos en Venezuela.

"Siempre estamos felices de ver cómo una democracia denuncia la conducta que tiene el régimen de Nicolás Maduro y la ausencia de democracia en Venezuela", dijo Abrams a Clarín en Washington.

La política Online

En el PRI ni amigos ni compañeros. Sólo cómplices.

lunes, 27 de julio de 2020

¿Quién es Julio Frenk Mora firmante del desplegado contra AMLO?



pag7
Julio Frenk al lado de Martha Sahagún.

Frenk es un médico egresado de la UNAM con amplio reconocimiento a nivel mundial. Secretario de Salud con Vicente Fox.

Habiendo ya alarmas sobre los efectos nocivos de la “comida chatarra” sobre la salud de los mexicanos, no ejecutó ninguna iniciativa para limitar su publicidad ni su consumo.

También se conocían los efectos nocivos del tabaquismo sobre la salud y derogó un impuesto aplicado a los cigarros, a cambio de la creación de una fundación financiada por las cigarreras, de supuesta ayuda contra el tabaquismo. Simplemente cambió un impuesto obligatorio por una donación voluntaria y deducible de impuestos.

Creó el Seguro Popular, institución de seguridad social de afiliación voluntaria y mediante cuotas, para disminuir el peso del IMSS en la estructura de salud pública mexicana.

Julio Frenk representó un gran aliado de la industria farmacéutica debido al esquema de subrogación de farmacias y servicios que se promovió siendo los primeros pasos para la privatización del sector salud.

Comisión de Comunicación.
Aurora Pedroche.

viernes, 24 de julio de 2020

HISTORIA DE FRAUDES CULTURALES. Enrique Krauze y letras libres.

