Hacienda reducirá $135 mil millones al presupuesto de 2016

Caída de los precios y la producción de petróleo, entre las causas del ajuste

Del total de programas eliminados, el mayor porcentaje se concentra en Pemex

La discusión del presupuesto de 2016 recaerá en la 63 Legislatura, que entrará en funciones el primero de septiembre próximo. La imagen, en la Cámara de Diputados en la ciudad de MéxicoFoto Cristina Rodríguez

Israel Rodríguez

 

Periódico La Jornada
Domingo 12 de julio de 2015, p. 20

Ante la caída de los precios y producción del petróleo, el gobierno federal prevé una reducción en el presupuesto para el próximo año de 135 mil millones de pesos, una baja de 4.3 por ciento en términos reales respecto del aprobado para 2015, según la estructura programática planteada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

La estructura programática en México es el instrumento donde se plasma la política pública, que se propone ejecutar a través del presupuesto federal. Para 2015, el presupuesto aprobado contiene 249 mil 244 líneas, donde se desglosa la estructura programática en las distintas clasificaciones del gasto: administrativa, funcional, económica y geográfica.

Según Transparencia Presupuestaria de la SHCP, en 2015 existen 889 programas federales ejercidos a través de 44 ramos. De acuerdo con el documento de la Estructura Programática 2016, en el ejercicio fiscal 2015 existen mil 97 programas presupuestarios, de los cuales sólo 974 tienen presupuesto asignado.

Busca más eficiencia

Sin embargo, ante la necesidad de tener un gasto público más eficiente y atender un recorte presupuestal de 135 mil millones de pesos derivado de la caída de los precios y producción del petróleo, en la Estructura Programática 2016 se propone la fusión de 261 programas presupuestarios en 99, esto es, reducirlos 38 por ciento; la resectorizaron de siete programas; la eliminación de 56 y la creación de cuatro (dentro de los ramos administrativos y las entidades de Control Presupuestario Directo: IMSS e Issste).

Del total de 56 programas presupuestarios eliminados sólo 17 tienen un presupuesto en 2015, sumando 39 mil 883 millones de pesos y para atender el recorte previsto de 135 mil millones, además de la eliminación de los 56 programas se habrán de hacer ajustes que al menos sumen 95 mil 117 millones de pesos. En otras palabras, con la Estructura Programática 2016 y los programas eliminados, sólo se logra reducir 29.5 por ciento del recorte previsto.

Los cambios en la estructura programática sólo se dieron en 28 de los 44 ramos existentes y la eliminación efectiva de programas (aquellos que cuentan con presupuesto en 2015) sólo se dio en 21 de los 44 ramos, por lo que habrá de esperarse un mayor esfuerzo de reducción de programas en el resto de los ramos presupuestarios, opinó Sunny Arely Villa Juárez, integrante del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), organización de la sociedad civil integrada por expertos en temas económicos y presupuestarios.

Explicó que del total de los programas eliminados (efectivos en 2015), el mayor porcentaje se concentró en los ramos de Petróleos Mexicanos y Provisiones Salariales y Económicas, con 27.1 y 16.4 por ciento cada uno.

En su análisis sobre los cambios en la estructura programática 2016, consideró que la evolución y transformación del presupuesto a base cero deberá ser gradual, ya que existen legislaciones y estructuras orgánicas de la administración pública federal que habrá que modificar antes de poder cambiar el presupuesto público.

Afirmó que reducir el número de programas presupuestarios no necesariamente implica un compromiso en la reducción de los recursos, y advirtió que esta reducción se dificulta en mayor medida al no haber un cambio en la estructura y cultura organizacional del gobierno.

Hacer una reingeniería del gasto público en México es un proceso que va más allá de fusiones, eliminaciones y cambios de nombres en los programas presupuestarios, señaló el CIEP. El sector público y la sociedad civil habrán de plantear una estrategia de corto, mediano y largo plazo para hacer reducciones efectivas en el presupuesto público que contribuyan a la eficiencia del gasto y lleven a la sostenibilidad fiscal, concluyó.