Por: Jaime Avilés (@Desfiladero132)
9 de febrero 2016.- “Puertas giratorias” llaman en España al intercambio de los políticos que pasan del gobierno a la empresa privada y viceversa. Una de esas puertas giratorias está a punto de usar el flamante ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, a quien Peña Nieto cesó ayer para que utilice toda la información estratégica que acumuló durante los tres años de su gestión (diciembre 2012-febrero2016) como desmantelador de la industria que fue la base económica del país entre 1976 y 2013.
Jesús Federico Reyes Heroles González Garza dirigió Pemex de diciembre de 2006 a septiembre de 2009, hoy es consejero consultivo para América Latina del Deutsche Bank y del Intelligence Energy Group, además de diversas firmas mexicanas ligadas a los hidrocarburos.
Antecesor de Reyes Heroles, Sergio Ramírez Corzo, director de Pemex con Vicente Fox, es responsable de haber sobrexplotado el gigantesco yacimiento de Cantarel hasta dejarlo casi vacío. En 2006 fundó una compañía petrolera en Texas, hoy preside Oro Negro, consorcio que le renta plataformas privadas a Pemex en la Sonda de Campeche mediante un contrato que vale 6 mil 243 millones de pesos, pero al mismo tiempo da el mismo servicio a Todco México Inc. por 4 mil 657 millones de pesos.
Supersecretario de Hacienda con Salinas de Gortari (1988-1994), Pedro Aspe Armellafundó en 1996 la empresa Protego, que asesora a inversionistas en los mercados mexicanos y en 2006 se fusiona con Evercore Partners y establece sus oficinas en Nueva York; hoy es miembro de múltiples empresas como Televisa, Volaris, American International Group, McGraw Hill, Standar&Poor, entre otras.
En 2012, Aspe, Reyes Heroles y Ramírez Corzo fueron reconocidos como piezas claves para que las grandes petroleras del mundo se beneficiaran de la privatización de Pemex. Desde la campaña electoral de Peña Nieto, Aspe quedó detrás de su alumno, Luis Videgaray Caso, el actual dizque secretario de Hacienda que en realidad es un títere del máximo genio financiero del salinismo.
Vinculado por filtraciones comprometedoras con la constructora OHL, la favorita de Peña Nieto, Emilio Lozoya está listo para irse, con toda la información robada a Pemex, a la petrolera que le ofrezca el mejor pago. La pregunta es: ¿cuánto tardará en hacer uso de la puerta giratoria para ayudar a los tiburones internacionales a seguir saqueando a México?
En España, durante la campaña electoral de diciembre pasado, el innovador partido de izquierda llamado Podemos propuso una ley que prohiba a los ex funcionarios del gobierno pasarse al sector privado antes de cumplir 10 años de haber desocupado su último cargo público. La duda que subsiste es: ¿cómo podría evitarse que vendan información estratégica?
Alguien que probablemente no será contratada—o quién sabe— por ningún gigante privado es la doctora Martha Mercedes Juan López, un cuadro del salinismo que inició su carrera pública en el sexenio de Miguel de la Madrid, continuó ocupando distintos puestos con Salinas y Zedillo, fue diputada del PRI durante Fox y, sin que nadie pueda explicarlo, se convirtió con Peña Nieto en la primera mujer que ocupó la Secretaría de Salud, desde diciembre de 2012 hasta ayer.
¿Qué hizo? Nada, ni siquiera fue capaz de atender los sencillos problemas de los pacientes crónicos recluidos en el Hospital Psiquiátrico de Yucatán, que necesitan ventiladores, mosquiteros, repelentes y mejor calidad de vida, en una ciudad como Mérida donde el calor ronda los 40 grados (¿Gay-Lussac?, preguntaría Felipe Calderón) y ya están presentes enfermedades como el dengue y el chukungunya, pero no tarda en llegar el zika.
Por otra parte, que José Narro Robles la sustituya no es novedad. Esta columna adelantó, hace menos de un año, que en cuanto el destacado político priísta culminara su segundo período como rector de la UNAM entraría al gabinete de Peña Nieto como secretario de Educación, para rencauzar la llamada “reforma educativa”, que el entonces titular de la SEP hizo imposible desde que se dedicó a perseguir a los maestros.
Chuayffet, agobiado por los años y la pesadísima carga de crímenes que cometió a lo largo de su carrera —el más notorio y espantoso fue la matanza de Acteal en diciembre de 1997— pasó a retiro antes que Narro estuviera en condiciones de sucederlo, por eso en su lugar quedó Aurelio Nuño, pero éste no tomó la estafeta sino la macana y el fusil de gases lacrimógenos para continuar apaleando, encarcelando y despidiendo maestros, con lo que sólo ahondó la brecha entre estos y el gobierno.
Así, pues, Narro descansado y fresco, remplaza a doña Juan López ante la supuesta emergencia del zika —todavía no está claro cuán peligrosa podrá ser, pero no olvidemos que el polifacético mosquito aedes aegipti no sobrevive arriba de los mil 800 metros sobre el nivel del mar—, de modo que si no hay “pandemia” en puerta, quizá el ex rector sustituya al inexperto, inútil pero eso sí, ultracorrupto Aurelio Nuño, porque la brecha entre la CNTE y el “gobierno” federal preocupa cada día más a los priístas…
¿Por qué? Andrés Manuel López Obrador es la respuesta. El máximo líder opositor del país ha estado construyendo una alianza estratégica con las bases de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca. Si ésta se concreta en breve, Salomón Jara, el candidato de Morena al gobierno de esa entidad, podría ganar las elecciones de este año.
Pero si la CNTE y Morena amplían esa alianza para 2018, AMLO —que según las para mí inadmisibles encuestas marrulleras tiene ya un 32 por ciento de ventaja sobre Margarita Zavala y El Bronco— agregaría unos cinco millones más a su hipotético caudal. Ya veremos. Por lo pronto, Morena este año tiene hechas cuatro apuestas. Además deOaxaca (donde no hay nada claro todavía) puede ganar la gubernatura de Zacatecas (ahí sí, David Monreal va en punta y sus perseguidores no le ven el polvo).
Los dos grandes misterios están en las elecciones para presidente municipal deVillahermosa (donde, salvo el apoyo entusiasta de AMLO, nada le garantiza el triunfo a Octavio Romero Oropeza) y en el proceso para disputar las 60 diputaciones a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, un proceso tan espurio, autoritario y dictatorial como el que en 1903 produjo, en Nueva York, la primera constitución política de Panamá.
A nombre de Polemón y su equipo solicito vuestro perdón por mi ausencia de esta página los días anteriores: lo que pasa es que estuve malito de una infección en el oído medio, que devastó mis reservas energéticas. Desde ya y con la salud restaurada volvemos a la cancha y con sorpresas que iremos desmenuzando a lo largo de la semana.
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