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e impresionó la presentación del libroNeoporfirismo de AMLO (Grijalbo, 2014), por varias características: convocó a una multitud que llenó un teatro y una calle, y estuvo a punto de asaltar el recinto por emoción; ningún político ha escrito 13 libros mientras intenta no sólo interpretar sino cambiar el mundo; el último lo ha hecho en plena construcción de un partido y antes y después de una crisis cardiaca.
Yo distinguiría tres porfiriatos. El clásico, encabezado por Porfirio Díaz, duró 34 años (1877-1911) y terminó en una guerra civil de 20 años. Cosío Villegas hablaba de otro, Doña Porfiria, que se inició con la organización del partido único (1929), tenía sus propias características y terminó en una gran crisis financiera en 1983. El tercero es el neoporfirismo, que ha durado casi 30 años (1985-2014) y cuyo desenlace es una incógnita, podría prolongarse décadas, morir por implosión o provocar otra rebelión.
Es interesante compararlos: el clásico logró crecimiento pero perpetuó la injusticia social y la simulación; tuvo estabilidad y paz, pero una fuerte de corrupción. El de Doña Porfiria tuvo estabilidad y paz y un envidiable crecimiento económico por décadas, hubo corrupción moderada en comparación con la actual, pero no pudo hacer cuatro reformas: la política, para abrirse a la democracia; la fiscal, para reducir las desigualdades; crear un sistema de rendición de cuentas y el control de las finanzas públicas. La impunidad y el despilfarro lo quebraron.
Su quiebre trajo el neoporfirismo, al que se refiere AMLO en el libro, y su figura emblemática es Carlos Salinas: ha dado muy malos resultados: la economía no crece, la oligarquía se fortalece, la desigualdad se volvió monstruosa, la política se pervirtió, tuvo que uncir en el proyecto al PAN (adversario 50 años del PRI) y perpetrar tres fraudes en elecciones presidenciales. Las instituciones, los políticos y, en gran medida, la sociedad han llegado a una corrupción sin precedentes, pero además terminó la paz de los otros dos porfiriatos. Hay 23 mil 640 asesinatos en 14 meses con EPN (semanario Zeta). El Estado ni siquiera puede garantizar la vida ni la propiedad en muchas regiones.
Los tres porfiriatos han sido autoritarios, aunque Doña Porfiria y el neoporfiriato han podido resistir porque no son unipersonales como el clásico. Si tuviéramos que calificar a los tres, el peor sería el que estamos viviendo. Uno podría preguntarse con Lorenzo Meyer si no queda más remedio que un levantamiento para terminar con él. Elena Poniatowska le reconoció a AMLO gratitud porque ha podido canalizar el descontento por la vía no violenta. Todos sabemos que las revoluciones terminan su ciclo mimetizando con el régimen que se propusieron destruir.
Twitter: @ortizpinchetti
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