Un anaquel con refrescos en un supermercado. Foto: Alejandro Saldívar |
MÉXICO, D.F. (apro).- Inducido por la aplicación de la reforma hacendaria, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo un incremento de 0.68% en la primera quincena de enero y su tasa anual se disparó a 4.63%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta vez el crecimiento de la inflación estuvo impulsado por el incremento en el precio de los refrescos envasados, que tuvieron un alza de 11.40%; cebolla, cuyo costo se elevó 17.69%; pan dulce, 4.76%; cigarrillos, 3.65%; pollo, 2.97%; gas doméstico LP, 1.86%; gasolina de bajo octanaje, 1.70%; electricidad, 1.73%, y el aumento de 1.39% en loncherías, fondas, torterías y taquerías.
En contraste, disminuyeron los precios del jitomate, chile poblano, tomate verde, uva, frijol, papaya, ropa de abrigo, transporte aéreo y servicios turísticos en paquete.
El llamado “impuesto a la salud”, aplicado a los refrescos, bebidas azucaradas y alimentos procesados, fue el que mayor peso tuvo en la inflación, pero también la homologación del IVA en la zona fronteriza del país (del 11% al 16%), incluida en la reforma hacendaria.
El INPC marcó variaciones superiores al promedio del territorio nacional (mayores a 2%) en las siguientes localidades: Chetumal, Quintana Roo; Ciudad Acuña, Coahuila, y Tijuana y Mexicali, Baja California, donde el IVA subió desde el primer día del año que corre.
Según el Inegi, la inflación subyacente –integrada por los precios de bebidas, tabaco y alimentos, excepto agropecuarios– aumentó 0.69% y se colocó en una tasa anual de 3.33%, en tanto que la no subyacente se elevó 0.63% y se ubicó en 8.84%. Este tipo de inflación abarca a los energéticos y productos agropecuarios, caracterizados por sus precios volátiles.
Para los analistas de Banamex Citigroup, la elevada tasa de inflación enciende los focos rojos para 2014, ya que coloca ese indicador macroeconómico afuera del rango previsto por el Banco de México (Banxico), que es de 3% (+/- un punto porcentual).
“Los aumentos mayores a lo esperado de las bebidas azucaradas y de los alimentos procesados fueron los elementos de mayor impacto sobre el INPC. Aunque, por otro lado, consideramos que es muy probable que el impacto de los cambios fiscales haya sido mucho más concentrado en el primer mes del año que lo que anticipábamos”, señaló Banamex.
De hecho, los especialistas mantienen una expectativa de 4.35% anual para 2014.
Sin embargo, precisaron que “casi la mitad del crecimiento del INPC se debe al incremento de los precios de los energéticos y de los refrescos, además de que, en otro ángulo, el incremento de la inflación en las ciudades fronterizas es consistente con nuestra estimación de un impacto de 30 puntos base sobre el INPC derivado del incremento en el IVA en esas ciudades”.
Añadieron:
“Ambos son elementos que nos permiten seguir considerando como efecto de una sola vez el impacto de las reformas tributarias y, por tanto, como transitorio”.
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