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La Alianza Mexicana Contra el Fracking y Carto Crítica difundieron documentos que revelan que de 2003 a la fecha se han realizado 924 pozos con la técnica de fractura hidráulica (fracking) en México,en seis estados del país.
La información, que ha sido posible recopilar mediante la solicitud de información pública connúmero de folio 1857500000714 realizada a Pemex Exploración y Producción, revela que ha habido perforaciones mediante esta técnica, esto en los estados de Coahuila (47 pozos), Nuevo León (182 pozos), Puebla (233 pozos), Tabasco (13 pozos), Tamaulipas (100 pozos) y Veracruz (349 pozos).
La fracturación hidráulica se ha utilizado masivamente en México sin haber difundido información sobre los estudios de impacto ambiental de estos proyectos, ni reglamentación específica que vigile y antes de que la reforma energética sea aplicada en su totalidad.
“Los pozos de exploración utilizan el mismo método que los pozos de extracción. Los pozos de exploración utilizan la fractura hidcráulica”, dijo este viernes a El Siglo de Torreón, Manuel Llano, investigador de Carto Crítica y miembro de la Alianza Mexicana contra el Francking.
La perforación y operación de estos pozos no ha quedado en manos de Pemex, ya que para ello ha contratado a grandes empresas petroleras como Halliburton, Schlumberger o Baker Hughes, las mismas que ahora podrán participar en las licitaciones de la Ronda Uno para obtener directamente la concesión de estos campos de hidrocarburos.
La Alianza Mexicana informó a inicios de junio que estas perforaciones se han llevado a cabo sin información, consulta o consentimiento de comunidades afectadas y no existe información sobre los estudios de impacto ambiental de estos proyectos, ni reglamentación específica que vigile esta práctica altamente contaminante y dañina para la salud.
El ‘fracking’ es una técnica para extraer del subsuelo petróleo y gas natural de yacimientos llamados “no convencionales”, conformados por formaciones rocosas poco permeables denominadas lutitas bituminosas, estos suelen ubicarse a profundidades de entre mil y cinco mil metros por debajo de la superficie terrestre.
A través de estos pozos horizontales se fractura la roca con la inyección a elevada presión de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas que fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos de los poros. Este flujo sin embargo, disminuye muy pronto, por lo cual es necesario perforar nuevos pozos muy cercanos al anterior para mantener la producción de los yacimientos. La fracturación de un solo pozo requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua.
El documento de Pemex no aclara si esas prácticas son de ‘fracking’ convencional o “no convencional”, dado que el segundo es el más criticado por el nivel de contaminación que genera, afirmó Llano.
(Con información de El Siglo de Torreón, Carto Crítica y la Alianza Mexicana contra el Fracking)
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