sábado, 4 de octubre de 2014

“No la dejaremos ir (a la directora del Poli) sin una auditoría”: estudiantes

Los alumnos del IPN exigen la aparición de los normalistas de Ayotzinapa y anuncian que su asamblea emitirá una contrarrespuesta al gobierno.
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(Foto: Cuartoscuro)
La lluvia no amainaba en el templete instalado enBucareli, cerca del reloj chino, y los funcionarios de Gobernación se inquietaban porque, aunque su jefe ya había leído la respuesta gubernamental al pliego petitorio estudiantil, los alumnos del Politécnico todavía tenían cosas que decirle a Miguel Ángel Osorio Chong.
Si alguien esperaba palabras de agradecimiento o de reconocimiento al secretario de Gobernación, esas palabras nunca llegaron. En cambio, expresamente dijeron, por voz de uno de sus representantes, que Osorio sólo estaba haciendo su chamba.
En cambio, fieles a su estilo reflexivo y sin apresuramientos, los estudiantes del IPN le anunciaron que la fecha para dar una contrarrespuesta estudiantil se definirá en la Asamblea General Politécnica.
Ni siquiera la renuncia de Yoloxóchitl Bustamante a la dirección del IPN les satisfizo de inmediato:
- No la vamos a dejar ir sin una investigación de los fondos y recursos, una auditoría, dijo uno de los alumnos que tomaron la palabra después de Osorio Chong.
Alguien, entre la audiencia, recordó un comentario del periódico Reforma en su columna diaria Templo Mayor del viernes 3 de octubre:
“POR CIERTO que anoche Yoloxóchitl Bustamante fue objeto de una cena de manteles largos por parte de sus principales colaboradoras en el IPN.
LA REUNIÓN, según se sabe, fue en la casa de Emma Aída Bustamante, quien seguramente es un as de las finanzas, pues no sólo manejaba los dineros del Poli, sino que ya dejó su dúplex en La Florida para cambiarse a un caserón en el Pedregal”.
Los jóvenes, que habían marchado del Monumento a la Revolución al Palacio de Covián, tampoco dejaron las cosas ahí. Se dieron tiempo para leer un pronunciamiento a favor de la aparición de los normalistas de Ayotzinapa.
Y, finalmente, gritaron un “Huelum, huelum…” y cantaron el Himno Nacional.
Y los funcionarios de Gobernación respiraron tranquilos.

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