domingo, 13 de abril de 2014

Nava: 100 años de soledad. José Agustín Ortiz Pinchetti



S
alvador Nava Martínez cumpliría este lunes 100 años. Murió en 1992, pero su presencia subsiste y no es muda. ¿Cómo pudo México desperdiciar a un hombre como el dotor Nava? Un médico generoso que curó los ojos de miles de potosinos y trató de curar la ceguera colectiva, pero no pudo. Hace años, para celebrar la habilidad con la que el doctor Nava burlaba al PRI, escribí parafraseando a MonterrosoCuando despertó el dinosaurio, Nava seguía ahí, si hoy despertara Nava, el que seguiría ahí sería el dinosaurio.
Da alegría haber conocido a un hombre de su temple y tristeza que 22 años después de muerto, cuando ha pasado ya una generación, el dinosaurio siga ahí y con el apoyo de casi todos, incluso de los partidos de oposición. Vamos a los hechos: el PRI cuenta con el Ejecutivo federal, con el Congreso y, en asuntos estratégicos, con el judicial. Determina a todos los órganos del Estado, a 90 por ciento de la prensa y a 99 por ciento de la televisión; más allá de los cosmético no es un nuevo PRI, es el mismo, con la entraña feroz del poder por el poder. Está ahí para tratar de tapar la decadencia con un dedo.
El sistema usó distintas máscaras e instrumentos para acabar con Nava. Su respuesta fue organización y movilización popular. En 1959 desafió al cínico cacique Gonzalo N. Satos y llegó a la alcaldía de San Luis, buscó la gubernatura y Díaz Ordaz, como secretario de Gobernación, decidió la ocupación militar de la ciudad y la reclusión de Nava en el campo militar número 1. Para borrar al navismo, autorizó la represión en 1962 y 63. Nava fue encarcelado y torturado.
Cuando resurge en 1983 y vuelve a ganar la alcaldía, tiene que soportar al nuevo cacique Jongitud Barrios. En 86 los navistas son acusados de incendiar el palacio municipal y reprimidos. En 1990, cuando vuelve a competir para gobernador, organizan un fraude electoral en favor del priísta Fausto Zapata. Ante la resistencia, Salinas le ofrececoncertacesión, como la del PAN en Guanajuato. Nava lo rechazó. Tenía razón. Las concertacesiones fueron la manzana envenenada con la que engancharon al PAN y finalmente lo corrompieron.
Murió en la raya. Sentenciado por el cáncer organizó la marcha de la dignidad rumbo a la capital de la República. Una multitud lo acompañó durante varias jornadas. La estructura política tembló ante la posibilidad de que el mismo día del informe presidencial Nava llenara el Zócalo para protestar contra la imposición. Al final Nava triunfó y Fausto Zapata tuvo que renunciar. Si hoy despertara se encontraría con que México está más lejos de la democracia y más cerca de una ruptura de lo que él lo dejó.
Twitter: @ortizpinchetti

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