Jorge Romero Herrera, jefe delegacional de Benito Juárez con licencia quien ante el rechazo a su persona medido en diversos estudios de opinión se había mantenido oculto, sólo esperando que llegue la fecha para sentarse en su curul plurinominal de diputado local sin esfuerzo alguno, optó por publicitar en Facebook, con sarcasmos a sus críticos, una encuesta de Reforma que da amplio margen de ventaja al PAN, en vez de dar explicaciones sobre el escándalo de corrupción en que aparece involucrado, a partir de revelaciones dadas a conocer en el noticiero de Ciro Gómez Leyva.
“Comprobado que una estrategia que consiste en solo golpear, NO FUNCIONA. #BJesAzul”, puso en su muro de la popular red social junto a las gráficas de la encuesta. Lo curioso es que de acuerdo con la misma encuesta de Reforma el ex delegado está reprobado por el 52 por ciento de los entrevistados.
El líder de facto del PAN en el Distrito Federal nada dijo en cambio acerca de que “su hermano” y amigo cercanísimo en el clan de Los Ocean, Emilio Martínez, director general de Administración en su gobierno, haya firmado contratos resultantes de una relación corrupta con el proveedor Javier Salas, a quien de acuerdo con su propia denuncia le pidieron “moches” cercanos a los 400 mil pesos y a quien le adeudan –asegura—más de cuatro millones de pesos.
Salas aseguró que a Radio Fórmula que el encargado directamente de solicitarle los “moches” o comisiones era el subdirector de Recursos Materiales de la Delegación Benito Juárez, Fernando Flores. Este funcionario está bajo las órdenes de Víctor Manuel Mendoza Acevedo, director de Recursos Materiales, que casualmente es el hermano de Luis Mendoza Acevedo, ex chofer y ex secretario particular de Romero Herrera y uno de sus hombres de mayor confianza, a quien a pesar de no haber terminado siquiera la secundaria hizo postular en el actual proceso como candidato del PAN al Distrito local 16, de Benito Juárez.
De todo eso calla Romero, mientras presume que “BJ es azul”.
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