La movilización concluye con 17 detenidos y 20 lesionados; denuncian
emergencia social
Los inconformes, quienes llevaban banderas y mantas en las que rechazaban su hartazgo por la situación económica, criticaron que el presidente del gobierno español
no atienda las necesidades de la poblaciónFoto Reuters
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 23 de marzo de 2014, p. 21
Domingo 23 de marzo de 2014, p. 21
Madrid, 22 de marzo.
Con balas de goma la policía española enfrentó este sábado a miles de manifestantes que recorrieron las calles de Madrid en la llamada Marcha de la dignidad, cuyo objetivo era denunciar la
urgencia socialpor un desempleo récord de 26 por ciento y los recortes presupuestales del gobierno.
La marcha, que congregó a más de un millón de personas, según los organizadores, culminó con 17 detenidos y 20 heridos, luego de los disturbios que se desataron cuando jóvenes lanzaron proyectiles, colocaron barricadas, quemaron contenedores y rompieron cristales de una oficina bancaria.
Seis columnas procedentes de distintas regiones del país confluyeron esta mañana en Madrid en respuesta al llamado de 300 organizaciones, movimientos y colectivos profesionales para reclamar
pan, trabajo y techo para todos, y bajo el llamado a recuperar la
dignidadante la severidad de las políticas neoliberales del gobierno español del presidente conservador Mariano Rajoy.
El resultado fue una de las mayores manifestaciones en la historia de España. Los participantes portaban banderas republicanas y pancartas en las que expresaban su hartazgo por la situación y reclamaban la dimisión de Rajoy y su gabinete por atender más las directrices del Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional que las necesidades de la población.
En 2014 nos encontramos en una situación límite de emergencia social que nos convoca a dar una respuesta colectiva y masiva de los trabajadores y la ciudadanía, afirmaron los organizadores de la marcha en su manifiesto.
En uno de los momentos más emotivos de la manifestación, cuando un grupo entonaba el coro de la óperaNabucco, Va Pensiero, convertido en himno de guerra de los movimientos sociales europeos contra los recortes, la policía inició una durísima dispersión de la protesta. El origen de la batalla campal fueron las inmediaciones de la sede del gobernante Partido Popular, en la que jóvenes se acercaron para increpar a los agentes, quienes respondieron con disparos de balas de goma.
Al descontento por los recortes en servicios públicos y las medidas económicas se suma el malestar de los ciudadanos por el rescate a los bancos y la corrupción en el seno de partidos políticos e instituciones.
Los políticos han convertido la política en negocio para su beneficio, rezaba uno de los carteles.
“Hemos venido porque queremos decir que ya basta de perseguir nuestra lengua y cultura, basta de decir mentiras sobre el pueblo catalán sólo para enfrentarnos al resto de los territorios. Nosotros, en Cataluña, también tenemosparados, los puestos de trabajo son precarios, los desalojos no cesan y los índices de pobreza van aumento”, afirmó Sonia Resina, de Cataluña.
Isabel García, del País Vasco, dijo a su vez que
en Euskal Herria, como en el resto del Estado español, las directrices económicas neoliberales de la Unión Europea favorecen al sector financiero frente a la población. La pobreza, el paro, la precariedad, la explotación, la negación de la soberanía de los pueblos y la muerte de las personas que huyen del hambre se han encontrado con estas marchas de la dignidad.
Esta protesta tiene origen en el llamado
movimiento de los indignados, que nació en mayo de 2011, en los días previos a las elecciones autonómicas de Madrid, en los que se logró la mayor acampada pública de la historia reciente al convertir la Puerta del Sol en plaza para el debate público y la reivindicación política.
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