miércoles, 27 de mayo de 2015

Lluvia de piedras, fuego y escudazos frente al Hemiciclo a Juárez

Encapuchados y policías se enfrentan en avenida Juárez. Foto: Hugo Cruz

MÉXICO, D.F. (apro).- Al concluir el mitin que enmarcó la jornada global en apoyo a los 43 normalistas de Ayotzinapa y en rechazo a la jornada electoral del próximo 7 de junio, alrededor de 200 personas se aglutinaron en círculo frente al Hemiciclo a Juárez y admiraron, fascinados, una gran fogata de la que salía una espesa columna de humo negro con olor a plástico.
Como combustible, los manifestantes utilizaron las lonas y pendones de varios partidos políticos –principalmente del PVEM– que descolgaron a lo largo de las cuatro marchas que se llevaron a cabo hoy de manera simultánea para exigir la presentación con vida de los estudiantes desaparecidos.
“Ese dinero, que se puso en esa basura (la propaganda electoral), se podía utilizar en muchos programas sociales”, comentó desde el templete Felipe de la Cruz, un padre de los 43 desaparecidos.
Al fondo de avenida Juárez, líneas compactas de granaderos del Distrito Federal observaban de lejos el fuego, cerrando a los manifestantes el acceso al Zócalo capitalino.
Durante la hora anterior, los padres se habían sucedido en el templete y llamaron a los mexicanos al “boicot electoral” durante los comicios previstos para el domingo 7 de junio.
“No decimos ‘no al voto’, decimos ‘no a las elecciones’, porque si permitimos que instalen las casillas, aunque no haya votos van a validar el acto electoral y el fraude”, declaró De la Cruz, al subrayar que “la asamblea popular es la alternativa: consiste en dos delegados por comunidad quienes darán a conocer las necesidades de los pueblos, pero no necesitamos políticos chismosos”.
Asimismo, los inconformes compartieron su indignación ante la ausencia de “pruebas científicas” que demuestren la “verdad histórica” del gobierno en la desaparición de sus hijos, y recordaron que distintas caravanas de padres se fueron a Estados Unidos y Europa para exponer su situación.
“Es una vergüenza tener que ir a pedir ayuda a otros países para que presionen al gobierno mexicano”, afirmó el padre de Jorge Álvarez Nava.
Y la madre de Martín Sánchez García abundó: “El gobierno dice que está en calma en Guerrero, pero lo vamos a invitar a Chilapa, donde todos los días hay violencia, hay desaparecidos”.

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