E
l presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, ha dicho que está garantizada la equidad para el ejercicio del voto en los próximos comicios. Sería muy raro que declarara que no hay tales condiciones; tendría que renunciar, y no lo hará. Para que las elecciones fueran creíbles, se necesitaría no sólo que se ajustaran a la letra de la ley, sino que fueran justas. Que hubiera equilibrio razonable entre los recursos de los contendientes. Valdría la pena recordar ciertos hechos recientes y preguntarnos qué calidad podrá tener el proceso del próximo 7 de junio.
Varios partidos y 140 mil ciudadanos demandaron al INE cancelar el registro del PVEM, por violar la ley de manera sistemática. Todos los días hay noticias de sus abusos. Apenas hace tres días un tráiler sobrecargado con 40 mil playeras del Verde se volcó en la carretera México-Toluca. El presidente del INE dice que el instituto ha sido muy severo con los contendientes. En efecto, el Verde ha sido multado con 500 millones de pesos. Pero el señor Escobar, su dirigente, declaró que tienen suficiente dinero para completar las campañas. No parecen dispuestos a dejar de recibir aportaciones prohibidas y a intentar comprar votos con regalos o dinero.
He leído que será en las urnas donde el Verde va a recibir el castigo de los ciudadanos. Pero si la competencia es inequitativa, las elecciones no serán auténticas y la voluntad popular estará viciada. En el DF todos los días sabemos del reparto de electrodomésticos, tinacos y despensas que regalan el PRI, el Verde y el PRD para
ganarsela voluntad de los votantes. Se han descubierto bodegas, centros de acopio, transportes, largas filas de gente recibiendo regalos. En la misma capital del país, más que propuestas hay una competencia por comprar más votos. En realidad los que compiten son las empresas de publicidad y sus
creativos.
Hay una diferencia entre el dinero fiscal que reciben los partidos. Es monstruosa. Por ejemplo: el PRI recibe mil 300 millones de pesos; el PRD, 800 millones, y Morena, 120 millones. El INE y el IEDF parecen tigres sin dientes. De qué sirven sus enormes aparatos, si no pueden contener estos abusos. Ante esta ineficacia y los indicios de parcialidad del tribunal electoral, se habla ya de otra reforma para garantizar la paz en 2018. Pienso que estas reformas son inútiles mientras no haya la voluntad del gobierno y de la clase política de respetar las reglas. La ley no tiene capacidades mágicas. Y todo esto se da en un contexto de violencia y corrupción graves.
Twitter: @ortizpinchetti
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