La presidenta nacional de la Federación de Asociaciones Provida de España y de Adevida Cuenca, Alicia Latorre, parece que no está en sus cabales ya que realizó un insólito pedido a la iglesia católica. Quieren que reconozcan que masturbarse no solo es un pecado de lujuria sino que también una forma de aborto.
Mientras algunos países como el nuestro buscan la ampliación de derechos, el reconocimiento de las minorías, en una clara adaptación a la sociedad actual, hay entidades que retrasan y hacen pedidos obsoletos.
En ese camino Alicia Latorre, presidenta nacional de la Federación de Asociaciones Provida de España y de Adevida Cuenca, informó sobre una iniciativa que la asociación Provida de España quiere presentar en breve en la Iglesia Católica y que busca que reconozcan que la masturbación no es simplemente un pecado de lujuria, sino una forma de aborto.
“Si se acepta que los anticonceptivos son pro-abortivos debido a que representan una barrera física o química para que una vida humana llegue a su concepción, entonces debemos de aceptar que las masturbación es claramente una forma de aborto también”, dijo, “una vez que la Iglesia nos apoye, será más fácil hacer presión para que los Estados reconozcan como crimen la masturbación, porque eso es: un crimen” recalcó.
Pero su delirio no terminó ahí. Para justificar que la masturbación sea un acto ilegal, producto considerarlo un aborto dijo: “Nosotros aceptamos que una mórula o blástula son humanas, porque tienen alma, por lo tanto de alguna manera los espermas tienen esa alma en potencia, así que quien se masturba debería ser considerado un genocida potencial”.
Si hasta acá te pareció mucho, hay mas. Aseguró que “la masturbación es criminal porque inicia al sujeto en un espiral de perdición: sabemos que de la masturbación es fácil pasar a la soledad compulsiva, a la actividad criminal, a las violaciones, a la corrupción, a la drogadicción y finalmente al ateísmo”.
Finalmente dijo que si su propuesta tiene éxito “la masturbación será tipificada como asesinato doloso potencial, el crimen atroz que representa esa abominación a los ojos de Dios. De la misma manera la polución nocturna debería considerarse un asesinato culposo potencial”.
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