Rodrigo Rojo / @Eneas
(6 de Agosto, 2013).- Como parte de la propaganda que el régimen priista hace en el extranjero para promover la Reforma Energética y la entrada definitiva de la inversión privada en Petróleos Mexicanos (Pemex), el periódico The Wall Street Journal lanzó el pasado 2 de agosto un artículo en donde se afirma que Peña Nieto y su partido “planean argumentar que Lázaro Cárdenas estaría de acuerdo” con permitir que empresas extranjeras “produzcan petróleo y gas a través de contratos de reparto de utilidades y negocios conjuntos con la paraestatal Pemex” cuando presenten su Reforma Energética esta semana.
El artículo dice que el gobierno priista planea presentar la Reforma Energética apoyándose en la figura de Lázaro Cárdenas en lugar de darle la espalda: “En la presentación pública de la iniciativa, se espera que Peña Nieto haga una fuerte defensa de la propiedad pública de los hidrocarburos y de Pemex” y al mismo tiempo defienda la idea de que “necesitamos encontrar buenos socios y compartir las ganancias con ellos”: la venta de Pemex disfrazada de modernización.
El periódico argumenta que, cuando se realizó la expropiación petrolera en 1938, las compañías petroleras “se comportaban como bravucones de parque, enviando la mayoría de sus ganancias fuera del país” pero que, hoy en día, las cosas han cambiado y la inversión privada se hace necesaria porque “décadas de poca inversión han llevado a una baja en la producción y a falta de experiencia técnica”. Sin embargo, el artículo no menciona cambios en las políticas económicas de los bravucones de parque internacionales quienes, con la limitada participación que tienen actualmente en México, ya cobran por sus servicios a Pemex hasta el 400 por ciento de sobreprecios y han protagonizado grandes casos de corrupción internacional cuando provocan derrames de petróleo en el mar.
Así, el artículo es prolijo dando razones de por qué la inversión privada debe entrar a Pemex pero no menciona nada de la corrupción al interior de la paraestatal y del uso abusivo que las estructuras gubernamentales le han dado a las ganancias que genera. La estrategia del gobierno priista considera hablar de “eliminar los viejos tabúes nacionalistas en los que ni siquiera el presidente Cárdenas creía”, tal como pidieron los empresarios hace un mes, pero no menciona nada de investigar a los directivos de Pemex, a sus corruptos líderes sindicales ni la activaparticipación del gobierno en detrimento de la paraestatal.
Según el diario, propiedad de Rupert Murdoch, el mayor magnate de los medios del mundo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) buscaría cambiar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución y esto se lograría con el apoyo del Partido Acción Nacional (PAN) pues “juntos tienen dos tercios de ambas cámaras en el Congreso, suficientes para hacer cambios constitucionales”.
El artículo también menciona que el gobierno espera que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se oponga y que el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador dirija las protestas contra la reforma. Si esas protestas llegan a ganar fuerza, pueden representar un serio problema para la aprobación de los cambios, explica el periódico, para evitar esto, el gobierno se está apresurando a “impulsar el voto en algunas semanas” y así evitar que la oposición reúna la fuerza suficiente, pues “las protestas sólo tendrán impacto si logran movilizar masivamente a no partidarios y a sectores de la clase media” pero si Obrador junta únicamente a sus adepto “será sólo otra protesta más, una de las cientos a las que la Ciudad de México está acostumbrada”
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