Enrique Krauze, el contratista intelectual consentido de Peña Nieto
Heriberto Yépez. 18 de septiembre del 2017
Antecedentes: Las Letras Libres del Gobierno en turno
Como se sabe, Enrique Krauze es un empresario que utiliza la red cultural para adquirir dinero y poder. Una de las vías por las cuales consigue esta meta es sosteniendo campañas de desprestigio contra opositores del gobierno. Ya muerto Octavio Paz, Krauze ha prestado servicios al gobierno de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, por ejemplo, realizando ataques contra López Obrador (presa ideal para este tipo de campañas sucias).
Krauze sólo necesita publicar textos a favor del presidente cada cierto tiempo (su negocio depende de disimular que trabaja para el gobierno) pero necesita mantener permanentemente su campaña a favor de causas afines al gobierno (por dar un solo ejemplo: defender la “Reforma Energética”, es decir, la entrega del petróleo a las transnacionales, atacando a la oposición a esta entrega).
Letras Libres 2008 Teologia del petroleo
Letras Libres suele servir de plataforma para “criticar” ideas contrarias el régimen mexicano. Aquí, por ejemplo, ridiculizaba la defensa nacional del petróleo como una “teología” (2008) para favorecer la “Reforma Energética” a favor de las transnacionales.
Krauze utiliza sus empresas culturales (como Clío y Letras Libres) para legitimar intelectualmente tanto negocios como elecciones fraudulentas del gobierno.
Lo que Krauze hace, en general, es construir plataformas que parezcan intelectuales (históricas y literarias) para negociar con el gobierno en turno. Estas actividades, por supuesto, han hecho un daño terrible en México, básicamente construyendo un falso mapa de la historia del país y un aún más falso mapa de la literatura de las últimas décadas.
En las Letras, Krauze elige autorías afines (mujeres y varones) para legitimarlos (publicándolos en su revista, conectándolos en puestos de gobierno, facilitándoles becas, premios y publicaciones en editoriales), logrando hacer una élite que, a su vez, lo protege. En otras palabras, mientras Krauze negocia con el gobierno y beneficia intelectuales menores, éstos le devuelven el favor no metiéndose con sus negocios y atacando a quienes lo denuncian o se oponen a esta red de cacicazgo, desinformación y corrupción.
A grandes rasgos, así esa es la estrategia de Krauze en cuanto Letras Libres.
Del 2012 electoral a Letras Libres hoy
2012 fue el año de las elecciones fraudulentas que llevaron a Enrique Peña Nieto a la presidencia en México. Durante toda ese año (y mucho antes) Krauze y su equipo sirvieron como parte de la campaña oficial contra el principal contrincante electoral del gobierno del PAN-PRI en ese entonces. Cuando la elección ocurrió el 1 de julio de 2012 con toda clase de fraudulencias (medios a favor del candidato oficial, acarreos el día de las elecciones, compra masiva de votos, irregularidades en conteos en casillas, etc.), Krauze, por supuesto, tuvo que publicar en prensa nacional e internacional su defensa abierta del fraude electoral.
“Cuarenta y nueve millones de personas acudieron a votar, un millón de ciudadanos contó los votos y otro millón supervisó el proceso electoral. La ‘dictadura perfecta’ quedó en el pasado. Lo que vivimos ahora es algo más prosaico y normal: una democracia en construcción. Y nuestras acciones, pronto se verá, irán al alza”
En este artículo vergonzosamente titulado “México: democracia en construcción”, Krauze desinforma a sus lectores (sobre todo internacionales) haciéndoles creer que hubo una elección respetable y que la llamada “dictadura perfecta” (que fue como Vargas Llosa llamó al gobierno mexicano del PRI) “quedó en el pasado”, una idea que hoy en 2017 resulta no sólo cretina sino brutalmente ofensiva como, de hecho, ya lo era entonces. Pero resulta involuntariamente cómica la cómplice suficiencia (típica de Krauze) con que remató su artículo: “Lo que vivimos ahora es… una democracia en construcción. Y nuestras acciones, pronto se verá, irán a la alza”.
Concientemente, Krauze se refería a su visión neoliberal (y bastante patológica) en que un país es visto como una serie de “acciones” en la bolsa de valores de Wall Street. Pero leída en retrospectiva, la frase hoy también parece haber descrito cómo las “acciones” de sus empresas personales se irían a la alza al cobrar estos servicios de legitimación del fraude electoral.
Y, efectivamente, sus acciones se fueron a la alza, como veremos a continuación.
Me concentraré aquí en Letras Libres.
Después de sus servicios de fraudulencia intelectual a favor de la fraudulencia gubernamental antes y durante las elecciones de 2012, el gobierno casi duplicó su pago a Krauze en el siguiente año fiscal en 2013 (uno de varios pagos) vía publicidad oficial. En 2012 el gobierno le había dado a Letras Libres 1,234,240 pesos. Pero al año siguiente de las elecciones, como premio a sus servicios “intelectuales”, el gobierno le dio casi un millón de pesos adicionales, ahora entregando a Krauze la bonita cantidad de 2,221,400 pesos de presupuesto público.
Pero los pagos van más allá de estos 3 millones y medio entregados a Krauze (con el pretexto de publicidad) en unos cuantos meses. Veremos ahora cómo el fraude de Letras Libres se extiende. Concentrémonos en ese mismo periodo.
Como pago adicional a los servicios de ataque a la oposición y defensa abierta del gobierno en momentos críticos, ese mismo 2013 el gobierno compra a Krauze decenas de miles de ejemplares de su revista. Aquí subo los datos públicos de ese contrato.
En 2013, entonces en menos de un año el gobierno compró 7500 suscripciones, es decir, 67 mil 500 ejemplares de Letras Libres. (De los números de abril a diciembre).
Esta compra de 2,320,350 pesos escapa a todo proceso de licitación. Simplemente funcionarios del gobierno mediante la simulación de un “comité” realizaron la “adjudicación directa” del dinero público que se entregó a Krauze vía la empresa “Editorial Vuelta” que, por lo que vemos todavía conserva el nombre que tenía en tiempos de Octavio Paz.
Responden periodistas sobre lista de supuestos pagos del gobierno ...
No queda claro porqué el gobierno compra 7500 suscripciones. Pero es muy probable que lo justifiquen mediante la cantidad de “bibliotecas públicas” que el gobierno simula tener operando en el país, una cifra que, como sabemos, sólo existe en papel o, en el mejor de los casos, su vasta mayoría opera bajo condiciones realmente lamentables. Entonces, el acuerdo entre Krauze y el gobierno implica que se le compran nueve meses de números de Letras Libres (no olvidemos: nada más en ese 2013) a poco más de 34 pesos por ejemplar.
¿Qué significa esta compra de más de 67 mil ejemplares? Bueno, según cifras oficialesLetras Libres tiene un tiraje mensual de 35 mil ejemplares.
Esto significa que la quinta parte (exactamente 21.43%) del tiraje total de Letras Libres la compra (cada mes) el gobierno.
Esto explica porqué una revista tan poco relevante en el campo literario internacional, sin embargo, puede pagar colaboraciones para maquillar (digamos, pagar un texto de Vila-Matas) y mantenerse a la venta en puestos de revistas (a pesar de sus pocas ventas reales). Si sumamos los millones que el gobierno da a Letras Libres en publicidad y los millones que el gobierno le da mediante la compra masiva de ejemplares, queda claro que Letras Libres sólo simula ser una empresa privada; en realidad, es una empresa para-estatal irregular, mantenida con dinero público.
En 2013, recordemos, solamente de la Secretaría de Cultura recibió 2 millones 200 mil pesos (2,221,400, para ser precisos) por pagos de páginas de publicidad y, al mismo tiempo, vía la Dirección General de Bibliotecas, se le dan otros 2 millones y 320 mil (2,320,350), o sea, que nada más por estos dos pagos del gobierno (pero debe haber otros) en un mismo año, Letras Libres recibió 4 millones 541 mil 750 pesos.
Letras Libres, como pueden ver, está financiada por el gobierno.
Es un negocio redondo.
El gobierno la mantiene vía su publicidad y luego el mismo gobierno compra los ejemplares que financió. Simplemente, Letras Libres es un fraude a la nación.
Si ustedes revisan los datos públicos (anexos aquí) algunos indican la leyenda “cuyo tiraje mínimo garantizado es de 35,000” lo cual abre la posibilidad de que Letras Libres haga ese tiraje simplemente para poder justificar algún reglamento que permite hacer ese tipo de pagos por adjudicación directa en cantidades millonarias a publicaciones, aunque, la vasta mayoría de los ejemplares quede sin venderse y luego sean rematados por 5 o 10 pesos.
Esto explica, además, porque Letras Libres puede inventar autorías, promover las que se le dé la gana sin tener que responder en lo mínimo a los lectores que, a su vez, no enterados de toda esta corrupción en la “Cultura”, creen que la presencia de Letras Libres en Sanborns o librerías del gobierno es una garantía de su influencia intelectual, circulación real y la calidad de sus colaboradores o libros reseñados. En todos los términos, Letras Libres es una estafa muy bien planeada.
El financiamiento integral, sin embargo, no se reduce a un año (2013, como vimos arriba) sino que ha sido constante.
Desde 2002, el gobierno ha dado 27 millones vía “publicidad” de la Secretaría de Cultura (antes Conaculta). Pero no es la única rama del gobierno que hace estos pagos, como puede verse si revisamos la publicidad en la revista.
Como puede verse, Letras Libres no sólo es un fraude intelectual sino, sobre todo, un fraude al presupuesto público.
Estos datos son relevantes no sólo para ciudadanos preocupados por el país y su cultura, sino para historiadores, críticos y lectores literarios, que pueden ahora entender cómo se construyó la imagen de la literatura mexicana (cuyo principal órgano oficial ha sido Letras Libres) en estas dos primeras décadas del siglo XXI.
Te voy a pedir que me ayudes a difundir esta información. Una parte de mis colegas son cómplices de todo esto; otra parte, simplemente, no quiere problemas con la mafia de Krauze o funcionarios culturales del gobierno. Prefieren guardar silencio y voltear la mirada a otro lugar. Esta información es impublicable en suplementos o revistas en México. La única forma de que difundamos lo que está pasando es crear alianzas entre redactores, grupos ciudadanos e internautas. Así que te pido ayudes a que esta información circula resumiéndola en tus redes sociales y pláticas y difundiendo este link a través de tus cuentas sociales.
Es muy importante que apaguemos cada punto de la corrupción. Un caso de corrupción como el de Letras Libres no debe volver a ocurrir en México. Muchas gracias por tu atención.

