CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Instituto Nacional Electoral (INE) informó este lunes que 28 de los 65 aspirantes que recaudaron las firmas necesarias para ser candidatos independientes a una diputación federal, lo hicieron de forma fraudulenta.
Lo anterior fue descubierto al término del periodo de 60 días para que los aspirantes reunieran los apoyos correspondientes al dos por ciento de la lista nominal de sus respectivos distritos, así como la dispersión requerida, una vez que la autoridad electoral analizó una muestra representativa de 900 firmas de cada uno ellos.
El resultado de esa verificación, según el director ejecutivo de Prerrogativas y Partidos Políticos de esa dependencia, Patricio Ballados, reveló que 24 contendientes presentaron “inconsistencias o irregularidades” que hicieron condujeron a una revisión total de las firmas.
El resultado fue un cúmulo masivo irregularidades en las credenciales para votar registradas a través de su aplicación. Las tres principales inconsistencias serían haber encontrado firmas a partir de fotocopias, credenciales inválidas y simulación las mismas.
De esta inspección el INE determinó que al menos 22 de esos 28 aspirantes fraudulentos, de los que no revelaron nombres, no obtendrán la candidatura.
A esos, incluidos los seis restantes, el INE otorgará derecho de audiencia antes de turnar el caso a la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos y, finalmente, al Consejo General del INE.
Por su parte, René Miranda Jaimes, director ejecutivo del Registro Federal de Electores del INE, aseguró que esta es una situación delicada, replicada principalmente en Nuevo León y la Ciudad de México:
“Tendrán espacio para que puedan explicar y defender su actuar, pero sí encontramos de manera muy importante y concentrada este tipo de práctica en donde prácticamente la totalidad de los registros que incorporaron mediante la aplicación provienen de este tipo de formatos, pretendiendo simular una credencial para votar con fotografía”, denunció.
El secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, fue más explícito: “Para que ustedes tengan claridad de qué fue lo que se hizo: se tomaron credenciales reales, la mayoría todavía del Instituto Federal Electoral, recortaron la fotografía de esas credenciales y borraron los datos de nombre, el Registro Federal de Electores, número de elector y el número que está al reverso de las credenciales, y se suplantaron esos datos por otros que efectivamente están en el padrón electoral pensando que a lo mejor nosotros no los íbamos a revisar”.
Ante estas prácticas, los responsables enfrentarán tres consecuencias, anunciaron los funcionarios electorales: la imposibilidad de aparecer en la boleta electoral, sanciones administrativas y la investigación conducente por parte de la FEPADE para contra quien resulte responsable por suplantación de identidad y mal uso de los datos electorales.
“Nuestra prioridad es que la sociedad tenga la certeza de que las opciones que se encuentran en la boleta son producto de un proceso legal y transparente, producto de un legítimo respaldo”, concluyó Molina.
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