MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Veinte policías de los 280 que fueron acuartelados este sábado en Iguala, Guerrero fueron arrestados y trasladados a Chilpancingo, luego de la muerte de tres estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, ubicada en el municipio de Tixtla.
La noche del viernes, en tres ataques a autobuses, en Iguala fueron asesinados tres estudiantes normalistas, un jugador de futbol de 15 años, una mujer y un chofer; las autoridades reportaron que hay 22 personas lesionadas.
Tras los hechos violentos, unos 2 mil elementos de la Marina, Ejército y Policía Federal (PF) reforzaron la vigilancia en Iguala luego de que la policía municipal fuera acuartelada.
Los agentes preventivos fueron concentrados y se les aseguraron sus armas y patrullas, como parte de las investigaciones.
La PF se concentró en la zona urbana y se coordina con la policía estatal, en tanto que las fuerzas armadas instalaron puestos de control vehicular en las entradas a la ciudad.
Además, dos helicópteros son utilizados en las labores de seguridad.
En Iguala también se encuentran el procurador del estado Iñaky Blanco Cabrera y el secretario de Seguridad Pública, Leonardo Vázquez Pérez, encabezando las indagatorias.
Los tres estudiantes normalistas murieron en tres ataques. Uno ocurrió a las 8:30 de la noche del viernes en la calle Juan Álvarez frente a la tienda Bodega Aurrerá. Ahí, policías municipales asesinaron a Daniel Solís Gallardo, quien iba en uno de los autobuses tomados por los normalistas.
En el segundo ataque perpetrado por un comando murió Yosivani Guerrero, poco después de la medianoche, en el mismo punto, cuando los estudiantes informaban a los medios sobre la primera agresión.
Otro alumno de la Normal fue asesinado y su cuerpo apareció este sábado alrededor de las 11:00 horas, a unos pocos metros de donde ocurrió el ataque, con el rostro desollado.
Unos 100 estudiantes viajaban en tres autobuses y habían acudido a Iguala a realizar labores de boteo para conseguir dinero para sus actividades escolares.
De los normalistas heridos, uno fue reportado con muerte cerebral, Aldo Gutiérrez Solano, y otros tres están graves.
En la agresión a los estudiantes también resultaron lesionados el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (Sutcobach), Alfredo Ramírez García, el secretario de Finanzas, Fernando Zúñiga, y el secretario de Acuerdos.
Otro incidente violento sucedió poco después de las 11 de la noche en el entronque de Santa Teresa casi a la salida de Iguala, donde murió un joven de 15 años integrante del equipo de futbol Los Avispones de Chilpancingo, identificado como David Josué García Evangelista.
El conductor del camión en el que viajaban los jugadores, Víctor Manuel Lugo Ortiz, también falleció. Además, 12 integrantes del equipo resultaron heridos.
En dicho ataque resultó muerta una mujer que viajaba en un taxi, Blanca Montiel Sánchez.
Elementos de la policía de Iguala atacaron a los normalistas la noche del viernes en la calle Juan Álvarez, frente a una Bodega Aurrerá ubicada en el Periférico Norte.
Hasta las 9 de la noche del viernes los estudiantes reportaron que había cuatro estudiantes heridos, entre ellos la maestra Fátima Bahena, y 67 desaparecidos.
Los policías municipales de Iguala fueron desarmados y concentrados en el Cuartel de la Policía Estatal es esa ciudad.
Anoche se informó que de los 280 policías que fueron acuartelados, la Procuraduría dejó en libertad a 260 y 20 fueron trasladados a Chilpancingo por su presunta responsabilidad en el ataque a los normalistas.
En un comunicado el gobierno de Iguala anunció la cancelación del segundo informe del alcalde José Luis Abarca Velázquez tras los hechos violentos.
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