jueves, 16 de julio de 2020

¿Por qué México es un país enfermo?

Aurora Eloisa Pedroche y Luz María Arrieta.
Comunicación.


El origen de la problemática.
La comida chatarra no es culpable de la obesidad infantil: Córdova ...
"La comida chatarra no es la causa de la obesidad infantil en México": Córdova Villalobos.
Secretario de salud de Vicente Fox. 



¿Por qué los mexicanos somos una población más vulnerable ante las complicaciones y la alta mortalidad ante el COVID-19?


Al día de hoy México se enfrenta a la pandemia de COVID-19 padeciendo ya de una atroz epidemia de obesidad y diabetes. 

Asociadas a la obesidad y la diabetes, la hipertensión y las enfermedades del corazón son los principales factores de riesgo para el incremento de complicaciones y muerte por COVID-19. 

Es por esta razón que el 70% de las muertes por COVID-19 corresponden a  personas que padecían enfermedades generadas por la mala alimentación. 


Con base en datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2019, el sobrepeso y la obesidad afectan al 33% de la población infantil y al 72.5% de la población adulta, siendo estos niveles de los más altos a nivel mundial. 


La pandemia del COVID 19 en México agrava la situación de la salud pública al combinarse con las epidemias de obesidad y diabetes ya que éstas, por sí mismas, son  de las principales causas de muerte en el país. 
Profesionales de la salud asisten a un paciente

Con base en datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha estimado una tasa de letalidad por COVID-19 de entre 4 y 5% a nivel mundial, mientras que la población en México,  se muestra  más vulnerable debido a la alta prevalencia de las enfermedades   crónicas ya mencionadas. 

