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El “sucesor de Pedro”, ha comenzado su gira por América Latina, lo cual constituye un gran aliciente para millones de católicos que sufren hambre, pobreza, desempleo, injusticia, persecución, y un total abandono de los gobiernos, tanto capitalistas como socialistas.
El Jefe de Estado Vaticano, encuentra la tierra que lo vio nacer, totalmente colapsada en lo político, social, cultural y económico. Hoy día, más del 80 por ciento de la población latinoamericana, no cree un centímetro en sus gobernantes.
Desde México hasta Argentina, los ciudadanos están hartos de sus presidentes, y eso es decir poco; los mandatarios, al parecer, no quieren impulsar esa fórmula que permita a los países de la región, desarrollarse en los rubros de educación, ciencia, tecnología, investigación.
Tal parece que mientras más ignorantes seamos, más felices serán nuestros “líderes políticos”.
El autodenominado Vicario de Cristo, visitará Ecuador, Bolivia y Paraguay; y aquí lo que llama la atención, es por qué excluyó a México de esta importante gira, siendo que nuestro país es de los principales generadores de católicos a nivel mundial, y por ende, el que más millones de euros deposita en las arcas del Vaticano.
La respuesta es simple: no es que el Papa no quiera a México…al que no quiere, es a Peña Nieto.
No hay que buscarle mucho, Francisco no quiere llegar a un país gobernado por un presidente incapaz de acabar con la corrupción y narcotráfico, y que por si fuera poco, ha permitido que el crimen organizado se extienda hasta la Argentina del Sumo Pontífice.
”Evitemos la mexicanización” le rogó el Papa a un amigo suyo en una carta que causó revuelo mundial, a principios de este 2015.
El término “mexicanización”, utilizado por el líder católico, demuestra su completa indignación hacia un país que ha sido secuestrado no solo por los grandes cárteles de la droga y el crimen organizado, sino incluso por sus propios gobernantes.
El pueblo se muere de hambre, y la Gaviota se compra vestidos de 5 millones de pesos.
¿Tiene o no tiene razón el Papa de excluir a México de sus vistas oficiales?
Esta es solo una muestra de cómo se ve al presidente priista en todo el mundo; la incapacidad política de Peña Nieto, su falta de inteligencia, su poca personalidad, su escasa visión, su despreciable idea de darles más poder y dinero a sus familiares, han causado pena ajena.
Enrique Peña Nieto, es lo peor que le pudo pasar a México…y el Papa lo sabe muy bien.
Esta es la triste historia de un país pobre, de un presidente inepto, y de un Papa que no quiere al PRI.
(Editorial)
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