El futbol, ¿mediocre o competitivo?
Carlos Hernández
F
ue una semana negra para dos equipos emblemáticos del futbol mexicano. Atlante es de nuestros clubes históricos, más allá de la mala administración que ha sufrido en la última época. Durante varios años, Alejandro Burillo y Toño García trataron a los azulgranas como si fueran una simple mercancía: compraban barato, vendían caro y sólo les interesaba el sonido de la máquina registradora, mientras el equipo naufragaba de los últimos lugares, aunque fuera en las mismísimas playas de Cancún.
Una tristeza por esos atlantistas de hueso colorado –que todavía existen y deben estar sufriendo un descenso más de sus amados Potros–, pero la Tito Tepito de seguro le dedicará su clásica porra a esos directivos que trataron a un club de abolengo con tanto desprecio.
Si Necaxa no asciende esta temporada, el clásico más añejo en la actualidad se jugará en la categoría de ascenso.
Y no se le dio mucho espacio, pero el Zacatepec bajó a la segunda división. No son aquellos cañeros comandados por el añorado Harapos Morales, pero esa afición tampoco merece que los dirigentes jueguen con tanta historia.
A dos fechas de que termine el torneo, la bondad del futbol mexicano –por llamarle así– da para todo. Tan sólo el sotanero Puebla es el único que matemáticamente está eliminado, mientras hasta el propio Veracruz avanzaría en caso de que sucediera una combinación milagrosa de resultados.
Pero el resto de los 15 equipos –Cruz Azul y Toluca andan en otro torneo– tiene posibilidades de avanzar, a pesar de que una jornada juegan mal y otra peor. Los optimistas consideran que se trata de un torneo competitivo y los pesimistas lo atribuyen a la mediocridad.
Sin embargo, entre esos dos polos debe ubicarse el nivel de un balompié nacional en el que, como ya se sabe, cualquiera le puede ganar a cualquiera. Pero podríamos decir que parece preferible tener un torneo así a uno como el alemán, donde el Bayern Munich se coronó faltando siete fechas para el final.
Y por eso también el Atlético de Madrid representa un aire refrescante para romper el duopolio de los millonarios en la liga española. Extraño caso el del Barcelona, con un Lionel Messi que luce como ausente aunque sus botines no son de este mundo.
Esta semana, el portero Jesús Corona se subió al avión a Brasil. Los rijosos Xolos, que con Antonio Mohamed ya jugaban al filo del reglamento, tienen ahora en la banca al técnico César Farías, quien en la semifinal ante los Cementeros, en lugar de entrar a la cancha a calmar los ánimos, agredió al que se le puso enfrente, al más puro estilo de Manny Pacquiao.
Corona, quien se perdió Sudáfrica 2010 por andar en bares y broncas, esta vez mantuvo la calma a pesar de recibir un escupitajo, lo que fue alabado por el técnico Miguel Herrera, quien por su parte no fue a Estados Unidos 1994 también por excederse en el carácter. Así que Chuy se unirá al consentido delPiojo, Moisés Muñoz, y al muy promocionado Guillermo Ochoa, quien llegará a la Copa con la carga del descenso del Ajaccio, pero con la etiqueta de ser el único arquero mexicano en Europa.
Esta semana se dio a conocer la canción oficial del Tri en Brasil. Voy a ganar es el título, que se antoja muy pretencioso mientras crecen más las dudas sobre una selección que en anteriores mundiales tenía la ventaja de realizar una concentración larga, pero esta vez llegará con los europeos fuera de ritmo y los locales en bajo nivel.
Cobijados por su más que fiel afición, los Tigres conquistaron la Copa Mx ante unos Alebrijes que tenían todo en contra y que además cometieron costosos errores. El trofeo le servirá al TucaFerretti para hacer huesos viejos en la UANL, aunque en la liga marchen en el lugar 11, a pesar de tener tal vez la nómina más alta de la liga y un valor estimado en 57 millones de dólares por apenas siete millones del equipo oaxaqueño.
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