El Plan A de los mexiquenses debe ser evaluar los gobiernos priistas que han estado al frente de la administración pública en el Estado de México y optar por votar por otro partido, coincidieron los politólogos Arturo Alvarado Mendoza, José Antonio Crespo, Nicolás Loza Otero y Sergio Aguayo Quezada. Explicaron que la alternancia es un buen síntoma de la democracia y ayuda a que se renueven la políticas y se dé un cambio. Pero, alertaron, deben tomarse en cuenta variables como la cooptación de la oposición, la influencia del crimen organizado y la compra del voto en los comicios.
Ciudad de México, 10 de marzo (SinEmbargo).- La alternancia en el Estado de México para las elecciones de junio será la mejor opción para los mexiquenses y abrirá la posibilidad de “mover las cosas” hacia un cambio que mejore las condiciones de vida de la población, coincidieron analistas políticos entrevistados por SinEmbargo.
Este año los habitantes de la entidad con el mayor padrón electoral en el país decidirán si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se queda otros seis años, para sumar a los ya 90 que ha gobernado, o abre la oportunidad de votar por la oposición.
“Sería sano para las instituciones democráticas del país, para la democracia y para el desarrollo no sólo político, sino social y económico de la región, que hubiera un cambio frente a los que son gobiernos muy corruptos, muy opacos, muy incapaces. Que además, como les corresponde una buena parte del área metropolitana de la Ciudad de México, son unos de los principales obstáculos para desarrollo de la zona metropolitana”, dijo Arturo Alvarado Mendoza, director del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (Colmex).
Las principales contendientes del candidato del PRI, Alfredo Del Mazo Maza, son la panista Josefina Vázquez Mota y Delfina Gómez Álvarez del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Hasta el momento, las encuestas reflejan que la intención del voto en la entidad está dividida en tercios y que la contienda será reñida.
A diferencia de la elección de 2011, en donde obtuvo la victoria el priista Eruviel Ávila Villegas, el PRI en esta ocasión no la tiene segura, afirmaron los analistas. Si el candidato Tricolor gana con un margen mínimo en el Estado de México, incluso podría sospecharse un fraude.
“Hace seis años el Gobierno de Enrique Peña Nieto entregó buenas cuentas para la visión de los mexiquenses. El PAN [Partido Acción Nacional] y el PRD [Partido de la Revolución Democrática] no quisieron ir en una coalición que les habría dado una probabilidad mayor de triunfo, y Eruviel fue un buen candidato, en términos publicitarios, que ganó con un 40 por ciento de distancia del segundo lugar. Eso ahora no hay. El candidato del PRI, PAN y Morena presentan las candidaturas que son atractivas”, explicó José Antonio Crespo Mendoza, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
El especialista detalló que en la contienda de junio “la gente verá si los resultados del PRI ameritan castigarlo o lo perdonan”. Sin embargo, alertó que la maquinaria priista se echará andar para conservar la gubernatura.
“La pregunta es si será suficiente para preservar el Estado de México, y si gana con un margen pequeño la conclusión será que habrán ganado la elección con esa maquinaria de compra del voto”, advirtió.
Crespo Mendoza precisó que los mexiquenses pueden optar por la alternancia, si ya se cansaron de un mal desempeño y de la corrupción. Votar por un partido distinto al PRI, añadió, abre la posibilidad de “que haya un mejor Gobierno, y también es una forma de castigar los abusos y mal desempeño del Gobierno saliente”.
Arturo Alvarado alertó que el organismo electoral local no está preparado para hacer frente a la maquinaria priista que ya opera, de acuerdo con las denuncias de la oposición, para movilizar el voto a su favor.
Las candidatas de Morena y el PAN tienen posibilidades de ganar, dijo. Sin embargo, aún queda en la mesa la carta perredista que aún no se define a quién apoyará, pues una “alianza entre la oposición garantizaría la puerta a la alternancia”.
LA ALTERNANCIA NO GARANTIZA CAMBIO“Esto dejaría claro que hacia 2018 el PRI ya no tiene la gran mayoría de las entidades federativas con las aportaciones más grandes. Pero debo aclarar que la alternancia no es la solución a los profundos problemas que viven los mexiquenses, como también del país. Hasta hoy no ha dado los frutos que quisiéremos. Lo que hemos visto en Veracruz recientemente indica que no resuelve buena parte de los problemas, contribuye a transparentar algunas cosas, pero tampoco son tan capaces los gobiernos de transformar rápida y radicalmente los grandes problemas que tenemos”, precisó.