La evidencia clínica demuestra que el sobrepeso, la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2, son factores que incrementan el riesgo de presentar COVID-19 en su forma grave. 

La obesidad tiene un impacto negativo en la función pulmonar incrementando la dificultad ventilatoria.

 La pérdida de peso en la población en general, a través de la adopción de hábitos saludables, reducirá el impacto negativo del COVID-19 sobre la función y mecánica pulmonar, disminuyendo el riesgo de presentar neumonía grave y aumento de la mortalidad en pacientes con obesidad.


La OPS alertó sobre el sobre el riesgo que significaba para México la existencia de epidemias intensas consecuencia de los malos hábitos alimenticios y estimó una letalidad del 9.0% causada por COVID19. Sin embargo, al día de hoy y de acuerdo a los datos emitidos por la Universidad de John Hopkins (julio, 2020), la tasa de  letalidad en México, ya asciende al 11.7%.
Adiós vaqueros! Osito Bimbo, Tigre Toño y Chester Cheetos se van ...

Pese a que desde el año 2016 se decretaron como “emergencia epidemiológica” a la
obesidad y la diabetes, nada ha cambiado ya que los gobiernos anteriores omitieron atender las causas de este mal por lo que ha ido creciendo.

Esta condición es más grave en la población de menores ingresos, particularmente en comunidades  rurales e indígenas donde enfermedades como la diabetes casi no existía, hasta la llegada de la comida chatarra y las bebidas azucaradas. 

Un estudio realizado en el año 2015, por la Organización Panamericana de la Salud, colocó a México como el mayor consumidor de alimentos ultraprocesados en América Latina y el cuarto en todo el mundo. Y esto no ha cambiado al día de hoy, pero se hacen esfuerzos por cambiarla.

En marzo del 2020, al inicio de la pandemia en México, la "Alianza por la Salud Alimentaria“ se anticipó y predijo de manera muy acertada, que la mayoría de las muertes que ocurrirían en México durante esta epidemia, estarían asociadas con el grave problema de la obesidad y la diabetes generado en gran parte, por no haber aplicado oportunamente una normatividad adecuada al etiquetado de los alimentos chatarra.

Esta debió  haberse implementado hace diez años pero las presiones de la industria de alimentos lograron que esto no se realizara.

La mercadotecnia ha jugado un papel preponderante en la epidemia de obesidad y diabetes en México.  Por la influencia de ella, se han modificado las preferencias de consumo de alimentos no saludables sobre todo entre los niños. Los gobiernos anteriores no han regulado de manera adecuada, sino al contrario, han permitido que se publiciten los alimentos chatarra en los horarios con más audiencia infantil, así como la publicidad en internet, en redes sociales, en puntos de venta, en espacios exteriores, en medios impresos y hasta en el interior de las escuelas. 

En realidad no ha habido regulación alguna y sólo se ha beneficiados a los dueños de las grandes compañías.

Se han invertido recursos públicos en supuestas acciones de regulación alimentaria  que han sido sólo de papel,  ya que detrás de ellas siempre ha estado la industria de alimentos y bebidas, misma que ha controlado los diversos niveles de gobierno para evitar, por ejemplo, la aplicación de la Norma de etiquetado. 



Siempre se ha favorecido un entorno que promueve la obesidad (obesigénico), que beneficia a la fabricación de alimentos ultra procesados, que además los pone al alcance de la mano del consumidor carentes de información nutrimental o con información poco adecuada, confusa y hasta engañosa (etiquetado).

Pero el engaño no solo está en los etiquetados poco claros y mal intencionados.

Lamentablemente los supermercados están invadidos por alimentos funcionales que,   incorporando ciertos elementos, ofrecen una "solución" para subsanar las deficiencias  nutricionales de nuestro organismo y evitar ciertas enfermedades, más allá de su valor nutricional u organoléptico, que nos prometen mejorar nuestra flora bacteriana, nuestro tracto intestinal, bajarnos el colesterol, mejorar nuestra salud,  todos ellos avalados por supuestos estudios científicos. Un engaño más de la industria de alimentos protegida por los gobiernos neoliberales

A través de la mercadotecnia, algunas empresas de alimentos aprovechándose de la  preocupación de la gente por llevar una correcta alimentación, inducen el consumo de ciertos productos como los bio (ecológicos), orgánicos o de un supuesto origen natural. ¿Cuántos de estos alimentos son fraude y se dejan proliferar?, ¿por qué se permitió en gobiernos anteriores, que un alimento sea sostenible únicamente por tener el sello de agricultura ecológica u orgánica o de origen natural?

