MONTERREY, NL. (proceso.com.mx).- En la Macroplaza de esta ciudad, se reunieron esta tarde grupos sociales en posiciones radicales: heterosexuales en favor de la llamada familia tradicional, y los gays que impulsan el matrimonio igualitario.
Convivieron en extremos opuestos de la Explanada de los Héroes del Ágora y aunque desde un principio se dijeron respetuosos de sus opuestos, durante la tardeada se ocuparon de fastidiarse mutuamente.
Fue la de esta tarde una concentración de unas cinco mil personas, la mayoría vestidas de blanco convocadas por el Frente Nacional por la Familia, que replicaron en esta capital las manifestaciones similares que, dijeron, fueron celebradas en 120 ciudades de México.
Frente al Palacio de Gobierno instalaron un templete, una pantalla gigante y efectuaron un festival, con números musicales, testimoniales y mensajes en los que reiteraron su apoyo a la familia tradicional, integrada por padre y madre. Expresaron repudio a las iniciativas presentadas por el presidente Enrique Peña Nieto, que favorece el matrimonio entre homosexuales y facilita a las personas cambiar su identidad genérica en el Registro Civil.
En el lado opuesto, en una escalinata ubicada a unos 50 metros de distancia, estaba la parcialidad de unas 200 personas de lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros (LBT), que hacían ruido con una batucada y con un micrófono cantaban melodías de Juan Gabriel y sus propias canciones, como una manera de celebrar la diversidad.
Frente a ellos desplegaron una enorme manta de arcoíris que sirvió como tapete a todos los que se reunían en ese lado de la Macroplaza.
Como ellos mismos lo reconocieron, convocaron a su propia manifestación en respuesta a los conservadores, para expresarles que están en pie de lucha cívica para defender los matrimonios igualitarios, las relaciones del mismo sexo, las familias homoparentales y la adopción de parte de los gays.
Sin embargo, los convocados profamilia tradicional, no fueron indiferentes a la manifestación de los hombres y mujeres que portaban banderas multicolor. Con sus camisas blancas, con emblemas de familias tradicionales, crearon un cinturón humano en torno al grupo LGBT, para impedirles que se manifestaran libremente. Fue una manera de fastidiar sus expresiones, como ellos lo estaban haciendo para los que se expresaban del otro lado de la explanada.
No roces físicos, aunque sí discusiones. A las personas conservadoras que pasaban por entre las filas de los gays, algunos de estos les susurraban: “Los que no tienen sexo váyanse para allá”. Otros, francamente enfadados, les pedían que se retiraran a su espacio, frente al templete.
Los profamilia tradicional, por su parte, aplaudían y gritaban para acallar al núcleo de banda LGBTTI. Decenas de oficiales de la policía estatal Fuerza Civil, impecablemente uniformados y sin armas, estuvieron expectantes, ocupados más en hacer recorridos en torno a los muchachos con bandera de arcoíris.
A las 18:45, del lado del Frente Nacional por la familia, su vocero en le estado José Enrique Guzmán, leyó un pronunciamiento de tres puntos, en el que mencionó que la familia de hombre y mujer como padres es la célula básica de la familia y que son ellos los que deben decidir sobre la educación de sus hijos.
También que están en contra de las iniciativas del gobierno federal que promueven el matrimonio igualitario y la creación de familias homoparentales; y que los presentes difundan estas ideas entre sus conocidos, para que defiendan a la familia tradicional.
A las 18:45 concluyó la manifestación. Por el Frente por la Familia hubo música de mariachi que entonó cielito lindo. Fueron soltados al aire globos colores azul y rosa. En su espacio, los gays siguieron tocando batucada.
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