Nicolás Loza Otero, analista político de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), coincidió también que la alternancia es una de las virtudes de la democracia, sin embargo en el Estado de México tiene “un pero”.
“En la entidad ha habido pluralismo, aunque el PRI ha ganado siempre la gubernatura, los municipios más importantes han estado gobernados por la oposición y también el Congreso local. Entonces hay un equilibrio entre los partidos, hay una suerte de intercambio entre las bancadas de oposición que dejan de hacer su labor de control sobre el Gobierno a cambio de que la bancada del Gobernador deje tener el control de sus municipios. Un equilibrio donde la función de la alternancia se desdibuja […]. Es deseable que el PRI salga de la gubernatura para cotejar los principios generales de la democracia, que entre un equipo nuevo que revise lo que ha hecho la autoridad anterior, pero si este equipo no llega con tal fuerza que tenga la mayoría en la Cámara de Diputados, no lo van a controlar”, explicó.
El 7 de junio de 2015 los mexiquenses votaron por los diputados que actualmente conforman el Congreso local y por los alcaldes de 125 ayuntamientos.
Los resultados de la votación arrojaron 34 diputados para el PRI, 12 para el PRD, 11 para el PAN y seis para Morena. El partido Movimiento Ciudadano (MC) y Encuentro Social obtuvieron tres cada uno; mientras que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Partido del Trabajo (PT) y Nueva Alianza (PANAL), dos cada uno.
Tras la elección, el PRI-PVEM-PANAL obtuvieron 58 municipios; el PRI sólo 26, el PAN solo y en coalición con el PT, 19; el PRD se quedó con 16; el PT con tres, y Morena, MC, PANAL, y Encuentro Social, con uno respectivamente.
Integrantes de la oposición a nivel nacional han acusado que en el Edomex algunos partidos de oposición están cooptados.
Fernando Belaunzarán Méndez, vocero de la corriente interna del PRD Galileos, declaró a este medio digital hace unas semanas, que la corriente hegemónica de la fuerza política en la entidad sacrificó la viabilidad de una candidatura competitiva para las elecciones de este año por privilegiar su cercanía con el poder local y federal y cuidar intereses particulares.
Criticó que la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), encabezada por Héctor Bautista López, la “tribu” o corriente más importante del Sol Azteca en el Estado de México y a nivel nacional, sacrificó la alianza con el PAN y también la posible candidatura de Alejandro Encinas Rodríguez, Senador de la República.
“Sacrificaron toda perspectiva estratégica que nos tenía que posicionar para 2018. Prefirieron mantener su relación privilegiada con los gobiernos del estado y de la federación. Eso privilegiaron, poniendo en riesgo la viabilidad del PRD como proyecto, por poner sus intereses de facto por delante. Para ellos, lo más importante es qué tribu se queda con el PRD, con el timón, así sea de un barco que se hunde. Para quedarse con un partido, para ver quién apaga la luz”, dijo el ex Diputado federal perredista.
ALERTAN POR EL CRIMEN ORGANIZADO
Sergio Aguayo Quezada, investigador de El Colegio de México, opinó que las elecciones de este año en el Edomex serán un laboratorio político y que deben revisarse en cuatro dimensiones: el morbo que genera la salida o no del PRI del poder; los municipios en donde habrá elecciones libres; la compra y coacción del voto, y una más que tiene que ver con el avance del crimen organizado en algunas localidades.
“Tendremos que revisar cuál es el modelo que adopte el crimen en algunas regiones, porque en algunos estados sólo quieren poner al jefe de policía y tránsito, por la importancia. Pero los Zetas y la Familia Michoacana instauraron un nuevo modelo que es el control total de los municipios. No sabemos qué modelo surgirá. En todo caso, el Estado de México nos servirá como laboratorio, no sólo para la elección de 2018, sino para ver cómo reaccionarán las instituciones del Estado, y si el INE [Instituto Nacional Electoral] y el Instituto Electoral del Estado de México están dispuestos a reconocer la compra y coacción del voto y si harán algo para evitarlo”, señaló.
La semana pasada Iliana Rodríguez Santibáñez, directora del Departamento de Derecho y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey y ex observadora electoral, hizo un llamado a las autoridades mexiquenses a garantizar la seguridad de los observadores electorales en los municipios en donde el crimen organizado tiene el control.
“La autoridad debe garantizar la seguridad de quienes participarán en esta importante jornada electoral, porque hay regiones del Estado de México que son tierra caliente y colindan con Michoacán en donde el crimen organizado está instalado. Los partidos de oposición por su lado, deben estar tomando ya de manera preventiva todos los escenarios, desde el más optimista hasta el más adverso”, expuso en este medio digital.
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