El gobierno de la 4ta Transformación, desde su inicio ha estado muy preocupado por esta situación. De hecho ha planteado medidas importantes para, por ejemplo, promover el deporte en las escuelas, la alimentación sana; ha creado el INSABI para llevar la atención médica a toda la población.

Igualmente, desde el inicio del gobierno de la 4ta transformación a través de la Secretaría de Salud, se ha luchado para establecer medidas como los impuestos y la regulación de su
publicidad, con el fin de lograr el objetivo final que es desincentivar el consumo de 
productos que no promueven la salud, a través de etiquetados ciertos y de fácil compresión  para toda la población. 

Sin embargo y en contra de la salud de los mexicanos, los grandes corporativos de alimentos, se han opuesto a toda regulación.
Saturados 55 hospitales en CDMX y Edomex

Se necesita legislar para garantizar  que las nuevas políticas  instrumentadas permanezcan y se articulen los diferentes elementos. Esto quiere decir que no sólo se debe legislar en cuestión de salud, sino también de nutrición, educación, medidas fiscales, publicidad y comunicación.

Se debe regular la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigida a la infancia. Se debe fortalecer un ambiente escolar sano, regulando la oferta de alimentos y bebidas no saludables así como la promoción de la actividad física, fuera y dentro de las escuelas.

Y vale mucho la pena preguntarnos : ¿quiénes son los principales interesados de que la situación no cambie?

Las grandes empresas de alimentos y bebidas que tienen capturados muchos sectores, no sólo a sus consumidores, sino también a sus proveedores que son agricultores a los que les compran sus productos a precios bajísimos, con prácticas de acaparamiento. 

Empresas que roban el agua a las comunidades vecinas a sus plantas industriales, en las que laboran obreros en empleos de muy baja calidad.

Empresas que han desarrollado un sistema altamente eficiente de distribución que les permite llegar con su veneno hasta los lugares más recónditos del país.

Por si fuera poco, a estas empresas no sólo se les condonaban los impuestos, sino hasta llegaban a devolvérselos.



REFERENCIAS


Alianza por la Salud Alimentaria. México se enfrenta a pandemia de COVID-19 en medio de la epidemia de obesidad y diabetes. 2020. Consultado en:
https://alianzasalud.org.mx/2020/03/mexico-se-enfrenta-a-pandemia-de-covid-19-en-medio-de-la-epidemia-de-obesidad-y-diabetes/ .

FAO y OPS. 2017. Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile.

Meza R et al. Burden of type 2 diabetes in Mexico: past, current and future prevalence and
incidence rates. Preventive Medicine. 2015; 81: 445-450.

Johns Hopkins, University and Medicine. Mortality Analyses. 2020. Disponible en:
https://coronavirus.jhu.edu/data/mortality .

Sattar N, McInnes B, McMurray J. Obesity a Risk Factor for Severe COVID 19 Infection :
Multiple Potential Mechanisms . [Internet]. [Consultado en Mayo 2020 ]. Disponible en: http://
ahajournals.org.

Norbert S, Etal. Obesity and impaired metabolic health in patients with COVID-19. Nature
Reviews| Endocrinology. https://doi.org/10.1038/s41574-020-0364-6.

Dietz W. Obesity and its Implications for COVID-19 Mortality. 2020. Obesity, Vol. 28 (6).
www.obesityjournal.org .

López M. COVID-19 and the Patient with Obesity –the Editors Speak Out. By Donna H Ryan.

Eric Ravussin and Steven Haymsfield, Editors of the Journal “Obesity”. Link:
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/oby.22808.

miércoles, 15 de julio de 2020

Bolivia y México: La derecha y el poder por la fuerza

Pareciera que muchos aspiran a una salida por la fuerza del presidente mexicano, repetir el escenario que se vivió en Bolivia con Evo Morales.

La derecha en México insulta una y otra vez al presidente Manuel López Obrador. intransigente, violento, opresivo, incompetente, son calificativos que lanzan desde diferentes plataformas. 
La derecha en México insulta una y otra vez al presidente Manuel López Obrador. intransigente, violento, opresivo, incompetente, son calificativos que lanzan desde diferentes plataformas. Sin embargo, la izquierda mexicana, más que definir a sus adversarios políticos, muestra al país que le entregaron: una nación sumida en la miseria, sin soberanía energética y dependiente de  Estados Unidos. La derecha presiona e influye desde los medios de comunicación.
Pareciera que muchos aspiran a una salida por la fuerza del presidente mexicano. Para algunos observadores, el deseo no es otro que el de repetir el escenario que se vivió en Bolivia con la salida por la fuerza de Evo Morales.

¿En qué condiciones se encontraba México?

