Una mujer deja flores en el lugar donde murió el estudiante Bassil Da Costa en Venezuela. Foto: AP |
BOGOTÁ.- (apro).- El ministro venezolano del Interior, Miguel Rodríguez Torres, aseguró en una rueda de prensa (la noche del jueves) tras el estallido de violencia en las manifestaciones del pasado miércoles que esos hechos forman parte de un plan que comenzó a ser fraguado en México durante una reunión que se llevó a cabo en octubre de 2010 y a la cual asistieron varios dirigentes estudiantiles de Venezuela.
El general del Ejército, quien estuvo a cargo durante la última década de los servicios estatales de inteligencia, afirmó que el encuentro, denominado por sus organizadores “Fiesta mexicana”, tuvo como propósito adiestrar a los asistentes en “métodos desestabilizadores violentos”.
La reunión, según una diapositiva presentada por el ministro, fue organizada por el empresario venezolano asilado en Estados Unidos, Eligio Cedeño; por el exsubsecretario de Estado para asuntos hemisféricos, Otto Reich, y por el dirigente de la ONG “Humano y Libre”, Gustavo Tovar Arroyo, a quien el funcionario definió como “bastante radical, bastante fascista”.
De acuerdo con Rodríguez Torres, a la cita acudieron los dirigentes estudiantiles Gaby Arellano, David Smolansky, Yon Goicoechea, Daniel Ceballos, Amílcar Fernández y Freddy Guevara, así como “dos generales retirados”.
Arellano, una de las dirigentes más visibles del movimiento estudiantil venezolano, fue acusada por el ministro de liderar, junto con el político opositor Leopoldo López, “a estos grupos violentos” que actuaron el pasado miércoles frente a la sede de la Fiscalía General de la República donde resultaron muertos a tiros uno de los participantes en las protestas y un dirigente de un movimiento progubernamental.
Consultada por Apro, Arellano afirma que “jamás” ha estado en México ni conoce a Cedeño, Reich y Tovar Arroyo. “Que chequen mis entradas y salidas del país. Esto es parte de los inventos de planes conspirativos que suele hacer el gobierno”, dice.
Rodríguez Torres aseguró que los asistentes al encuentro “Fiesta mexicana” recibieron “adiestramiento con asesores de (la Universidad de) Oxford, con asesores de otras organizaciones internacionales que han participado en movilizaciones en Ucrania y en otros países para derrocar gobiernos”.
Arellano, quien al igual que la enorme mayoría de los líderes estudiantiles de Venezuela rechaza ser “de derecha”, sostuvo que no es la primera vez que el gobierno la acusa de haber estado en México en esa reunión, lo cual “es un invento”.
Smolansky, quien fue dirigente estudiantil y ahora es alcalde del municipio metropolitano de El Hatillo, rechaza haber estado en un encuentro de ese tipo e indica que “para el gobierno, este tipo de acusaciones falsas son una manera de ocultar lo que realmente está ocurriendo en el país, que es la represión de la protesta social”.
Afirma que en México tiene “grandes amigos porque he ido dos veces por razones de intercambio académico a la Universidad de las América, en 2006 y 2007”, cuando estudiaba comunicación social en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en Caracas.
De Ceballos, actual alcalde de San Cristóbal, ciudad fronteriza con Colombia, el ministro del Interior sostuvo que es “la versión más sofisticada del fascismo en Venezuela” y que mantiene estrechas relaciones con el ex mandatario colombiano Álvaro Uribe Vélez, quien “está detrás de estas cosas también”.
Cedeño, el empresario señalado por Rodríguez Torres, fue mencionado, en 2009, en un cable de la embajada de Estados Unidos en Caracas divulgado por Wikileaks como un banquero corrupto. A pesar de ello, el embajador Patrick Duddy recomendó a Washington evaluar su solicitud de asilo pues en Venezuela sería sometido a un juicio sin garantías por un fraude por 27 millones de dólares cometido con divisas preferenciales.
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