Alejandra Sota. Investigada. Foto: Octavio Gómez |
MÉXICO D.F. (apro).- El gobierno de Enrique Peña Nieto no sólo tiene en la mira a algunos panistas que se enriquecieron a costa de la paraestatal Petróleos Mexicanos, entre ellos los hijos de Marta Sahagún, Jorge Alberto y Manuel Bribiesca.
También tiene bajo investigación a una de las personas más cercanas al expresidente Felipe Calderón: Alejandra Sota, su exvocera.
De acuerdo con una nota difundida por el diario Excélsior, la Secretaría de la Función Pública (SFP) tiene abierta una indagatoria en contra de la exfuncionaria por los presuntos delitos de peculado y tráfico de influencias.
Sota Miraflores –quien desde julio pasado acude como becaria del programa Edward Mason a la escuela de gobierno John F. Kennedy, pese a no haber concluido la carrera de Ciencia Política en el ITAM– es investigada porque supuestamente favoreció a amigos y excompañeros de esa institución educativa en el otorgamiento de contratos desde Los Pinos.
Con base en información obtenida de la SFP y del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), el diario consigna que la exvocera presidencial presuntamente encabezó un grupo de amigos y colegas universitarios que se habrían coludido durante el sexenio de Calderón en beneficio de una sociedad llamada Defoe Experts on Social Reporting y de la empresa Milenio Consultores.
Ambas firmas eran propiedad de José Alonso Arango Pérez y Yamil Nares Feria, quienes fueron compañeros de estudios de Sota en el ITAM.
A las dos empresas se les habrían entregado, de acuerdo con las primeras informaciones, 45 millones de pesos durante tres años, desde mediados de 2009 hasta noviembre de 2012, en contratos con la Presidencia, el IMSS y la Secretaría de Gobernación.
En el caso de Los Pinos, el grupo canalizó siete contratos a Defoe, sociedad civil dirigida por Yamil Gustavo Nares Feria, quien incluso ostentó el cargo de subdirector de Opinión Pública en la Presidencia de la República.
En julio pasado se dio a conocer que la excoordinadora de Comunicación Social de la Presidencia, a quien Josefina Vázquez Mota acusó de filtrar sus llamadas telefónicas durante la campaña presidencial, es una de las mexicanas privilegiadas que estudia una maestría en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
Sota es alumna de una maestría en Administración Pública, en la universidad de Boston, Massachussets, pese a que en México no se tituló de la licenciatura de Ciencia Política, en el ITAM, donde “debe” 10 materias.
Es decir que la exvocera presidencial ocupó ese cargo sin haber concluido la licenciatura. Y ahora, en su calidad de “pasante”, cursa un posgrado en Harvard.
En su “sabático” como funcionaria pública, Alejandra Sota estudia el programa Edward Manson, el mismo que Felipe Calderón cursó en 2000, cuando dejó la dirigencia nacional del PAN y antes de iniciar la segunda etapa de su carrera política como líder de los diputados del PAN, director de Banobras, secretario de Energía, y después candidato presidencial de Acción Nacional y presidente de México.
Para estudiar el posgrado Manson, la Universidad de Harvard establece como requisito “contar con un título de licenciatura (Bachelor degree)”, así como una experiencia de al menos siete años “en un trabajo relevante y de tiempo completo”, indica la página de esa casa de estudios. Pero Sota no cumple ese requisito.
Una búsqueda en el sitio Registro Nacional de Profesiones, de la Secretaría de Educación Pública (SEP) reveló que no existe constancia de estudios de Alejandra Sota Mirafuentes.
En julio de 2010, Sota ocupó el cargo de vocera presidencial en sustitución del panista Max Cortázar, quien trabajó con Felipe Calderón desde la campaña presidencial de 2006. Cortázar tampoco tenía título universitario. Los panistas que lo conocían desde hace varios años filtraron a la prensa que antes de estar en el PAN y en el servicio público fue baterista del grupo de pop Timbiriche.
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