El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador recibió un país en la mayor desdicha: 40.000 desaparecidos, 300 bandas delincuenciales, una economía que en 2018 tuvo el crecimiento de 2,0 por ciento, el número más bajo registrado desde 2013. En tanto, el desempleo tuvo un incremento y alcanzó en 3,6 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA). 
¿Cómo puede la derecha –se preguntan entonces muchos– pedir el milagro de ver, en tan poco tiempo, un país resurgir? Tantos años de desgobierno –opinan– no se borran en tan poco tiempo. En un artículo en Rebelión, la periodista Eva Cuervo ha sido precisa: “el pueblo mexicano debe tener muy claro que no va a ser fácil cambiar todo el andamiaje de corrupción que, durante 36 años, permitió el saqueo de nuestras riquezas nacionales, hay que ser paciente y persistente para lograr la consolidación de la 4T”.
Un estudio realizado por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) indica que AMLO recibió el país con un 99,3 por ciento de impunidad. Tanto como eso, el Índice de Percepción de Corrupción colocaba al país en el lugar 129 de 180 países, donde el último es considerado el más corrupto. De ahí que el 1 por ciento más rico concentraba ya –desde que López Obrador recibe el Gobierno– el 21 por ciento de los ingresos totales. Sumémosle que el 43,6 por ciento de los mexicanos (53,4 millones de personas) vivía en pobreza. 
Lo cierto es que, aún en medio de la pandemia, la derecha no ha dejado de cuestionar al Gobierno. Desde todos sus recursos disponibles –medios de comunicación y organismos que se autodefinen como autónomos– insisten en lo que parece una ofensiva bien articulada. No son pocos los que acusan a la derecha mexicana de poseer, incluso, entidades y agencias para fabricar mentiras en redes sociales.

Pero, en verdad, ¿cómo va la economía mexicana?

López Obrador ha destacado que su Gobierno impulsa el desarrollo para el bienestar: “queremos construir la modernidad desde abajo, entre todos y sin excluir a nadie. Ese 'abajo' implica el protagonismo histórico de los siempre desposeídos, oprimidos, despojados y discriminados, aquellos que han sido tradicionalmente atropellados por los grandes intereses económicos, ignorados por los medios de información convencionales y privados del ejercicio de sus derechos por el poder político”. 
Pero el malestar de los grandes empresarios no se ha hecho esperar; se quejan del poco apoyo del Gobierno, que reserva los recursos que posee para mejorar el ingreso de los grupos vulnerables. En ese sentido, la izquierda mexicana ha visto con pesar cómo, según datos registrados por el IMSS, entre el 13 de marzo y el 6 de abril de este año –en tiempos de pandemia– los grandes empresarios han eliminado 346.800 empleos.
Pese a las críticas, y según afirmó hace solo unos días el Grupo Financiero Monex, México tendrá una tasa de crecimiento promedio de 2 por ciento a lo largo de la siguiente década. Según el grupo, la recuperación será paulatina, con sectores más afectados. Pero el hecho de que se considere una recuperación, en situaciones tan complejas y en medio de una pandemia, es un aliciente para el Gobierno mexicano. Analistas de Monex prevén una crisis con fuertes contracciones, pero creen que el país regresará a la normalidad.
Asimismo, en su programa dominical, el 24 de mayo del presente año, López Obrador señaló: “Quiero decir que nosotros ya tenemos un plan para la recuperación y la creación de nuevos empleos, 2 millones de nuevos empleos”.
Esos 2 millones de empleos –dijo el presidente– surgirán de los programas Jóvenes Construyendo el Futuro, el de mejoramiento urbano, la construcción del Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía, mantenimiento de carreteras y caminos rurales, la contratación de médicos y enfermeras y la incorporación de nuevos elementos a la Guardia Nacional. Comentó, además, que seguirán proporcionándose apoyos económicos, como la entrega de becas, para reactivar la economía.
Por otra parte, muchos insisten en que no se pueden olvidar las estadísticas del primer año de Gobierno de AMLO. Pues ese periodo es siempre una muestra de las proyecciones futuras. Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en su primer año el actual gobernante mexicano aumentó los ingresos un 5,9 por ciento, muy por encima de todo el Gobierno de Peña Nieto. Un análisis de las cifras que ofrece INEGI muestra cómo, en el Gobierno anterior, el ingreso laboral aumentó menos de la mitad de lo aumentado con AMLO en un solo año. Y los trabajadores, que hasta ese momento ganaban menos, hoy han sido los más beneficiados.
A pesar del coronavirus, según esta misma fuente, de enero a marzo la inversión foránea fue de 10.334 millones de dólares, 1,7 por ciento más que en el mismo trimestre del año pasado. Aún más reciente: Petróleos Mexicanos (PEMEX) acaba de hacer público que el petróleo de este país sigue en aumento. En mayo, y según refleja El Universal, el precio del petróleo se duplicó para tener su mayor ganancia desde 1996. 

