Tatiachcas, taichcas, principales y mayordomos de San Pedro Cholula entregarán un oficio a la arquidiócesis de Puebla para solicitar la salida del cura Rafael Amador Tapia, a quien acusaron de interferir en asuntos políticos por el conflicto de tierras que circundan al santuario de la virgen de Los Remedios.
Las autoridades tradicionales expusieron que Amador Tapia ha salido en defensa del alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, en el caso de expropiación de predios de cultivo para la instalación de un parque temático.
Acusaron que el párroco ha amenazado a los feligreses con quitarles misas a los barrios si continúan participando en la protesta contra el gobierno del San Pedro Cholula.
Los declarantes, autoridades de los barrios de Jesús Tlatempa y San Cristóbal Tepontla, relataron que al párroco de San Pedro Cholula, Rafael Amador Tapia, le molestó que los feligreses corrieran a gritos y empujones al alcalde durante la tradicional Procesión de Faroles, el pasado 31 de agosto.
Denunciaron que a partir de entonces el sacerdote ha jugado un papel importante en la defensa del edil, cuando argumentaron su misión en la iglesia es otra, y a él –señalaron– no le corresponde salir en defensa de las autoridades.
Incluso culparon a Amador Tapia, como ayer publicó esta casa editorial, que haya confabulado contra algunos católicos que querían bajar a la virgen de Los Remedios en procesión a los predios expropiados por los gobiernos estatales y municipales.
Denunciaron que el religioso amenazó a los mayordomos con no darles misas si seguían atacando a las autoridades municipales.
Con temor a las represalias relataron que Amador Tapia mandó a traer a los mayordomos y principales de los 10 barrios antiguos un día antes del mero día de la virgen, para “leerles la cartilla” y amenazarlos con que ahora sí conocerán “su fuerza” si prestaban la imagen religiosa a los opositores a la obra del parque de las siete culturas.
Los agraviados hicieron público que el párroco es capaz de vetarlos si se entera de quienes fueron los que dieron a conocer lo que se abordó la semana pasada en el encuentro que sostuvo con los representantes de los barrios.
“Nos pidió que dejáramos en paz a José Juan y al gobierno de Rafael Moreno Valle, y nos insinuó que sabía qué mayordomos están detrás del borlote”, contaron a esta reportera.
Hay que destacar que no es la primera vez que es acusado el cura Amador Tapia ante el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.
La Jornada de Oriente hizo público el pasado 24 de febrero la misma petición por parte de autoridades tradicionales cholultecas.
Esa ocasión, integrantes de los barrios de San Pedro Cholula y sus autoridades tradicionales manifestaron en una misiva al arzobispo Víctor Sánchez Espinosa el desacuerdo en que la orden franciscana deje de administrar el Santuario de Los Remedios, y sea ahora el clero secular el que tenga la custodia y dirección.
“Nos oponemos por el trato que ha tenido hacia los 10 barrios, sus autoridades y comunidades por el clero, por la forma en que hemos sido tratados, particularmente porque en las últimas décadas hemos sido amenazados, humillados, se ha ejercido el manoseo sobre mayordomos logrando corromper las estructuras de mando de nuestros barrios, manipulado y extorsionado a las autoridades tradicionales a través de negociar nuestra fe por situaciones de poder y control”, aduce el oficio entregado por tatiachcas, tiachcas, principales y mayordomos de los barrios de San Pedro Cholula.
Los pobladores, que por siglos han sido también los custodios del Santuario de Los Remedios a través del Sistema de Cargos Mayores conocido como los Circulares, denunciaron que no fueron informados de la decisión que los tomó por sorpresa y la consideraron como una imposición.
Señalaron como responsable al párroco Rafael Amador Tapia, quien ha influido en finiquitar de manera definitiva el convenio que se tenía con la orden franciscana.
En la petición al arzobispo, los pobladores solicitaron el retiro como párroco de San Pedro Cholula a Rafael Amador Tapia Zúñiga, a quien acusan de originar una alteración a las tradiciones, sistemas de cargos y ha manipulado a las autoridades tradicionales, conduciéndonos a conflictos y desacuerdos, a través de nuestros mayordomos a quienes amenaza quitar misas dominicales y/o fiestas patronales, elegir o destituir a los mayordomos.
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