A su llegada al Senado, familiares de los normalistas portan la imagen de los jóvenes desaparecidos. Foto: Alejandro Ayala/Xinhua |
Berlín., 10 de diciembre (apro).- Cuando menos 36 de las armas decomisadas a la policía municipal de Iguala y presuntamente utilizadas durante los enfrentamiento del pasado 26 de septiembre -en los que murieron seis personas (tres estudiantes entre ellos), 17 más fueron heridas y 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecieron-, son fusiles de asalto alemanes modelo G-36 producidos por la empresa Heckler & Koch.
Lo anterior se desprende del listado de objetos y armas decomisadas por las autoridades del estado de Guerrero, que forma parte del expediente del caso Iguala iniciado en un principio por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), dado a conocer este miércoles por el diario alemán Tages Zeitung TAZ.
De acuerdo con el listado –del cual Apro posee una copia–, además de las armas de manufactura alemana, también fueron retenidas a la policía municipal de Iguala fusiles de asalto italianos Beretta tipo SCP (sic) 70/90 y fusiles AR-15 producidos por la empresa estadounidense Colt.
En el listado se describe con precisión el tipo de arma confiscada, el modelo, la matrícula y/o número de serie de cada fusil. Tales armas forman parte del arsenal en poder de la policía municipal de Iguala y su utilización en la noche del 26 de septiembre será determinada por las autoridades.
El pasado 1 de octubre el titular de la Fiscalía General del Estado de Guerrero, Iñaky Blanco Cabrera, aseguró que la noche del 26 de septiembre los estudiantes de Ayotzinapa fueron atacados con 30 armas de fuego que pertenecían a la policía municipal de Iguala toda vez que los casquillos de los disparos coincidieron con las armas de cargo de los agentes municipales.
En esa ocasión, incluso, no descartó que también hayan participado en los tres enfrentamientos que sucedieron esa noche miembros del crimen organizado.
Si las armas alemanas fueron utilizadas para atacar a los normalistas de Ayotzinapa es algo que aún no queda claro pero su decomiso confirma de nuevo la presencia ilegal de estos fusiles en el violento estado de Guerrero.
Desde 2005 el gobierno alemán vetó a los estados mexicanos de Guerrero, Chiapas, Chihuahua y Jalisco para recibir armas de exportación alemanas por ser regiones violentas donde se violan los derechos humanos.
Sin embargo, tal condición no se cumplió y reiteradamente ha salido a la luz la presencia de los fusiles G-36 en el estado de Guerrero: la primera vez fue en marzo del 2012 durante un enfrentamiento en la Autopista del Sol, a la altura de Chilpancingo, entre la policía y estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
A partir de fotografías tomadas el día del enfrentamiento el diario alemán TAZ, que desde hace años sigue puntualmente la ruta ilegal de las armas alemanas en México, pudo comprobar que las armas alemanas obran en poder de la policía estatal de Guerrero.
La segunda vez fue en febrero de este año cuando el canal franco-alemán ARTE realizaba un documental sobre armas alemanas en Estados prohibidos. La investigación llegó hasta la policía comunitaria de Tixtla, Guerrero, que poseía cuando menos dos fusiles alemanes G36, los cuales habían sido decomisados a la policía de ese municipio.
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