La derecha insiste

En algunos medios se insiste en que México no vive un golpe de Estado desde hace mucho tiempo, pero no son pocos los que se oponen a esta afirmación. Lo ocurrido en los años 1988, 2006 y 2012 es recordado por amplios sectores de la población como golpes de Estado electorales. No necesariamente –aseguran– los golpes de Estado tienen que ser por la fuerza. Por eso la izquierda observa con desconfianza las campañas de desestabilización que realizan algunos medios.
En la mañana del 19 de mayo, el periodista Pedro Ferriz Hijar, hijo del exaspirante a una candidatura independiente por la Presidencia de la República, publicó en su cuenta de Twitter: “Si usted advirtiera que México se acerca al comunismo. ¿Apoyaría un golpe de Estado?”. No tardaron en aparecer las críticas aludiendo a las formas sutiles de insertar “el golpe” en la vista de los lectores. Incluso, hay quienes acusan a ciertos sectores de intentar el descontento en las Fuerzas Armadas; hecho que resulta irrealizable si se tiene en cuenta un elemento histórico: las Fuerzas Armadas mexicanas nunca han participado de un golpe de Estado. De aquí, probablemente, que otro sector prefiera el golpe blando y siembre este tipo de insinuaciones en redes sociales y medios de comunicación.

¿En qué se parece México a Bolivia?

Para muchos entendidos, no se pueden mirar la política y la economía del continente sin echar un vistazo a los intereses de Estados Unidos. Los partidos de izquierda provocan agitación en los líderes estadounidenses, pues la derecha es quien estimula una base laboral barata e invariable.
A tono con esta perspectiva, el pasado 27 de noviembre Trump anunció que su administración denominará como “organizaciones terroristas” a los narcocárteles mexicanos. Las repercusiones no se hicieron esperar: ¿tal designación no facilita el camino para una intervención militar estadounidense? Muchos recordaron, además, cómo los principales capos de estos cárteles han tenido lazos de larga data con el Gobierno de Estados Unidos. Tampoco tardaron las referencias al pasado reciente: ¿los grupos paramilitares de extrema derecha no han sido entrenados por la CIA y enviados a Centro y Suramérica con dinero proveniente del narcotráfico?
Un usuario en las redes sociales, mientras todos opinaban sobre estos temas, resultó medular: “hay que observar un detalle –dijo– México se parece a Bolivia en que tienen un adversario común: los Estados Unidos”.

López Obrador, su estrategia ante la pandemia

Pese a la instigación y las amenazas de la derecha mexicana, el presidente López Obrador —que se mantiene con altos índices de aprobación, según la encuestadora Enkol— ha sido enfático: “para hacer frente a la crisis económica que generó la Covid-19 se requiere un modelo del todo nuevo”. El presidente mexicano lo definió como “estado de bienestar igualitario y fraterno, basado en democracia, justicia, honestidad y austeridad”.
López Obrador sostiene que el problema de fondo no es la Covid-19, sino el sistema de organización social hegemónico basado en la explotación y la dominación de unos seres humanos sobre otros y de todos los humanos sobre la naturaleza.
La derecha insiste en que los temas en México no van bien, pero más que luchar contra la pandemia lo hace contra López Obrador. El periodista Normando Medina Castro, desde La Jornada, concluye: “Si López Obrador hiciera una campaña contra el mosquito transmisor del dengue, el bloque opositor apoyaría a los mosquitos”.

