Casa "amiga" desde donde operó el secretario particular de Ana Maria Chimal. Foto: Areli Villalobos |
ATLACOMULCO, Edomex (apro).- En la cuna del influyente grupo Atlacomulco, el PRI hizo de todo para no permitir la derrota en el territorio de Enrique Peña Nieto. Al menos así lo demostró la cantidad de irregularidades que reportaron observadores electorales y vecinos de las 440 casillas que conforman el Distrito 3, municipios de Atlacomulco, Jocotitlán, Temascalcingo, San José del Rincón y El Oro.
Los observadores se quejaron de las faltas en las que incurrieron principalmente los funcionarios de casilla. La razón, según comentaron vecinos, es que “casualmente” la mayoría son militantes priistas.
“Él es mi vecino, me consta que es priista”; “sí, los que están en la casilla son del PRI”, fueron algunos testimonios que confiaron a esta reportera.
Éstos ocasionaron que se pasaran por alto actividades para las que deberían estar capacitados los funcionarios de casilla.
Por ejemplo, en la instalada en la escuela primaria “Rafael Favila”, en la sección 417 –la más importante por ser la cabecera municipal de Atlacomulco–, no permitieron la firma de las boletas electorales por parte de los secretarios, misma que en el conteo de votos, avala su autenticidad. La presidenta de casilla explicó que fue “para ahorrar tiempo”.
En la sección 2353, municipio de Jocotitlán, un ciudadano exhibió en video cuyas imágenes mostraron que la tinta indeleble que usaban en la casilla se borraba con cloro.
Y en la casilla contigua, sección 2367, reportaron que la presidenta permitió que varios ciudadanos votaran sin entintarse el dedo pulgar.
Los acarreos y la presión política que ejercieron los “mapaches del PRI” (líderes locales que compran votos y ejercen presión política afuera de las casillas) fueron otra constante en la cuna del llamado Grupo Atlacomulco.
Desde temprana hora, Apro pudo constatar cómo taxistas de Atlacomulco y de Temascalcingo trasladaban en carros y camionetas a personas a las casillas electorales del centro de ese municipio.
Los ciudadanos entraban a ejercer su derecho al voto y a la salida hacían señas a los operadores, con quienes se encontraban cuadras posteriores. Después los regresaban en el mismo transporte.
Los “mapaches” también vigilaron el movimiento afuera de las casillas y tomaron fotografías de todo aquel que se acercara a platicar con la gente. No hubo casilla donde no se observara a estas personas.
Operación Carrusel
Los vecinos de las 36 comunidades de Atlacomulco también identificaron a varios funcionarios municipales de bajo y alto nivel que ejercían presión afuera de las casillas y que vigilaban que “su gente” votara y entregaban los pagos por voto.
Según explicó una residente que pidió no ser identificada, desde el pasado sábado 27 funcionarios rentaron “casa amigas” donde entregarían el dinero a los votantes tras sufragar.
Dichas “casas” formaron parte de la operación llamada “Carrusel”, que consistió en que funcionarios que sirvieron de enlace entre la cabecera municipal que rige Ana María Chimal esperaban a los votantes fuera de las casillas, los llevaban a las “casas amigas”, les entregaban el dinero y después los regresaban.
La participación más importante fue en una de estas “casas” localizada en la calle Javier López García, en la carretera en dirección a El Manto, en San Lorenzo Tlacotepec, Atlacomulco. Con ayuda de vecinos, esta reportera pudo identificar a Israel González, secretario particular de la presidenta municipal de Atlacomulco, como participante de esta operación.
En camionetas, el secretario trasladó a gente desde temprana hora, pero apenas notaron la presencia de vecinos y de esta reportera, comenzaron a tomar fotografías.
Incluso, Lucía Alejo Lovera, presidenta del comisionado ejidal de esta localidad, quien también acompañó en la identificación de las “casas amigas”, denunció que el exsecretario llamó a policías municipales para intimidarla. Uno de ellos le dijo “¿quieres que te desaparezcamos como Juárez?, dejen de estar chingando”.
San Lorenzo Tlacotepec, pueblo mazahua, es la segunda localidad más importante después de la cabecera municipal, en cuanto al número de habitantes.
Aquí desde el año pasado los habitantes mazahuas están en discusiones con Ana María Chimal porque no respetó la elección en la que, por usos y costumbres, eligieron a representantes de la comunidad.
Los votantes también identificaron a operadores del programa social Prospera, afuera de las casillas donde, con lista en mano, apuntaban a los ciudadanos.
Esta forma de operar coincide con la misma que Proceso publicó en su edición 2117, que circuló la semana previa a las elecciones en el Estado de México.
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