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| Jorge Manuel Guevara Corona, sacerdote. Foto: Tomada de Facebook |
MORELIA, Mich. (apro).- Por difundir autos de lujo y mujeres exuberantes en su cuenta de Facebook, el sacerdote Jorge Manuel Guevara Corona fue destituido de su cargo como vicario en la parroquia de Guadalupe, en esta ciudad.
La destitución fue ordenada por el arzobispo de Morelia, monseñor Alberto Suárez Inda, quien, en entrevista, argumentó que el padre Guevara no cumple con los votos de castidad y de pobreza que exige el ministerio sacerdotal.
También lamentó que su sacerdote no haya cumplido con su obligación de llevar una “vida coherente” y de “ser ejemplo” para la feligresía michoacana.
El “pecado” del padre Guevara fue sacar en su cuenta de Facebook una fotografía donde –sonriente y presuntuoso– él aparece recostado sobre el cofre de su automóvil Audi A-4, color negro, modelo 2004, con placas PPS-8580.
También subió la fotografía de una voluptuosa mujer enfundada en un minúsculo short –que le permite exhibir sus saltones glúteos–. Bajo la foto, el sacerdote puso el siguiente comentario: “Mmmmm mamacita”.
También subió la fotografía de una voluptuosa mujer enfundada en un minúsculo short –que le permite exhibir sus saltones glúteos–. Bajo la foto, el sacerdote puso el siguiente comentario: “Mmmmm mamacita”.
Algunos en las redes celebraron esta expresión, diciendo: “Jaja, no cambia ni cambiará por los siglos de los siglos”. A lo que el cura respondió irónico: “Amén”.
En otras imágenes, el sacerdote también exhibió su gusto por la lucha libre, las cuatrimotos y las fresas. Luego, ante el escándalo provocado, canceló su cuenta de Facebook.
El arzobispo Suárez Inda señaló que, como todo ser humano, los sacerdotes son pecadores e imperfectos, pero el padre Guevara llegó al extremo de hacer alarde de frivolidad, siendo que la realidad de violencia en Michoacán exige sacerdotes comprometidos que acompañen a las víctimas.
Por cierto, el arzobispo acaba de participar en el foro “La Iglesia frente a la violencia”, organizado en la Universidad Iberoamericana, de la ciudad de México. Ahí, exhortó a “no acostumbrarnos a esta situación, ni tampoco caer en el pesimismo estéril”.
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