lunes, 13 de julio de 2020

La situación de la extrema derecha

Pablo Gómez

Reporches en San Lázaro. Foto: Miguel Dimayuga


CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El ruido calumnioso metido en las redes sociales, tan luego se informó del trágico fallecimiento de la gobernadora y exgobernador de Puebla, no ha sido una respuesta elemental e irreflexiva. Es parte de la situación en la que se encuentra la extrema derecha mexicana a partir de las recientes elecciones.
Vemos ahora una ira contra todo lo que siempre se había odiado. 
La extrema derecha mexicana ha vivido un tanto asustada del peligro de que llegara al poder lo que ella misma califica de populismo. Primero fue Cuauhtémoc Cárdenas, después, Andrés Manuel López Obrador. La diatriba, el rumor, la noticia falsa han sido armas de constante uso en contra de la fuerza política emergente en el país.
Para aproximarnos a la existencia de este fenómeno, véase la forma tan tranquila en que esa derecha observó el cambio de presidente de la República en 2012. Se iba el PAN, pero no llegaba la izquierda sino la otra derecha. Las cosas se mantuvieron bajo control, aun cuando se criticara y despreciara de vez en vez al mandatario priista, dentro y fuera del PAN, dentro y fuera del PRI.
Es verdad que esa extrema derecha no sólo está dentro de ambos partidos. Esto mismo le permite asumir diversas formas para expresarse con frecuencia sin compromiso partidista alguno, desde medios de comunicación y a través de organizaciones y empresas.
El problema de estos días es que muchos en el PAN y no pocos en el PRI están avanzando en la misma actitud iracunda contra la izquierda cuando ésta se ha convertido en fuerza gobernante del país como consecuencia de un torneo electoral, es decir, a través del voto ciudadano.
El viejo partido de la derecha, aquel que siempre fue leal oposición del viejo sistema político, el presidencialismo exacerbado y de partido del Estado, ha dejado de proponer y dedica su tiempo a tratar de bloquear mientras acusa al nuevo gobierno, así nomás, de dictatorial.
El otro viejo partido, el que siempre asumió al PAN como única oposición y le fue leal hasta entregar sin disgusto la presidencia a Vicente Fox, un panista impostor pero al fin líder del PAN, ahora, en ocasiones, se acomoda lastimosamente como último vagón de la derecha extrema.
Es la reacción, es decir, el tratar de volver las cosas al estado en que estaban antes.
La pensión universal de adultos mayores, las becas a todos los estudiantes de bachillerato, el financiamiento público de millones de empleos de jóvenes aprendices, son vistos como un reparto de dinero para obtener el apoyo de una parte del pueblo. Son programas “populistas”, en la visión reaccionaria, aunque no sean financiados con más deuda pública, como lo fueron los programas sociales focalizados y condicionados que llevaron a cabo PRI y PAN durante muchos años.
No se trata, sin embargo, del neoliberalismo a secas, sino de aquel que es más ideológico. La extrema derecha mexicana no es vociferante y maledicente sólo para preservar sus intereses económicos individuales y la corrupción que le brinda ganancias, sino para defender su concepción de país y de mundo, ligada sin duda a sus intereses de clase, pero también a su concepción más general, aquella que expresa intereses difusos, más históricos:  los de dominancia social. Es por ello que no va a cambiar y no va a dejar de maldecir el día en que la izquierda se convirtió en fuerza gobernante en su “propio país”.
A esto debe responder, ahora y en el futuro, la nueva fuerza gobernante, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo.
El PRI en el Senado se ha ubicado también del lado de esa actitud iracunda. Al ponerse a la cabeza del PAN, en medio de las acusaciones contra el gobierno sobre el trágico suceso en Puebla, el PRI descalifica desde ahora la investigación sobre la caída del helicóptero. Propone que el Senado investigue, pero una comisión senatorial no podría en forma alguna saber más y mejor al respecto que otra de técnicos especialistas.
Sin embargo, Osorio Chong, el exsecretario de gobernación cuando ocurrió la desgracia de Iguala, nos dice a bocajarro que no está dispuesto a tolerar que se oculte la verdad y que todo debe ser esclarecido rápidamente. Este sería un episodio de comicidad si no fuera porque el PRI se ubica, por boca de uno de sus portavoces parlamentarios, en el plano de la extrema derecha: vocifera en lugar de pensar.
Las acusaciones vertidas en redes sociales en contra de López Obrador con motivo del deceso de las dos personalidades políticas poblanas y panistas no son obra de una acción concertada, aunque, soltada la mentira, algunos bien organizados reprodujeron la especie del atentado político. Se trata de otra cosa. Es un estado de conciencia de la extrema derecha ante un mundo que se le está cayendo y que no logra volver a integrar en su escindida cognición. Entre lo real y lo que debe ser hay para esa corriente política e ideológica muchos puntos que no quieren coincidir.
Por esto, dentro de ese pensamiento reaccionario aceptado por la voluntad propia, el designio de la extrema derecha arroja que, pase lo que pase, el gobierno de López Obrador siempre ha de ser perverso, lo peor, lo irreconciliable con una moral que se niega a reconocer su hundimiento porque no contiene en sus preceptos el mínimo elemento de democracia.
La extrema derecha mexicana se está ubicando en el plano del delirio. Por ello busca solamente bloquear, vociferar, insultar, falsear, mentir.
Es preciso un nuevo sistema de comunicación social que responda bien y rápido a un fenómeno que no sólo está siendo manipulado por varios mecanismos formales, sino que es incontinente expresión de un estado de conciencia que viene de la profunda sensación de haber sido despojado de un orden establecido. Así está la extrema derecha. Pocas veces había estado así en México.
Piénsese en 1857.


Escándalos de Luis Mendoza Acevedo